Carta del Obispo ante una nueva profanación de la Eucaristía
A todos los fieles cristianos de Segorbe-Castellón, en especial a la comunidad parroquial de Torás
Queridos todos:
Con gran dolor os tengo que comunicar que el 12 de abril, a primeras horas de la mañana, descubrimos que habían entrado y robado en la iglesia parroquial de Torás. En el transcurso del robo fue sustraído del Sagrario también el Santísimo Sacramento. De lo todo que se hayan podido llevar esto es lo que más duele e importa.
Este hecho se añade a las profanaciones de la Eucaristía en Teresa, en la Basílica de San Pascual en Vila-real y en la iglesia parroquial de Caudiel, que desgraciadamente hemos sufrido en menos de un año. Una vez más se ha atentado contra el mayor Tesoro de la Iglesia y de los católicos: la Santísima Eucaristía, presencia real de Jesucristo entre nosotros.
La misma comunidad parroquial de Torás está convocada para participar en una Santa Misa de desagravio en la misma iglesia parroquial, este domingo, día 15 de abril, a las 10:00 horas de la mañana, a la que invito a todos para acompañar a los fieles de esta parroquia en este tan momento doloroso para ellos y para todos nosotros. Siento en el alma no poder presidir esta Eucaristía personalmente. En el momento en que me sea posible me acercaré para estar con la comunidad parroquial de Torás y celebrar un acto de oración, desagravio y petición de perdón. En cualquier caso pido a los sacerdotes que en todas las iglesias parroquiales, capillas y templos abiertos al culto se lleven a cabo actos de desagravio y de reparación sea con la celebración de la santa Misa o con la exposición prolongada del Santísimo Sacramento.
Como os he dicho en anteriores ocasiones, esta profanación nos llama a reflexionar sobre lo que supone que el Señor se haya quedado presente entre nosotros bajo las especies eucarísticas. Él no dudó ni un momento en cumplir su promesa: «Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». Si el Señor, a pesar de todos los riesgos y peligros, mantiene hoy su voluntad de permanecer entre nosotros, es una señal inequívoca de que los bienes que se desprenden de su presencia son infinitamente más grandes que los males que se puedan derivar.
Finalmente os exhorto a los todos fieles católicos a aprovechar lo acontecido para renovar nuestra fe y devoción eucarísticas, para valorar la presencia de Cristo en la Eucaristía. Detrás de este suceso se esconde una llamada a la conversión dirigida a cada uno de nosotros. Hagamos de este agravio una oportunidad de desagravio. Que esta ofensa sea ocasión para suscitar y manifestar nuestro amor hacia Jesucristo, presente en la Eucaristía. Convirtámonos todos en custodios del Santísimo Sacramento.
Castellón de la Plana, 14 de abril de 2018.
+Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
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