Manos Unidas contribuye a cerrar la brecha digital en comunidades rurales marginadas del estado indio de Bengala Occidental
El próximo domingo, 8 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Alfabetización, que reconoce cómo ésta es un primer paso imprescindible para garantizar el derecho humano a la educación, y un requisito previo para el acceso al resto de derechos humanos.
«A pesar de ello, las cifras siguen mostrando esta realidad contraria a la garantía de estos derechos», denuncia María José Hernando, del Departamento de Estudios de Manos Unidas. Según los últimos datos facilitados por la UNESCO, en 2022, al menos uno de cada siete adultos mayores de 15 años -763 millones de personas-, carecía de habilidades básicas de alfabetización. «De ellos, 102 millones eran jóvenes de entre 15 y 24 años, que, desgraciadamente, afrontarán su futuro con casi nulas garantías de progreso», añade Hernando. Y las mujeres, fundamentalmente en África Subsahariana y en Asia Central y Meridional suponen el 57 % de la población sin alfabetizar.
Para Manos Unidas, garantizar el acceso a la alfabetización de jóvenes y adultos es una tarea preferencial para cambiar la vida de millones de personas que no tienen formación para leer y escribir con un nivel básico de competencia. «Personas que, como consecuencia, se ven excluidas de participar activamente en un mundo cada vez más alfabetizado y digitalizado, lo que puede derivar en marginación y discriminación», explica María José Hernando.
Desde su nacimiento en 1959, Manos Unidas ha tenido claro que el derecho a la educación, y su «necesario precedente», la alfabetización, son indispensables si se quiere construir un mundo donde todas las personas, sin exclusión, puedan llevar a cabo sus proyectos y aspiraciones personales, donde puedan desarrollarse y tomar parte en sus sociedades en condiciones de igualdad.
Por ello, en el año 2023, la ONG de la Iglesia católica destinó casi 9 millones de euros a 151 proyectos educativos dirigidos a formar a población infantil y adulta. Son proyectos que van desde la alfabetización hasta la formación profesional y la formación de profesorado, pieza clave en la construcción de una sociedad civil crítica y fuerte.
La alfabetización digital, clave para enfrentar el mundo
En estos momentos, la alfabetización también es indispensable para que las personas puedan desenvolverse en un mundo digitalizado. Eso significa saber leer, escribir y utilizar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), tales como Internet, ordenadores, teléfonos inteligentes y redes sociales. «Porque –asegura Hernando- el analfabetismo digital está íntimamente relacionado con la vulneración de derechos fundamentales, con la desigualdad y la discriminación, ya que impide el acceso a la información y a la comunicación y, en consecuencia, las deja fuera de la sociedad del conocimiento».
En el corazón de la India rural, donde la educación suele ser un lujo, el proyecto puesto en marcha por los salesianos de Don Bosco, con apoyo de Manos Unidas, en cuatro comunidades marginadas y remotas, abre una puerta a la alfabetización digital para niños y niñas de tribus rurales que acuden a los centros de la congregación.
Mediante la creación de laboratorios informáticos en 3 internados y 2 centros educativos rurales, el proyecto aborda directamente la falta de acceso a la tecnología y de competencias digitales a la que se enfrentan muchos estudiantes de familias vulnerables de la zona. Mediante el acceso a infraestructuras digitales, profesores formados y cualificados y un plan de estudios digital bien elaborado, estos niños están adquiriendo las herramientas que necesitan para acceder a la información, mejorar su educación y contribuir a sus comunidades.
El proyecto Bridging the Digital («Cerrando la brecha digital») es, según los socios locales de Manos Unidas, algo más que un programa de alfabetización informática: «Es un faro de esperanza para los niños de las zonas rurales, un camino hacia un futuro más brillante y mejor conectado».
Nacida en 1959, Manos Unidas es la Asociación de la Iglesia católica en España para la ayuda, promoción y desarrollo de los países en vía de desarrollo. Es, a su vez, una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD), de voluntarios, católica y seglar. |