Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados celebran a su fundadora en la intimidad con residentes y trabajadores
Por el reconocimiento del que gozan las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Castellón, el día de la fiesta de su fundadora, Santa Teresa de Jesús Jornet, muchas personas se acercan a la Residencia Mare de Déu del Lledó para compartir la Eucaristía. Este año, sin embargo, por prudencia ante el Covid-19 la celebración será en la intimidad. En la Misa solo participarán las religiosas, los residentes, los trabajadores y el capellán. A pesar de todo no dejará de ser una jornada solemne y festiva. Los actos comenzaron el 17 de agosto con el inicio de la novena.
Actualmente la comunidad está compuesta por 10 hermanas y la residencia alberga a 116 ancianos. La madre Lucía de Frutos, superiora de las Hermanitas, se felicita porque no han tenido que lamentar ningún contagio. Por eso mismo son muy cuidadosas en mantener una separación entre el exterior y la vida de la casa: «Gracias a Dios el ambiente es bueno y procuramos preservarlo para que los residentes lleven una vida lo más tranquila posible», explica.
Agradecimiento por vidas muy trabajadas
A partir de la enseñanza de su fundadora, la Madre Lucía de Frutos asegura que su misión es «la atención de cuerpo y alma de los ancianos, procurando que en sus últimos años vivan animados dentro de sus enfermedades, con la mayor alegría y serenidad, así como con agradecimiento por una vida tan trabajada como la que ha tenido esta generación y que ahora todos reconocen».
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