Una nueva catequesis para una nueva realidad
Los catequistas de la Diócesis de Segorbe-Castellón han celebrado hoy su encuentro anual en el Seminario Diocesano Mater Dei convocados por la Delegación Diocesana para la Catequesis y el Catecumenado.
La jornada comenzaba con la celebración de la Eucaristía que ha estado presidida por el Obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente, y concelebrada por D. Francisco Romero Galván, Director del Secretariado de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la CEE; y por D. Juan Agost, Delegado Diocesano para la Catequesis, así como por una nutrida representación de sacerdotes que han acompañado a sus catequistas en el Encuentro.
El anuncio de Jesucristo Resucitado
Tras la proclamación de la Palabra, D. Casimiro ha centrado la homilía en el Primer Anuncio de Jesucristo resucitado que tiene como protagonista a los discípulos ante quienes sale a su encuentro y que les lleva, ha dicho nuestro Obispo, a pasar «del temor a la alegría, del miedo a los judíos a salir a anunciar al Señor, de dispersarse, como los discípulos de Emaús, a volver a la comunidad para juntos, seguir anunciando a Áquel que es el camino, que es la verdad y que es la vida».
Las palabras de D. Casimiro han sido una interpelación directa a todos, empezando por él mismo, como ha señalado, pero también a los sacerdotes y a los catequistas participantes para «mantenernos fuertes en este encuentro con el Señor, alimentándonos cada día en la oración y en la celebración de la Eucaristía».
Así ha recordado la Palabra proclamada en la que «Jesús se nos presenta como pan de vida y alimento necesario para quien crea en Él tenga vida en plenitud».
Es Jesús resucitado, ha proseguido el Obispo, «quien sale a nuestro encuentro, nos une, nos envía a la misión y nos da la fuerza del Espíritu Santo para seguir caminando», y recordando lo que se relata en los Hechos de los Apóstoles, «tengamos como punto de referencia, los primeros pasos de la Iglesia de los Apóstoles que evangelizaron anunciando al Señor», poniendo en valor «la necesaria unión que tiene que haber entre el Kerigma y la catequesis».
Hacer presente a Jesús
El Primer Anuncio, ha recordado D. Casimiro, «debe ser la base de nuestra tarea pastoral y debe servir como fundamento y como base sobre la que se debe construir un verdadero cristiano». Así se ha referido a los cristianos, que como creyentes, «han de ser discípulos misioneros del Señor, y esa, es la finalidad de la catequesis: hacer presente a Cristo Resucitado».
Finalmente les ha exhortado a acoger al Señor Resucitado, «que nos une y nos da alimento por medio de su Espíritu para seguir fieles a la misión», dejándonos alentar por la Virgen para que como ella, hagamos siempre lo que Él nos diga.
Tras la celebración de la Eucaristía y un breve descanso, la jornada ha continuado con dos ponencias ofrecidas por D. Francisco Romero Galván, Director del Secretariado de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la CEE.
Por una parte se ha presentado el Directorio para la Catequesis, que fue publicado en el 2020. Un documento que, en palabras de D. Francsico Romero, «nos da las pautas y el marco necesarios para saber cómo tenemos que realizar la catequesis en este momento concreto en el que vivimos». Una realidad que es distinta a otras que hemos vivido anteriormente.
«Estamos en una nueva realidad, en un nuevo mundo, y nos demanda un nuevo estilo de evangelización y de catequesis», ha puntualizado. Y es que en el mundo contemporáneo actual, donde el relativismo y el individualismo parecen imponerse a la Verdad revelada por Dios, «es más crucial que nunca ofrecer una sólida formación doctrinal que guíe a los creyentes hacia la verdad y la luz del Evangelio». En este sentido, la ponencia ha servido para ofrecer algunas pautas para que los catequistas puedan implementarlas en sus parroquias.
También se ha presentado el Catecismo para adultos que bajo el título «Buscad al Señor», ayuda a poner los fundamentos de la vida cristiana a quien se está construyendo como discípulo de Cristo aprendiendo a ser cristiano en el mundo que nos ha tocado vivir. Tal como recoge la Conferencia Episcopal Española, la catequesis no es una acción puntual. Es decir, no pretende anunciar de modo deshilvanado un conjunto de temas en unas sesiones más o menos extensas en el tiempo. La catequesis es un proceso, un camino a recorrer con la gracia de Dios.
En este sentido, D. Francisco Romero ha señalado que la CEE tiene muchas esperanzas en esta catequesis «porque hay muchos adultos alejados de Dios y de la misma forma que no entenderíamos una parroquia sin catequesis para niños o adolescentes, tiene que existir para adultos.
Este proceso requiere una catequesis narrada por un discípulo de Cristo que anuncie la doctrina desde su propia experiencia de fe vivida en la Iglesia; unas celebraciones que vertebren dicho itinerario y en las que la gracia divina se haga presente por medio de ellas. Lo que se anuncia en la catequesis se hace palpable por la liturgia que concede la gracia del Señor. De modo complementario la catequesis y la liturgia, van haciendo crecer al catecumenado o catequizando.
Nuevos cristianos
El gran reto en el mundo de hoy es «hacer nuevos cristianos», ha señalado el ponente. El Primer Anuncio es la primera tarea, es decir «hay que procurar que exista interés por la fe, que exista el deseo de ser cristiano» y a partir de que eso surja en el corazón de cada uno, hay que acompañarlos para que pongan las raíces y los fundamentos de su vida y les ayudemos a madurar su fe».
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