150 años de caridad cristiana en los ancianos más vulnerables: las Hermanitas de los Ancianos Desamparados
Las hermanitas de los Ancianos Desamparados están de enhorabuena porque celebran una efeméride muy especial: el 150 aniversario de su fundación. Un hecho que tuvo lugar el 27 de enero de 1.873 gracias al venerable Saturnino López Novoa y a Santa Teresa Jornet. Desde aquel entonces ha llovido mucho pero esta congregación religiosa de derecho pontificio sigue al pie del cañón para ejercer constantemente “la virtud de la caridad cristiana en los ancianos más vulnerables, acogiéndolos en un ambiente de familia y atendiendo todas sus necesidades: materiales, de afecto y espirituales”. “Queremos, en el día a día, hacer vida la consigna que nos dejó santa Teresa Journet: ‘Cuidar los cuerpos para salvar las almas’”, afirman las hermanitas de los Desamparados. Y tienen claro que su fin primordial “es ante todo, el seguimiento más cercano de Cristo con total dedicación a Dios como amor supremo” (como se indica en las Constituciones, 2).
Y precisamente con este espíritu, han celebrado hoy este aniversario con una misa de acción de gracias en la capilla de la residencia de ancianos de Castellón de la Plana. Una celebración que ha estado presidida por el Vicario General de la Diócesis, D. Javier Aparici (en representación del Obispo D. Casimiro López Llorente).
En la homilía Aparici ha destacado el valor de este aniversario dando gracias a Dios “por tantos dones recibidos a lo largo de estos 150 años. Dones y testimonios de santidad, en algunos casos hasta el martirio, dones y obras de evangelización… en especial hacia los más mayores”. Y ha señalado que “esta efeméride sea un tiempo de memoria agradecida del pasado, de renovación evangélica y de crecimiento espiritual, que anime a la esperanza”.
El Vicario General de la Diócesis ha remarcado que lo primero y lo más importante es “esta disposición a reconocer el rostro de Cristo en los hermanos y muy especialmente en quienes sufren” y ha dicho también que el ejemplo de Santa Teresa Jornet sigue siendo hoy “un desafío verdadero a nuestra cultura de la indiferencia en la que son muchos los que se quedan al margen de la sociedad”. Y ha invitado siguiendo el testimonio del mismo Jesús y de Santa Teresa Jornet a “ponernos al servicio de los más pequeños, de los últimos”. “La sociedad en que vivimos, en una mayoría, no tiene en cuenta a los ancianos, no se hace cargo de sus necesidades, de su soledad…El testimonio de Santa Teresa nos invita a revisar nuestras actitudes”, ha enfatizado.
Y al final de la homilía D. Javier ha insistido a la hermanas en la necesidad de “seguir bebiendo de vuestro carisma, transmitiendo a las nuevas generaciones el amor de Cristo hacia los ancianos, proporcionándoles los mejores medios de asistencia que estén a vuestro alcance para hacerles la vida lo más agradable posible”.
A la eucaristía concelebrada por varios sacerdotes han acudido también numerosas personas comprometidas con las hermanitas de los Desamparados. Cabe destacar que a lo largo de todo el territorio nacional hay más de un centenar de casas de esta congregación.