Un Año especial dedicado a la familia
Queridos diocesanos:
En el Ángelus de la fiesta de la Sagrada Familia, el pasado 27 de diciembre, el Papa Francisco anunciaba la celebración de un año especial dedicado a la familia. Comenzará el próximo día 19 de marzo, Fiesta de San José, en que se cumple el 5º Aniversario de la publicación de la Exhortación “Amoris Laetitia” del papa Francisco sobre la belleza y la alegría del amor matrimonial y familiar. El Año concluirá el 26 de junio de 2022 en el 10º Encuentro Mundial de las Familias en Roma.
Nuestra Iglesia diocesana se une de corazón a esta iniciativa del Santo Padre. El acto de apertura en nuestra Diócesis lo tendremos, D.m., en la Concateral de Santa María en Castellón el día 19 de marzo con una Eucaristía especial a las 12:00 de la mañana. Estáis todos convocados, especialmente las familias con sus hijos y los abuelos: familias de las parroquias, de los Equipos de Nuestras Señora, de los Grupos parroquiales de matrimonios y del Camino Neocatecumenal. A causa de la restricción del aforo del templo al 50% tendrán prioridad las familias. Cuento con vuestra participación en esta Eucaristía, en la que daremos gracias a Dios por el don de tantos matrimonios y familias que viven día a día con alegría la belleza del amor conyugal y familiar. Pediremos también por las familias que pasan cualquier tipo de dificultad.
El Papa desea que dediquemos este año al estudio y reflexión de “Amoris Laetitia”, centrada en la Buena Noticia del matrimonio y la familia. Con este fin se ofrecerán una serie de iniciativas espirituales, pastorales y culturales para conocer y difundir el contenido de la Exhortación y para acompañar a los adolescentes y novios, a los matrimonios y a las familias ante los desafíos de nuestro tiempo.
En efecto, en el contexto social, cultural, mediático y legislativo actual corren aires poco favorables para el verdadero matrimonio como comunidad de vida y amor entre un hombre y una mujer, basada en la donación recíproca, exclusiva e indisoluble, y abierta a la vida. Como tampoco son favorables para la familia como comunidad que acoge, defiende, protege y educa a los hijos, a pesar de que sea una de las instituciones más valoradas por los ciudadanos y tanto bien hace a sus miembros.
Pero, como dice el santo Padre, los cristianos no podemos renunciar a conocer, vivir y proponer el Evangelio del matrimonio y de la familia así como la belleza y la alegría del amor conyugal y familiar para “no contradecir la sensibilidad actual, para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro moral y humano. Estaríamos privando al mundo de los valores que podemos y debemos aportar” (AL 35). No nos podemos quedar en la mera denuncia de los males actuales. “Nos cabe un esfuerzo más responsable y generoso, que consiste en presentar las razones y las motivaciones para optar por el matrimonio y la familia, de manera que las personas estén mejor dispuestas a responder a la gracia que Dios les ofrece” (ib).
Por ello nuestra Iglesia diocesana, junto a la relectura y reflexión de la Exhortación, promoverá durante este año el primer anuncio del Evangelio del matrimonio y de la familia en catequesis, homilías, cursos de formación y en nuestros medios de comunicación; y lo haremos como servicio a niños, jóvenes, hombres y mujeres de hoy y a la sociedad entera.
Además, entre otras iniciativas, queremos a acompañar a los padres en la educación de sus hijos en la sexualidad y la afectividad, en el amor y el don de sí mismos; y a los novios en su proceso de noviazgo y en la preparación de su matrimonio para que descubran en su amor una llamada de Dios a vivir la alegría del amor. Seguiremos ofreciendo la creación y el acompañamiento de Grupos matrimoniales parroquiales, para ayudarles a descubrir la llamada de Dios a ser signo y lugar del amor de Dios en su amor matrimonial y en su vida familiar, a ser una familia cristiana, una iglesia doméstica, donde se viva el amor y se eduque a los hijos en la fe, el amor, la fraternidad, el respeto y el perdón. Las familias cristianas sonun don para la Iglesia y para la sociedad. Están llamadas también a ser protagonistas de la pastoral familiar. No olvidaremos su acompañamiento espiritual en convivencias y retiros, ni de acompañar a aquellas familias en situaciones de dificultad. Este Año nos invita a ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para incluir a todos los componentes de la familia.
Encomendamos este Año a la Sagrada Familia de Nazaret, en particular a San José, esposo y padre solícito, en este Año especialmente dedicado a él. Y pedimos a la Virgen María que las familias se sientan cada vez más fascinadas por el ideal evangélico de la Sagrada Familia.
Con mi afecto y bendición,
+Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón