CASIMIRO LÓPEZ LLORENTE,
POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SANTA SEDE APOSTÓLICA,
OBISPO DE SEGORBE-CASTELLÓN
Después de más de un año, el mundo entero sigue afrontando la lucha contra la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias, auténtico drama que ha afectado a casi todas las dimensiones de la vida de las personas, y también a la vida y acción pastoral de nuestra Iglesia. La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos recuerda que la pandemia también ha influido en la vida litúrgica de la Iglesia, y que “las normas y directrices contenidas en los libros litúrgicos, concebidas para tiempos normales, no son enteramente aplicables en tiempos excepcionales de crisis como estos”.
Esto afecta también a la celebración de la Semana Santa, la Semana más grande del Año litúrgico. Durante estos días, la Iglesia celebra los misterios de la salvación actuados por Cristo en los últimos días de su vida, comenzando por su entrada mesiánica en Jerusalén. El tiempo de Cuaresma continúa hasta el Jueves Santo. A partir de la Misa vespertina «en la Cena del Señor» comienza el Triduo pascual, que continúa durante el Viernes de la Pasión del Señor y el Sábado Santo, y tiene su centro en la Vigilia Pascual y acaba con las Vísperas del domingo de Resurrección.
Valorando la actual situación de la pandemia, teniendo en cuenta las medidas sanitarias y de restricción de movimiento dadas por las autoridades civiles, teniendo en cuenta las orientaciones de la Conferencia Episcopal Española y para procurar el bien espiritual de pastores y fieles, damos las siguientes disposiciones e indicaciones prácticas para celebrar la Semana Santa y el Triduo Pascual este año de 2021. Así pues, para todo el territorio de nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón, por el presente decreto
DISPONGO
a) Observaciones de carácter general.
1. Siempre que sea posible, desde un discernimiento responsable que ha de hacer cada fiel, se recomienda la participación presencial en la celebración, formando parte activa de la asamblea.
2. Aquellos fieles que, por razón de edad, enfermedad, o de prudencia sanitaria, no puedan participar presencialmente en las celebraciones, síganlas por los medios de comunicación.
3. En todas las celebraciones se deberán respetar las normas emanadas de las autoridades sanitarias en la lucha contra el virus: el aforo de los templos, en la actualidad el 50%, las recomendaciones sanitarias e higiénicas para hacer de los lugares de culto espacios sanos y seguros, el uso de la mascarilla, disponibilidad de gel hidroalcohólico, distancia social, ventilación de los espacios, etc.
4. Prepárense con sumo cuidado las celebraciones, eligiendo bien las alternativas que propone la Liturgia y acogiendo de buen grado las indicaciones para adaptarlas a este tiempo de pandemia.
5. En las distintas celebraciones se ha de reducir al mínimo necesario el número de ministros que intervienen –acólitos, lectores, etc.–, sin que ello desdiga de la dignidad de la celebración.
6. El canto no está prohibido, siempre y cuando se haga con las medidas de precaución adecuadas –uso de mascarilla en todo momento y distancia de seguridad entre las personas–.
7. Es posible la utilización de subsidios para el canto en soporte de papel, o cualquier tipo de folleto explicativo de la celebración, siempre y cuando se utilicen en una única celebración. Hay que disponer un lugar en el que cada fiel pueda recoger el folleto y evitar en todo caso su distribución.
8. Para recibir la comunión de manera segura y ordenada, sigue en vigor la disposición de 14 de marzo de 2020: “En el momento de la Comunión debe guardarse la distancia de seguridad en la fila y debe recibirse preferentemente en la mano. Quienes deseen comulgar en la boca, deben esperar al final de la fila”.
9. En el caso de que los aforos permitidos en las iglesias sean un grave problema para la participación de los fieles, los párrocos que deseen hacer varias celebraciones en el mismo templo, deben pedir permiso al Sr. Obispo.
10. Con el fin de que los enfermos y las personas en confinamiento o de alto riesgo puedan seguir las celebraciones desde sus casas, se retransmitirá en directo por Televisió Castelló, desde la S. I. Catedral-Basílica de Segorbe el Triduo Pascual presidido por el Sr. Obispo. El horario será el siguiente:
– Jueves santo: Misa de la Cena del Señor, 19 h.
– Viernes santo: Celebración de la Pasión del Señor, 17 h.
– Sábado: Vigilia Pascual, 20 h.
– Domingo de Resurrección: Misa de Pascua, 10:30 h.
11. Se recomienda vivamente que se cuide y fomente el Sacramento de la Penitencia. Se ruega a los sacerdotes una mayor disponibilidad para que los fieles puedan celebrar este Sacramento, con todas las medidas de precaución, de distancia social y garantía de la debida reserva y confidencialidad.
b) Domingo de Ramos en la Pasión del Señor.
La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, que comprende a la vez el presagio del triunfo real de Cristo y el anuncio de la Pasión. En todas las misas, incluso en las vespertinas del sábado, se ha de hacer la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén.
1. Para la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén se evitará la forma primera descrita por el Misal –bendición de ramos y procesión desde una iglesia menor o local apto–.
2. Debido a las circunstancias actuales y de aforo, en todas las misas se utilizará la forma segunda o tercera. En las dos, los fieles permanecerán en sus lugares.
– En la segunda fórmula, la bendición de ramos y proclamación del Evangelio de la entrada del Señor en Jerusalén se hará en la entrada de la iglesia o en otro lugar apto fuera del presbiterio. La procesión la realizarán únicamente el sacerdote y los ministros.
– La tercera fórmula es la entrada simple sin la bendición de los Ramos. Se canta la antífona o el canto de entrada, se llega a la Sede y la Misa comienza con la señal de la cruz y el saludo al pueblo.
3. Conviene que los fieles traigan los ramos o las palmas. Donde no sea posible, se aconseja que estén distribuidos por los bancos o asientos antes de la celebración.
4. Para la proclamación de la Pasión no se llevan ni luces ni incienso, ni se hace al principio el saludo al pueblo como de ordinario para el Evangelio, ni se signa el libro.
El Triduo Pascual. La Iglesia celebra cada año los grandes misterios de la redención de los hombres desde la Misa vespertina del jueves en la Cena del Señor «hasta las Vísperas del domingo de Resurrección». Este período de tiempo se denomina justamente el «Triduo del crucificado, sepultado y resucitado»; se llama también «Triduo pascual» porque en su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la Pascua, es decir el tránsito del Señor de este mundo al Padre.
c) Jueves Santo.
1. Con la Misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo pascual. La Misa «en la Cena del Señor» celébrese por la tarde.
2. Para la Liturgia Eucarística de la Misa en la Cena del Señor, se procede según el Misal Romano omitiendo el rito del Lavatorio de los pies.
3. Para la reserva del Santísimo Sacramento es mejor elegir un lugar de la Iglesia que permita el mayor aforo posible evitando capillas pequeñas. Para la procesión hasta el lugar de la reserva irán solo el sacerdote y los ministros necesarios.
4. Terminada la Misa se despoja el altar en el cual se ha celebrado. Conviene que las cruces que haya en la iglesia se cubran con un velo de color rojo o morado, a no ser que ya hayan sido cubiertas el sábado antes del V domingo de Cuaresma.
5. En los casos que el Obispo permita la celebración de varias Misas de la Cena del Señor en la misma iglesia, háganse siempre por la tarde, y omítase, salvo en la última, la reserva solemne del Santísimo.
6. Para programar la celebración de la Hora Santa se tendrá que tener en cuenta el toque de queda a las 22 h.
d) Viernes Santo.
En este día, en que “ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo”, la Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y Esposo y adorando la Cruz, conmemora su nacimiento del costado de Cristo dormido en la Cruz e intercede por la salvación de todo el mundo.
1. El Viernes de la Pasión del Señor es un día de penitencia obligatorio para toda la Iglesia por medio de la abstinencia y el ayuno.
2. En la celebración del Vía Crucis en las iglesias, los fieles permanecerán en sus lugares y sólo el celebrante y ministros recorrerán las distintas estaciones por el templo.
3. La celebración de la Pasión del Señor ha de tener lugar después del mediodía, cerca de las tres (15h.). Por razones pastorales puede elegirse otra hora más conveniente pero nunca después de las ocho de la noche (20h.).
4. En la oración universal se utilizará el formulario habitual con el añadido de la intención especial que la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el pasado año (Decreto Prot. N. 155/20). El texto de la intención, que se añade entre la IX y la X, es el siguiente:
IXb. Por quienes sufren en tiempo de pandemia.
Oremos también por todos los que sufren las consecuencias de la pandemia actual: para que Dios Padre conceda la salud a los enfermos, fortaleza al personal sanitario, consuelo a las familias y la salvación a todas las víctimas que han muerto.
Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno,
singular protector en la enfermedad humana,
mira compasivo la aflicción de tus hijos
que padecen esta pandemia;
alivia el dolor de los enfermos,
da fuerza a quienes los cuidan,
acoge en tu paz a los que han muerto
y, mientras dura esta tribulación,
haz que todos
puedan encontrar alivio en tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
5. En el momento de la adoración de la Cruz, el celebrante hará una genuflexión o una inclinación profunda ante la misma. El resto de la asamblea, al acercarse a adorar la Cruz, lo hará por medio de una genuflexión o inclinación profunda. No se tocará ni besará la Cruz.
6. Durante la adoración de la Cruz se hará la Colecta Pontificia por los Santos Lugares a favor de los cristianos que viven en la Tierra Santa, la tierra de Jesús.
d) Sábado Santo
Durante el Sábado santo la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte, su descenso a los infiernos y esperando con la oración y el ayuno, su resurrección.
Hoy la Iglesia se abstiene absolutamente del sacrificio de la Misa.
e) Vigilia Pascual
Según una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela en honor del Señor, y la vigilia que tiene lugar en la misma, conmemorando la noche santa en la que el Señor resucitó, ha de considerarse como «la madre de todas las santas vigilias».
1. Este año, para fijar la hora de la celebración de la Vigilia Pascual habrá que ajustarse necesariamente a las restricciones del toque de queda. Elíjase una hora adecuada para el comienzo de la celebración que facilite a los fieles la participación en la misma y el regreso a sus casas al finalizar.
2. El “inicio de la Vigilia o lucernario” se puede hacer a la entrada del templo. El celebrante principal deberá estar acompañado por un número limitado de ministros, mientras todos los fieles se mantendrán en sus lugares. Se bendice el fuego, se hacen los ritos de preparación y se enciende el cirio tal como indica el Misal. El sacerdote y los ministros, manteniendo la distancia de seguridad, hacen la procesión por el centro de la nave central y se cantan las tres invocaciones “Luz de Cristo”. Con las medidas de seguridad necesaria, los fieles recogerán las velas de un lugar fijo antes del comienzo de la celebración. Para su encendido se les puede acercar el Cirio y que la pasen unos a otros sin moverse de su sitio. Después de las invocaciones se canta el Pregón Pascual.
3. La “Liturgia de la Palabra” se desarrolla del modo habitual. Se proponen nueve lecturas: siete del Antiguo Testamento y dos del Nuevo (Epístola y Evangelio), que, donde sea posible, se han de leer todas, para salvaguardar la índole de la Vigilia. Por motivos de orden pastoral puede reducirse el número de lecturas del Antiguo Testamento; pero deben leerse, por lo menos, tres de ellas, concretamente de la Ley y los Profetas, y los respectivos salmos responsoriales. Nunca puede omitirse la lectura del capítulo 14 del Éxodo (tercera lectura) ni su canto.
4. Terminada las lecturas del Antiguo Testamento, se canta el himno «Gloria a Dios», se hacen sonar las campanas, se dice la oración colecta y de este modo se pasa a las lecturas del Nuevo Testamento.
5. La “Liturgia bautismal” se celebra tal y como viene indicada en el Misal. La presencia de la asamblea aconseja no omitir el rito de la aspersión después de la renovación de las promesas bautismales. Tómese la precaución, sin embargo, de evitar el contacto con el agua que se va a bendecir cuando ésta se prepare, y que el sacerdote higienice las manos con gel hidroalcohólico antes de la aspersión.
6. Si se han de administrar los sacramentos de la Iniciación Cristiana a adultos o si se celebra el Bautismo de algún niño, hágase con todas las medidas higiénicas y sanitarias que garanticen que los signos y ritos se hagan adecuadamente, pero de forma segura, especialmente los que implican el contacto, como las unciones, que deben realizarse con un bastoncillo de algodón.
f) Domingo de Pascua de Resurrección
1. La Misa del día de Pascua de Resurrección se debe celebrar con la solemnidad que dispone el Misal Romano.
2. El Cirio pascual, que tiene su lugar junto al ambón o junto al altar, enciéndase en todas las celebraciones litúrgicas de este tiempo, tanto en la Misa como en Laudes y Vísperas hasta el domingo de Pentecostés.
Esperando que estas disposiciones y orientaciones sean acogidas de buen grado en nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón, seguimos rezando por el fin de la pandemia, por los difuntos, los enfermos y sus familias, y por todos los que dedican su esfuerzo a paliar las consecuencias de esta crisis sanitaria que estamos padeciendo. Recemos para que la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo sea un auténtico encuentro con Él, que fortalezca la fe, la esperanza y la caridad de todos los fieles.
Publíquese el presente en el Boletín Oficial y en la página web de nuestro Obispado.
Dado en Castellón de la Plana, a 15 de marzo del Año del Señor de 2021.
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
Ante mí,
Ángel E. Cumbicos Ortega
Canciller-Secretario General