Los participantes en el retiro sobre el Amor en la Palabra de Dios ponen de manifiesto una creciente sed de interioridad
En pocos días se llenaron las 40 plazas disponibles para el retiro sobre el Amor en la Palabra de Dios, organizado por la Comunidad de las Bienaventuranzas el fin de semana del 23 al 15 de octubre. El aforo estaba limitado por las medidas de prevención sanitarias del Centro de Espiritualidad de Santa Teresa, en el Desierto de las Palmas. El ponente, el hno. Moïse Ballard, biblista, no era especialmente conocido, como sería el caso del P. Jacques Philippe, que vendrá en junio del año próximo. Pero como están constatando los mismos carmelitas, desde la pandemia está creciendo la búsqueda de interioridad y sentido.
El retiro comenzó con una afirmación sorprendente: “Jesús no habla mucho del amor en el evangelio. En Marcos solo aparece esta palabra explícitamente una vez, y lo hace con dos referencias del antiguo testamento”. Así, citando a Marcos 12,29-31, el ponente introducía su predicación. A partir de aquí desarrolló un recorrido por la Sagrada Escritura partiendo de los personajes de Abraham, Moisés y David, mostrando que el amor es iniciativa de Dios que elige, hace alianza, y educa para vivir interiormente la obediencia a sus mandamientos.
Fidelidad de Dios
El hno. Moïse Ballard también explicó que ante la incapacidad de los hombres de corresponder al amor divino, Dios sigue siendo fiel, y que envió a su Hijo para dar la posibilidad de corresponder a su amor por la gracia. Con Cristo, por tanto, es posible amar como Dios según el ejemplo que él mismo muestra: querer a los enemigos, acercándose con humildad y descubriendo que ellos mismos están sufriendo. Después de Jesús, el gran modelo, aseguraba el predicador, es la Virgen María.
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