«Tuve hambre y me disteis de comer» (Mt 25,35)
Manos Unidas es la Asociación de la Iglesia Católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo del Tercer Mundo, así como en la sensibilización de la población española. El segundo domingo del mes de febrero, Manos Unidas celebra todos los años la Campaña contra el Hambre y este año será el próximo domingo, 12 de febrero, una campaña que se enmarca dentro del trienio (2016-2018) en el que la Asociación Católica está trabajando para dar respuesta a las causas y problemas que provoca el hambre en el mundo.
«Manos Unidas es la Organización No Gubernamental (ONG) de lglesia Católica Española para la ayuda en los países en vías de desarrollo de voluntarios y seglar, así como una asociación pública de fieles». Así es como lo explican Pilar Acín y Nieves Prieto, la Presidenta Delegada y la Responsable de Comunicación de Manos Unidas de Segorbe-Castellón.
El lema de la campaña de este año es: «El mundo no necesita más comida, necesita más gente comprometida», y la Presidenta Delegada lo reitera todavía más: «800 millones de personas pasan hambre en el mundo, mientras nosotros estamos tirando alimentos. Por eso no necesitamos más alimentos. Necesitamos gente comprometida».
En España, actualmente, existen 71 delegaciones – de 71 diócesis, ya que se trata de una delegación diocesana – que trabajan con un mismo espíritu en la lucha contra el hambre en el mundo. En 2010, la Asociación ganó el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, entregado por el actual Rey – que entonces era príncipe -, don Felipe VI, a la Presidenta Nacional, Miriam García, acompañada de una mujer africana.
Los Papas hablan sobre la caridad
Este ejercicio de la caridad tiene su fundamento en el Magisterio de la Iglesia. Benedicto XVI, cuando habla de la caridad cristiana, dice que es ante todo la respuesta a una «necesidad inmediata en una determinada situación: los hambrientos han de ser saciados, los desnudos vestidos, los enfermos atendidos para que se recuperen y los prisioneros visitados». En su Encíclica Deus caritas est, afirma que «las organizaciones caritativas de la Iglesia han de hacer lo posible para poner a disposición los medios necesarios y, sobre todo, los hombres y mujeres que desempeñan estos cometidos». El Papa emérito hace mucho hincapié en este aspecto, y subraya la importancia de que las personas que se dediquen a atender a los que sufren sean competentes profesionalmente y que, además, tengan humanidad: «Quienes prestan ayuda han de ser formados de manera que sepan hacer lo más apropiado y de la manera más adecuada (…) Un primer requisito fundamental es la competencia profesional, pero por sí sola no basta». En efecto, se trata de seres humanos, y «los seres humanos necesitan siempre algo más que una atención sólo técnicamente correcta. Necesitan humanidad».
En una reciente entrevista del diario El País al Papa Francisco, le preguntaron cuál era su mayor preocupación con respecto a la Iglesia, a lo que el Papa contestó: «Que deje de ser cercana». Comentó que la Iglesia es una buena ONG, una buena organización piadosa de gente buena, pero no es sólo la beneficencia: «Es mucho más. Cercanía es tocar en el prójimo la carne de Cristo».
Benedicto XVI, por su parte, va todavía más allá: «La actividad caritativa cristiana ha de ser independiente de partidos e ideologías. No es un medio para transformar el mundo de manera ideológica y no está al servicio de estrategias mundanas, sino que es la actualización aquí y ahora del amor que el hombre siempre necesita».
Misión y Visión
En consonancia con la vocación de la Iglesia, Pilar Acín y Nieves Prieto explican que la misión de Manos Unidas se concreta en dos líneas de trabajo: por un lado, sensibilización de la población española en relación con los problemas que padecen los países en vías de desarrollo, a través de la educación en valores, charlas en institutos, conferencias, catequesis, y los medios de comunicación, y por otro lado financiar proyectos de desarrollo a nivel nacional y local.
Y por otro lado, la visión, que está basada en la Doctrina Social de la Iglesia, cristiana, centrándose en las vías de desarrollo porque las personas de allí «también son nuestros hermanos y tenemos que ejercer la caridad con ellos», asevera Nieves Prieto. » Y además, somos una ONG que trabaja con seriedad, transparencia, un compromiso muy bien estudiado, y con proyectos sostenibles, respetuoso con el medio ambiente», aporta Pilar Acín, la Presidenta de Manos Unidas de la Diócesis de Segorbe-Castellón.
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