La fiesta de la Virgen del Carmen recuerda la atención pastoral a la gente del mar
Este lunes, 16 de julio, se celebra la fiesta de la Virgen del Carmen. Desde el fin de semana en la mayoría de parroquias marítimas ya se han organizado las tradicionales procesiones marítimas con motivo de la patrona de la gente del mar. Es un momento especial durante el año, pero que recuerda una realidad sobre la que la Iglesia “invita a todos a prestar nuestra seria atención y plegaria”, como manifiesta mons. Luis Quinteiro, Obispo de Tui-Vigo y promotor del Apostolado del Mar, en el mensaje de este año. En la Diócesis se cumple el primer aniversario de la bendición de los locales de Stella Maris, que han acogido a cerca de un millar de marinos. (Al final de la noticia, adjuntamos la entrevista con el director del Secretariado del Apostolado del Mar).
Albert Arrufat, director del Secretariado del Apostolado del Mar, considera que la respuesta al nuevo servicio ha sido muy positiva, “sobre todo porque el contacto con los marinos, el trabajo personal con ellos, es muy intenso. Hay más gente de la que pensábamos”, declara. El equipo de 15 voluntarios también visita los mercantes que llegan al puerto de Castellón. En medio año casi se llegó a 400 personas en el centro.
El Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, presidido por el cardenal Peter A. Turkson, emitió el 8 de julio una mensaje en el que manifiesta su agradecimiento a los casi 1.200.00 marineros que con su “duro trabajo lleno de sacrificios aseguran el transporte del “90% de los bienes que utilizamos en nuestra vida cotidiana”.
El texto llama la atención sobre “algunos de los obstáculos que la gente del mar afronta cotidianamente”. Uno es la negación del permiso de desembarcar y que capellanes y voluntarios puedan visitar el barco. También está la violencia en el mar y la piratería: “La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada ha privado a muchos Estados costeros de sus recursos marítimos naturales, creando una situación de extrema pobreza en el país, y facilitando a individuos sin escrúpulos a convertir pescadores desesperados y sin trabajo en piratas”.
1.300 marineros abandonados en 5 años
El abandono de buques y su tripulación – más de 1.300 marineros en los últimos cinco años que se quedan sin sueldo y con restricciones migratorias lejos de casa – y el impacto ambiental en los océanos son otros desafíos que se plantean a la gente del mar. Sobre todo ellos, se invoca a “María, Estrella del Mar, para que extienda su protección maternal a la gente del mar y la guíe en los peligros hacia un puerto seguro”.
Ofrecemos a continuación la entrevista con D. Albert Arrufat publicada en la Hoja Parroquial del 8 de julio
“Los marinos reclaman no sentirse solos ante las dificultades”
La gente del mar está de fiesta. Hace una semana celebraban a San Pedro, pescador y apóstol. En siete días estarán en vísperas de la Virgen del Carmen, patrona de los marinos. Muchas parroquias de Segorbe-Castellón viven de cara al mar. El puerto de Castellón es un centro en crecimiento que cada año acoge a 30.000 marinos mercantes, y que se está preparando para recibir a cruceros. Hace un año se inauguró el centro Stella Maris del Apostolado del Mar.
- ¿Cómo vive la gente del mar las fiestas san Pedro y de la Virgen del Carmen.?
- La gente de la mar es de muchas maneras. La mayoría tiene fe pero practican poco. Pero en esa devoción particular ves gente que han tenido alguna dificultad o personas enfermas, y rezan cuando pasa la imagen en la procesión.
- El 7 de julio se cumple un año de la inauguración del centro de Stella Maris. ¿Qué respuesta ha encontrado?
- Muy positiva, sobre todo porque el contacto con los marinos, el trabajo personal con ellos, es muy intenso. Hay más gente de la que pensábamos. En medio año casi se llegó a 400 personas en el centro. Además está la visita a los barcos, en las que lo principal es dar información. En general es decir que estamos con ellos, atentos a sus necesidades y transmitirlas porque hasta ahora eran invisibles o sus reclamaciones quedaban dentro del barco. Pero simplemente el tener una acogida amigable cuando llegan a puerto ya es muy importante, porque son gente extranjera en un lugar desconocido que no saben dónde ir o conseguir lo que necesitan. Ahora hay unos 15 voluntarios.
- ¿Qué desafíos se presentan ante la gente del mar?
- Lo que ellos reclaman es no sentirse solos ante las dificultades. Y esas dificultadas son básicamente de comunicación, poder estar en contacto con la familia. Esto es fácil de solucionar ofreciendo un wi-fi gratis para llamar a la familia, como se ofrece en Stella Maris. Luego hay las dificultades normales a nivel laboral, pero que se agravan por ser extranjeros. Y también las cuestiones de salud, como recuerda el lema del día del marino de la ONU, que pone el foco sobre la salud mental.
- El mar está muy presente en el Evangelio. ¿Qué nos enseña?
- Creo el estar en alta mar supone una fragilidad tan grande que buscas ayuda, solidaridad, y es muy fácil pasar a lo trascendente. Por eso los marinos suelen ser gente muy religiosa.
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