Castellón celebra las 24 horas para el Señor
«Por medio de ÉL, tenemos el perdón»
Con este lema extraído de Colosenses (1, 13-14) el Papa Francisco volvía a invitarnos este año a celebrar las 24 horas para el Señor en el preludio del IV Domingo de Cuaresma que, en la ciudad de Castellón, debido a la celebración de las fiestas fundacionales de La Magdalena, se ha trasladado a este fin de semana. Así lo hizo constar nuestro Obispo, D. Casimiro, en la Carta remitida al Pueblo de Dios de Segorbe-Castellón, el pasado 20 de marzo, habiéndolo hecho el resto de nuestra Diócesis del viernes 25 al sábado 26 de marzo.
Estas 24 horas de recogimiento y oración ante el Señor, lo son también de invitación a la reconciliación y a confiar en la misericordia de Dios acogiendo con humildad y gratitud el perdón de Dios en el Sacramento de la Penitencia. Solo a través del perdón de Dios «brota la alegría y la paz del corazón que nos hace capaces de perdonar a otros», decía D. Casimiro en su Carta, exhortándonos a participar en esta jornada.
En Castellón, las 24 horas para el Señor daban comienzo a las 20 h de ayer tarde en la Capilla de La Sangre con una Eucaristía presidida por nuestro Obispo quien a partir de la Palabra proclamada nos invitó a «acoger el abrazo, el perdón y la Misericordia de Dios que sale a nuestro encuentro». Puso el acento en el Evangelio para centrar nuestra mirada en «Aquel que ocupa el centro de nuestra fe y que como entonces viene a nuestro encuentro», y lo hace «enviado por el que es verdadero» (Jn 7, 1-2. 10. 25-30).
Citando a Benedicto XVI, nuestro Obispo aseguró que «la realidad no es lo que vemos y tocamos, sino lo que sustenta cuanto somos y cuánto existe, y ese es Dios». Lo que define y lo sustenta todo es «el amor de Dios – dijo – y eso es lo que permanece que es don verdadero, es entrega y es buscar el bien del otro». Y Jesús nos lo muestra «entregado su vida hasta el final para vencer el pecado y la muerte, y darnos vida eterna».
En estos tiempos de dificultad que vivimos, dijo el Obispo refiriéndose a la situación provocada por la pandemia, pero también por la invasión de Ucrania, recordó el Salmo del día –«el Señor está cerca de los quebrantados de corazón», (Sal.34)– y dijo que lo está especialmente de los creyentes a quienes invita «a seguir caminando sin perder la confianza en Él» pues viene a «alentarnos para no dejar de confiar en la providencia amorosa que viene de Dios» y, recordando a san Pablo resaltó que «nada ni nadie nos podrá separar del amor de Dios».
Fieles a la fe que hemos recibido, continuó D. Casimiro, nos exhortó a «vivir centrados en el Señor para perseverar en nuestra condición de cristianos» enfatizando en el Libro de la Sabiduría (cf. 2,1a.12-22) y no actuar como los impíos «que señalan al justo que confía en Dios», animándonos a que la celebración de estas 24 horas para el Señor nos ayuden a que en ese reencuentro con Él, «se avive nuestra fe y seamos alentados en nuestra esperanza para ser más fuertes en nuestra caridad buscando el bien de aquel que está a nuestro lado y dando testimonio del amor de Dios».
Tras la Eucaristía quedó expuesto el Santísimo para su adoración por los fieles pues como había resaltado D. Casimiro durante la homilía «contemplar la Sagrada forma, es contemplar, con toda su humanidad y divinidad, a Cristo Jesús, especialmente su entrega y su amor a cada uno de nosotros». La ceremonia finalizó con la Oración de Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, tal como había anunciado en Obispo de la Diócesis en su Carta al Pueblo de Dios de Segorbe-Castellón el pasado 19 de marzo, sumándose así a la invitación del Santo Padre.
Durante la jornada de hoy, se mantendrá la exposición en la Capilla de La Sangre y se contará con la presencia de sacerdotes para facilitar la confesión. Además, el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización ha editado un subsidio litúrgico que ofrece algunas sugerencias para ayudar a las parroquias y comunidades cristianas a preparar la iniciativa 24 horas para el Señor. La primera parte de este subsidio presenta algunos pensamientos que ayudan a reflexionar sobre la razón de ser del Sacramento de la Reconciliación. La segunda parte puede utilizarse durante el tiempo en que permanezca abierta la Iglesia, para que los que acudan a confesarse puedan ser ayudados en la oración y la meditación a través de un camino basado en la Palabra de Dios.
T
T
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!