La Iglesia de Segorbe-Castellón acoge a la Virgen Peregrina de los Desamparados en el centenario de su coronación
Los fieles acudieron masivamente a honrar a la Patrona de la Comunidad, con gran devoción
La Jornada arrancaba a las 18 h de ayer sábado con la acogida de la Virgen Peregrina de los Desamparados que se encuentra, este año, de visita en los principales santuarios marianos de la Comunidad Valenciana, como prolegómeno a la celebración del centenario de su coronación el próximo mes de mayo.
Fervorosa y cálida fue la acogida de la Mare de Déus dels Desamparats, Patrona de la Comunidad Valenciana, máxime por coincidir su visita con la celebración diocesana de la Jornada por la Vida que organizó la Delegación Diocesana para la Familia y la Defensa de la Vida. Mientras la Virgen accedía al templo, la Coral Barreros interpretaba L’Ave María de Lluis Romeu.
«Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad«
Las primeras palabras de D. Casimiro fueron de agradecimiento al Prior de la Basílica, D. Joaquín Guillamón, también al Rector de la Basílica de la Mare de Déu dels Desamparats, D. Juan Melchor Seguí, así como a los sacerdotes concelebrantes y a los diáconos y seminaristas que asistieron la celebración. Del mismo modo dirigió un afectuoso saludo al presidente de la Real Cofradía de Nuestra Señora del Lledó, así como a la presidenta de la Junta de Camareras, a la Coral Barreros, a los portadores de la Virgen, y al conjunto de fieles que, en la tarde de ayer, con fervor y devoción acogieron con aplausos y vítores a la Virgen Peregrina de los Desamparados que se encuentra de visita durante este fin de semana en la ciudad de Castellón.
Lo hace a petición del Arzobispo Emérito de Valencia, el Cardenal Cañizares que en este año de celebración del centenario de su coronación, está visitando diferentes santuarios marianos.
Durante la homilía, el Obispo afirmó, en nombre de todos, haber “acogido con gozo a la Virgen para pedirle su amparo en estos momentos de confusión, de desaliento y también el dolor por el sufrimiento de los vecinos del Alto Mijares que han sido evacuados” tras el incendio declarado el pasado jueves.
Con la presencia de la Peregrina nos unimos, dijo D. Casimiro, “a los actos de celebración de la coronación de la Mare de Déu como Patrona de la Comunidad Valenciana” recordando también la visita que hizo el pasado verano al Santuario de la Virgen de la Cueva Santa, patrona de toda nuestra Diócesis, en este Año Jubilar de celebración por el 775º Aniversario de la creación de la sede episcopal en Segorbe.
Del mismo modo, tal como advirtió, “la acogemos en la Basílica de la Patrona de Castellón y nos preparamos también para la conmemoración del centenario de la Coronación de la Mare de Déu del Lledó” y celebrar un Año Jubilar en el que, como anunció nuestro Obispo, se ha concedido la Indulgencia Plenaria y así, “a través de María nos acerquemos más al Señor”.
D. Casimiro celebró la visita de la Peregrina “en este día tan especial para la Virgen y para la fe cristiana” pues celebrábamos la Anunciación del Señor y también la Jornada por la Vida. “Momento central de la historia de la salvación a través de la Encarnación del Verbo de Dios en el seno de María”, resaltó el Obispo, pues gracias al ‘Sí’ de María “Dios mismo asumió nuestra propia naturaleza, se hizo como nosotros para hacernos Hijos de Dios y abrirnos al camino de la vida misma de Dios”.
“Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo”
Con estas palabras proclamadas en la lectura del Evangelio, la reflexión de nuestro Obispo nos interpeló respecto a la aceptación de María a cumplir con la voluntad del Señor durante toda su vida a pesar de las dificultades por las que tuvo que pasar. Así nos invitó a acoger, en este tiempo de Cuaresma, al Señor, como hizo María, para que, a través de su Pasión, Muerte y Resurrección “todo el que crea en Él tenga vida eterna”.
Por la dignidad de toda vida humana
Se refirió también al Concilio Vaticano II para recordar que a través de la Encarnación del Señor “Dios se ha unido con todo ser humano y eso hace – resaltó – que toda vida humana sea sagrada y tenga una dignidad imborrable e inviolable”.
Los Hijos de Dios y creyentes en Cristo, “hemos de acoger, cuidar, proteger y defender la vida humana en todo momento y en cualquier circunstancia”, decía ante la imagen de la Geperudeta que acoge en su brazos al Hijo de Dios». Palabras que resonaron con fuerza pues, ayer mismo nuestra Diócesis celebraba también la Jornada por la Vida.
Lo hacemos en un momento, como destacó nuestro Obispo, en el que la vida “es olvidada y pisoteada”. Así, se refirió a las leyes que, en estos momentos atentan contra la vida humana: el aborto y la eutanasia, no pasando por alto también el suicidio.
En este sentido señaló que “atentan contra la dignidad de la vida humana y atacan la integridad de la misma”, a pesar de que, como, en el caso del aborto, “se eleva a la categoría de derecho a interrumpir el embarazo, para no herir sensibilidades y acallar conciencias,”. Tal como avala la ciencia, insistió D. Casimiro, “desde el mismo momento de la concepción es un ser humano” y por tanto, “cuando se aborta se mata a un ser humano“ .
“¿Puede haber algo más irracional que llamar derecho a matar?” interpeló el Obispo. En ese sentido exhortó a ayudar y acompañar “a quien se encuentre en una situación complicada a no recurrir a una salida, aparentemente fácil, pero que deja marcas dolorosas en el alma de la persona afectada”. En este sentido este momento “nos urge y nos exhorta a trabajar por la vida”.
Solo Dios “es Señor de la vida y solo Él puede decidir el momento de su muerte”. En este sentido, abordó también la eutanasia y, una vez más, puso en valor “los cuidados paliativos para que al final de la vida la persona la viva con la dignidad propia que le es dada”.
Elevó intención a la Virgen de los Desamparados para “que nos ayude en este desamparo en el que nos encontramos y que toque los corazones de los ciudadanos, de los legisladores y de los jueces para que velen por la dignidad de todo ser humano desde su concepción hasta su muerte natural”. Exhortó a unirse para luchar contra la cultura de la muerte “con aliento y esperanza porque para Dios nada hay imposible”.
La Basílica de la Mare de Déu del Lledó sobrepasó los límites de su capacidad por la gran asistencia de fieles y devotos que acudieron masivamente “a participar en un momento único que no acontece todos los días”, decían quienes al finalizar la celebración se acercaban a inmortalizar el momento a los pies de la Virgen de los Desamparados.
La interpretación musical de la Eucaristía corrió a cargo de la Corral Barreros acompañados al órgano por Augusto Belau. Interpretaron magistralmente varias obras de la Misa ProEuropa de J. Berthier.
Antes de la bendición final, el Prior de la Basílica del Lledó, en nombre de los presentes felicitó a D. Casimiro, quien ayer, celebraba el 22º Aniversario de su ordenación episcopal, siendo entonces nombrado Obispo de Zamora. Lo es desde la Diócesis de Segorbe-Castellón desde abril de 2006.