XX Aniversario de la Canonización de Santa Genoveva Torres
Este mayo se ha cumplido el XX Aniversario desde que el 4 de mayo de 2003 el Papa Juan Pablo II, canonizara a Santa Genoveva Torres, en un multitudinaria celebración que tuvo lugar en la Plaza de Colón (Madrid).
El instituto de religiosas fundado por santa Genoveva celebra su memoria cada 4 de enero, fecha en que fue bautizada en la Iglesia de los Santos Juanes de Almenara. Files y devotos de la única santa de la Diócesis de Segorbe-Castellón se suman a la Eucaristía que en su honor se celebra cada año.
Genoveva nacía un 3 de enero de 1870 en Almenara, en el seno de una familia cristiana y humilde. A la edad de ocho años queda huérfana al fallecer sus padres, José Torres y Vicenta Morales, además de cuatro de sus cinco hermanos. Es por ello que se vio obligada a abandonar sus estudios, una educación muy elemental, para comenzar una vida de servicio a los demás, asumiendo el cargo de ama de casa y la atención de su hermano José.
A los trece años le diagnosticaron un tumor maligno, el cual le causaba unos dolores tan insoportables que en ocasiones perdía el conocimiento, por lo que tuvieron que amputarle una pierna en una operación sin anestesia. Desde entonces siempre necesitaría dos muletas para poder caminar. Pasados unos años volvió a caer gravemente enferma y tuvo que ser internada en el orfanato “Casa de la Misericordia” de Valencia, conducido por las Carmelitas de la Caridad, donde completó su formación, creció en su vida espiritual y en su relación con el Señor.
Sentía una especial devoción a la Eucaristía, al Sagrado Corazón, a Ntra. Sra. del Buen Suceso y a los ángeles.
Buscando siempre hacer la voluntad de Dios, a los veinticuatro años se fue a vivir con dos mujeres, Isabel Fuster y Amparo Ribes, con las que realizaba trabajos de costura y a las que servía, poniendo siempre a Jesús en el centro de aquella casa.
Pero se dio cuenta de que muchas mujeres de su época eran víctimas del abandono y de la soledad, por lo que en 1911 inauguran en Valencia la primera de muchas otras residencias que se fundan, en toda España y en otros países, con el fin de darles amparo a estas mujeres, de ser consuelo en la soledad y para la adoración nocturna de la Eucaristía. Este es el origen de las “Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Santos Ángeles”, instalándose en Zaragoza la Casa General y el Noviciado, junto a la Catedral-Basílica de Nuestra Señora del Pilar. La Madre Genoveva falleció allí el 5 de enero de 1956 tras exclamar: «hágase, Señor, vuestra santa voluntad». El pueblo comenzó a invocarla con el título de “Ángel de la soledad”, y el 4 de mayo de 2003 fue canonizada por Juan Pablo II en la Plaza de Colón de Madrid.
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