La Iglesia de Segorbe-Castellón acoge a un nuevo feligrés en la Parroquia de San Juan Bautista del Pueblo Seco
Ayer se celebró la iniciación cristiana de Jaume Bleda Rodríguez-Bobada, de 23 años de edad, a quien el Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, administró los Sacramentos del Bautismo y la Confirmación en una celebración que tuvo lugar en la Parroquia de San Juan Bautista del Pueblo Seco, en el barrio de San Agustín y San Marcos, en Castellón.
En el V Domingo de Pascua, la Iglesia Diocesana celebró con júbilo y alegría esta nueva incorporación en la que además, D. Casimiro también administró la Confirmación a la madre del joven catecúmeno, Dª. María Manuela Rodríguez-Bobada. Una celebración en la que nuestro Obispo dio gracias a Dios pues, como rezaba el salmo del día «el Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas» y acogió en sus brazos de padre a su hijo Jaume.
A la luz de la palabra proclamada (Juan 13, 31-33. 34-35) nuestro Obispo, durante la homilía, se refirió a la Eucaristía como «el encuentro ante el Señor que nos anima a vivir la verdad siguiendo su ejemplo». Puso el acento en el mensaje del «amor de Dios» y en «el mandamiento nuevo del amor», y advirtió del profundo significado de los Sacramentos administrados a Jaume. En primer lugar, a través del Bautismo, dijo al catecúmeno, «hoy entras en la vida de Dios, una vida a la que fuiste llamado por amor y que, como decía el Evangelio, sigas el mandamiento nuevo». No hay nada más triste en este mundo, dijo D. Casimiro, «que no sentirse amados y no saber amar». En la misma celebración, se le administró, junto a su madre, la Confirmación, a través de la cual, dijo D. Casimiro, «Dios os va a llenar del Espíritu Santo para que sigáis caminando y creciendo como discípulos del Señor».
La celebración fue doblemente emotiva dadas las particulares circunstancias de la familia. Hasta hace escasamente unos años, tanto el joven catecúmeno como su familia, habían practicado su espiritualidad en otras creencias distintas a la católica. Sin embargo, cayeron en el desaliento, al tiempo que sentían la necesidad de un acercamiento a Dios que se veía acrecentada al mantener contacto con algunos sacerdotes a quienes hacían partícipes de sus anhelos, lo que les motivó a dirigir su camino de fe hacia la Iglesia Católica participando en las Eucaristías celebradas en la Parroquia.
Poco tiempo después Dª Manuela y su hijo Jaume se dirigieron al Párroco de San Juan Bautista del Pueblo Seco, el Rvdo. D. Vicente José Paulo Gómez, manifestándole el deseo de Bautismo para Jaime y la Confirmación para Dª Manuela, iniciándose el expediente.
Ha sido un proceso no exento de dificultades ya que poco después, la pandemia nos llevó al confinamiento. Pese a todo, pudo mucho más su deseo de pertenecer a la Iglesia Católica y las limitaciones propias de los aislamientos se superaron gracias a Joaquín, hijo y hermano de los solicitantes, que siendo católico y ejerciendo de catequista en la parroquia de San Francisco, en Vila-real, asumió la tarea de catequizar a su madre y hermano quienes, supervisados por el párroco, fueron conociendo los misterios de la fe, los sacramentos y la vida cristiana.
Previo a la celebración de ayer, tal y como se establece en el Rito de Iniciación Cristiana para Adultos (RICA), Jaume hizo su confesión de fe culminando así la catequesis requerida.