La Concatedral se convierte en la casa de los emigrantes
Este domingo han culminado los actos organizados por el Secretariado Diocesano de Migraciones con la Eucaristía presidida por Mons. Casimiro López Llorenten la Concatedral de Santa María. El Obispo ha insistido en las cuatro acciones que recomienda el Papa en su mensaje: Acoger, promover, proteger e integrar. Han participado grupos de Perú, Ucrania, Nigeria, Colombia, Haití y Rumanía. Con éstos últimos, estaba también el párroco rumano ortodoxo de Castellón, P. Nicolae Ionita.
Mons. López Llorente se ha basado en las lecturas de la liturgia dominical para afirmar que Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, “es decir – explicaba el Obispo en su homilía – la separación y la discriminación. Y nos regala en cambio que todos seamos hermanos”.
Mensaje del Papa
El Obispo ha remitido al mensaje del Papa Francisco, en el que el Pontífice hace un llamamiento a los poderes públicos nacionales e internacionales. Al mismo tiempo se preguntaba qué se puede hacer a nivel personal y de comunidades parroquiales. “Lo primero, acoger”, afirmaba dirigiéndose a los fieles inmigrantes, a los que invitaba a sentirse en su casa: “Esta es vuestra Iglesia, vuestra comunidad”.
Mons. López Llorente ha manifestado su deseo de que se trabaje para que haya leyes justas, y ha recordado que “nuestra Iglesia diocesana sigue esperando que las autoridades acojan los pisos previstos de acogida para los refugiados”.
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