La imagen de la Virgen de la Paciencia luce entronizada en un nuevo retablo
Ayer tarde, en la víspera de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, la Junta de la Cofradía de la Virgen, fieles, vecinos y visitantes de Oropesa del Mar, participaron en la Solemne Eucaristía en la que, con motivo de las celebraciones del 60º Aniversario del regreso de la imagen de la Patrona a la población, se entronizó la imagen de la Virgen de la Paciencia en un nuevo retablo, junto al Sagrado Corazón de Jesús, y a San José con el niño Jesús.
La celebración se vivió con especial fervor pues la Virgen, dijo el párroco, D. José Miguel Sala, «no tenía un espacio digno donde se la pudiera venerar a la altura de la devoción popular que sienten por ella los oropesinos». Se trata de una réplica de la imagen original que se encuentra en la Capilla de la Virgen ubicada en el casco antiguo del municipio y que desde la pandemia, para facilitar su veneración, se dispuso en el altar mayor de la parroquia.
La celebración fue de acción de gracias a Dios, «por los dones recibidos a través de la intercesión de la Madre de Dios». La actual Capilla donde ahora luce la Patrona de Oropesa del Mar ha sido posible gracias a las donaciones recibidas de los fieles y como consecuencia de las obras a las que se está sometiendo al templo. De esta forma, también se ha dado un lugar especial a la Virgen del Pilar, que ahora luce en la Capilla Bautismal, y que también es muy venerada en el municipio por haberse aparecido a Santiago Apóstol a quien está consagrado el templo.
Tras la liturgia de la Palabra, la homilía fue una interpelación para, a partir de este segundo domingo de adviento, «preparar el camino ante la venida de Cristo que vuelve a nacer y que quiere nacer de nuevo en el corazón de cada uno de nosotros». D. José Miguel Sala animó a los fieles a buscar en el interior del corazón «los muros que nos impiden reconocer nuestras equivocaciones y la necesidad de perdón».
Puso de ejemplo a María, Madre de Dios, «que entendió muy bien lo que significa preparar el camino y que hizo de su vida una entrega total a la voluntad de Dios acogiendo a su Hijo en su vientre y acompañándolo hasta la entrega total en la cruz por toda la humanidad».
Así invitó a los fieles a que, por intercesión de María, «entreguemos nuestro corazón a Dios, nos dejemos modelar por Él y lo demos a conocer a los demás, dando testimonio de Jesucristo ante el mundo actual».
Antes de la bendición final, la camarera de la Virgen, Dª. Mª Dolores Claret Blasco, fue la encargada de portar la imagen de la Virgen hasta el altar que se ha preparado en el nuevo retablo, a lo que siguió la bendición y la incensación por parte del sacerdote.
La celebración finalizó con el canto de la Salve a la Virgen y una gran ovación por parte de todos los fieles.