La Asociación de la Milagrosa celebra su fiesta y difunde la oración confiada a la Virgen
El 27 de noviembre la Asociación de la Milagrosa celebra su fiesta en la parroquia de San Juan Bautista del Pueblo Seco de Castellón. En el Santo Ángel de la Vall d’Uixó también está muy arraigada esta devoción que moviliza a centenares de personas. La Asociación de la Milagrosa está compuesta en la provincia por 200 asociados y coordina 25 capillitas que visitan las familias de varias parroquias. La delegada de esta entidad es Sor Soledad Zulet, hija de la Caridad, que asegura la actualidad de esta devoción que santa Catalina Labouré de la Virgen en 1830.
«La Virgen le dijo a Santa Catalina Labouré que las gracias que le pidamos con confianza se recibirán», afirma Sor Soledad desde el Centro Marillac de Castellón. Y para demostrarlo explica que hace poco le pidieron medallas de una fábrica que iba mal, y ahí sigue. No siempre se consigue la respuesta esperada, admite, pero en todo caso «si no cura una enfermedad, al menos te da la fuerza para llevarla con más serenidad y paz».
La Asociación de la Milagrosa está compuesta por fieles cristianos – laicos, sacerdotes o consagrados- que comparten una carisma vicenciano y mariano. Se encuentran cada mes en San Juan Bautista para una sesión de formación y cada uno se encarga de extender la devoción.
Multitud de gracias
Santa Catalina Labouré, hija de la Caridad, recibió en 1830 una revelación de la Virgen María en la Rue du Bac, París, en la que la invitaba a difundir el recurso a ella con fe y confianza: «De las manos de la Virgen salen multitud de rayos. Son las gracias que Dios concede por su intercesión, pero las que no se piden se pierden», explica Sor Soledad Zulet. Fue el pueblo quien «bautizó» la medalla como «Milagrosa» por las oraciones escuchadas.
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