Vídeo: La eutanasia es un fracaso
Ante la reciente aprobación de la Ley de la eutanasia en España hemos querido mantener una conversación con un profesional y experto en este campo, como es Julio Tudela, investigador, profesor, doctor en Bioética y director del Máster en Bioética en la Universidad Católica de Valencia (UCV).
En primer lugar, ha explicado el motivo por el que la eutanasia es un contrasentido y un fracaso del sistema asistencial ya que es exactamente lo contrario de aquello a lo que se dirige la medicina, como es curar, aliviar o prevenir, pero nunca a provocar la muerte de un paciente, eliminando toda esperanza y todo derecho.
Asimismo, aclara que hablar de eutanasia también es el fracaso antropológico del ser humano, ya que lejos de volcarse en ayudar y proteger al necesitado y al que sufre, se le elimina.
En relación a los motivos por los que la gente justifica la eutanasia, el doctor ha indicado que entre ellos está la negativa a sufrir ante la enfermedad o ante la proximidad de la muerte, sin tener en cuenta el avance de la medicina en los cuidados paliativos.
El doctor advierte, por otra parte, de otro problema que se corre al aceptarse y legalizarse la eutanasia, como es la relajación de los requerimientos iniciales, poniendo como ejemplo la petición de eutanasia para niños o su aplicación en personas no enfermas en algunos países, así como el riesgo de aplicarse en pacientes que no la han solicitado.
Como conclusión realiza una defensa de la medicina de calidad y en los cuidados paliativos, como instrumento para aliviar el dolor, controlar los síntomas, apoyar a los cuidadores y a las familias, así como asistir psicológica y espiritualmente.
Cabe recordar que nuestro Obispo, D. Casimiro López Llorente, el 18 de diciembre del pasado año publicó una carta bajo el título “No podemos callar”, en la que entre otras cuestiones relevantes realizaba una defensa de los cuidados paliativos, nos recordaba que la vida humana es un «don sagrado que hemos de acoger, proteger, y cuidar», y ante esta «tropelía, los católicos, los cristianos en general, los creyentes de otras religiones y las personas de buena voluntad no podemos callar».
El Obispo también pedía a los sacerdotes que cada 17 de mes se toquen las campanas en señal de luto, y a quienes estén a favor del cuidado de toda vida humana «seguir rezando todos los días, y de forma especial los días 17 de cada mes, para que el Señor inspire a nuestros gobernantes leyes que respeten y promuevan el cuidado de la vida humana».
Por otra parte, también hemos querido recoger el punto de vista de una persona comprometida con la defensa de toda vida humana, como es el caso de Irene Rielo, que desde la fe ha querido defender la dignidad y el valor de la vida como un don que nos ha sido dado y que debemos proteger.
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