La Acción Católica se presenta en Santa María de Castellón

El miércoles se presentó la Acción Católica General (ACG) en la parroquia de Santa María de Castellón. El acto sirvió para explicar las características de este movimiento laical directamente dependiente de la Iglesia, así como compartir testimonios de las actividades que se realizan. El miércoles 2 de mayo habrá un nuevo encuentro. En un discurso al Foro internacional de la ACG, hace un año, Francisco animaba a formar “discípulos misioneros”, y agradecía que “han asumido decididamente la Evangelii Gaudium como carta magna”. Precisamente en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal que se ha concluido este viernes, se ha trabajado un documento sobre el Apostolado Seglar en el que se plantea dar un nuevo impulso a la Acción Católica.

El Papa recordaba que “el carisma de la Acción Católica es el carisma de la misma Iglesia encarnada entrañablemente en el hoy y en el aquí de cada Iglesia diocesana que discierne en contemplación y mirada atenta la vida de su pueblo, y busca renovados caminos de evangelización y de misión desde las distintas realidades parroquiales”. En el mismo sentido, el presidente diocesano, Javier Vicente, explicó sus 4 elementos fundamentales: Espiritualidad, Misión, Formación y Organización, destacando también su parroquialidad.

Los testimonios recogieron las experiencias de Mamen Salvador, acompañante de un grupo de jóvenes de ACG en la parroquia de san Francisco de Castellón, José Luis Guardiola, del grupo de ACG en Santa María, contando su experiencia parroquial vinculada a la coral «Pentecosta» y al grupo bíblico parroquial que derivó a la Acción Católica, y Marisol Granja, también de Santa María.

Vida, comunión y formación

La ACG se ofrece un modo de vivir la fe como laicos en medio del mundo, corresponsables y protagonistas, buscando el Reino de Dios y su Justicia. También un grupo parroquial para apoyarnos mutuamente en nuestra fe, en comunión con las otras realidades de la parroquia. Y en tercer lugar un proyecto de formación cristiana sin interrupciones, desde la infancia hasta la edad adulta, que permite integrar en el proceso formativo la dimensión familiar con mayor claridad.