Más de 40 jóvenes y adultos reciben el sacramento de la Confirmación en la Concatedral
En la víspera de la solemnidad de Pentecostés, 44 jóvenes y adultos de distintas parroquias de la Diócesis de Segorbe-Castellón han recibido la confirmación de manos de Monseñor Casimiro López Llorente en la Concatedral de Santa María de Castellón.
.
.
La celebración se ha organizado por la Delegación diocesana para la Catequesis y el Catecumenado, y han acompañado a estos confirmandos sus párrocos, padrinos y madrinas, catequistas y familiares.
.
.
.
Este sacramento forma parte de los llamados sacramentos de Iniciación Cristiana, junto al Bautismo y a la Eucaristía. El Espíritu Santo fortalece con sus dones a los confirmandos que lo reciben, alcanzando así la madurez en la fe.
.
.
.
El Papa Francisco afirma: “en la Confirmación es Cristo quien nos llena de su Espíritu, consagrándonos como testigos suyos, partícipes del mismo principio de vida y de misión, según el diseño del Padre celestial. Y en el momento de efectuar la unción, el obispo dice estas palabras: `Recibe al Espíritu Santo que te ha sido dado en don´: es el gran don de Dios, el Espíritu Santo. Y todos nosotros llevamos al Espíritu dentro. El Espíritu está en nuestro corazón, en nuestra alma. Y el Espíritu nos guía en la vida para que nos convirtamos en sal justa y luz justa para los hombres”.
.
.
.
“Creamos de verdad que Jesús ha resucitado”, exhortaba D. Casimiro en el inicio de la homilía, para que creyendo en Él “participemos de la misma Vida de Dios” que iniciamos el día de nuestro Bautismo.
.
.
.
“Jesús sale a nuestro encuentro”, indicó, del mismo modo que hizo aquel día con los apóstoles, reunidos en una sala por miedo a los judíos. “Tenían miedo, porque todavía no lo habían visto resucitado, porque temían que les ocurriera lo mismo que al Señor, o de que los fueran a señalar como si fueran unos fracasados”.
.
.
.
.
Sin embargo, Él aparece y les dice: “la paz sea con vosotros”. Inmediatamente, “su corazón se llenó de alegría al ver al Señor”. Y eso es lo que debe brotar del corazón de todo creyente, recalcó el Obispo, “la alegría del encuentro con el Señor, que nos ama, que ha resucitado, y que quiere darnos su vida y el Espíritu Santo”.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
También se centró en tres aspectos de la celebración, en tres peticiones propias de este día expresadas en la Oración Colecta: “cumple Señor tu promesa en nosotros”; “derrama tu Espíritu Santo”; “para que nos haga ante el mundo testigos valientes del Evangelio de Jesucristo”.
.
.
.
.