Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
El pasado 12 de mayo, solemnidad de la Ascensión del Señor, se celebró la 58º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Para profundizar más en ella y en el ámbito periodístico en la Iglesia entrevistamos al Delegado de Medios de Comunicación Social de la Diócesis de Segorbe-Castellón, D. Héctor Gozalbo. Héctor es sacerdote y periodista, y lleva al frente de la Delegación desde septiembre del 2018.
- ¿Cuál es el cometido de la Delegación diocesana de Medios?, y ¿cuáles son tus tareas fundamentales como Delegado?
La Delegación Diocesana de Medios es un organismo diocesano que se encarga de promover, orientar y coordinar la Evangelización a través de los medios tradicionales de comunicación social (prensa, radio y televisión) así como de los nuevos medios como son internet y todo el mundo digital. También es competencia suya cuidar las relaciones con los medios de comunicación tanto eclesiásticos como civiles, atendiéndoles y manteniendo cercanía con ellos. Y por supuesto, ser la voz de la Diócesis y del Pastor que es el Obispo. Que todas las realidades diocesanas tengan cabida para así cultivar y manifestar la comunión y la misión eclesial. Todo ello con el objetivo de crear un clima de aceptación social del Evangelio, transmitiendo a la opinión pública una imagen correcta, comprensible y cercana de la Diócesis y de las realidades que la integran.
Las tareas del Delegado, básicamente, consisten en garantizar que todo lo anterior se cumpla. Es también el coordinador del equipo de trabajo (en nuestro caso integrado por tres personas más -Juan Gozalbo, Paz Ferrín y Henry Córdova- que dicho sea de paso realizan un trabajo encomiable y maravilloso). Y también es labor del Delegado coordinar ciertos aspectos con el Vicario General, puesto que la Delegación depende de la Vicaría General.
- ¿Los mejores momentos de este servicio a la Diócesis?
Hay muchos y muy buenos momentos. De por sí comunicar ya implica relacionarse y abrirse a los demás para escuchar lo que quieren contar. Que es de por sí una necesidad tan básica como el tener que alimentarse. Por tanto, es una satisfacción que otros recurran a la Delegación de Medios para transmitir lo que han vivido en su parroquia o en su movimiento con ocasión de alguna efeméride especial. Ya ese gesto se convierte en algo maravilloso. Pero tampoco podemos olvidar cuando desde la Delegación publicamos historias, en ocasiones desconocidas, de personas que casi anónimamente hacen tanto bien a sus parroquias y que sin saberlo están evangelizando de una manera extraordinaria. Y a nivel personal, uno de esos momentos importantes para mí, es cuando los martes nos reunimos para programar y distribuir los trabajos de la semana. Y también para jerarquizar el orden de noticias a publicar.
- Ser periodista de la Iglesia Católica en tu caso ¿es una profesión, una vocación, las dos cosas…?
En mi caso nunca he pensado que fuera una profesión. Desde el primer día lo he concebido como una vocación. Un día descubrí, gracias al testimonio de vida de un buen sacerdote que la experiencia interior de Jesús había marcado mi vida. Y, tras un largo discernimiento, decidí seguir un camino concreto para dedicarme por entero a la Evangelización, siendo portador de una Buena Noticia. Esa alegría me permitió no sólo abrir con valentía nuevos caminos sino también consolar corazones afligidos y dar esperanza a tantas personas que sufren y lo pasan mal. Pero a la par, también darme cuenta de que me encantaba contar lo que sucedía en mi entorno o lejos de él, siendo portador de vivencias. Y la prensa escrita, la radio o la televisión me permitieron hablar de personajes singulares o contar experiencias y hechos concretos. Al final, tu vida son tus pasiones, que en este caso, son mis vocaciones: sacerdocio y periodismo. Es una forma de vida, de la que también vosotros sois protagonistas. Y así lo vivo en cada jornada. Porque –y así me lo cuestiono- “si no hay pasión en tu vida, ¿has estado viviendo realmente? Encuentra tu pasión, sea lo que sea. Conviértete en ella y déjala convertirse en ti y te darás cuenta que grandes cosas pasarán para ti, por ti y gracias a ti.” (T. Alan Armstrong)
- ¿Crees que los medios de comunicación pueden facilitar la evangelización?
Los medios de comunicación son una fenomenal y extraordinaria herramienta al servicio de la evangelización y del anuncio de la palabra de Dios. Pero a veces no los aprovechamos como es debido. Hoy día la Iglesia Católica no puede mostrarse indiferente ante el poder de la conversación que tiene lugar en las redes sociales (twitter, facebook, Instragram, Tiktok, Youtube, entre otras). Me atrevo a decir que en ellas se construyen auténticas “comunidades virtuales” que sirven para comunicar y fortalecer la fe. Especialmente, en un público joven al que por otros medios sería imposible llegar.
- ¿Qué características crees que debe tener un periodista católico?
El Papa Francisco lo ha repetido en numerosos actos con periodistas y comunicadores. En primer lugar poner en práctica la invitación del Señor a “ir por el mundo y proclamar el Evangelio”. Por tanto, a anunciar lo que “hemos visto y oído” sin miedos ni reservas. Y en segundo lugar, ofrecer un testimonio nuevo en el mundo de la comunicación sin ocultar la verdad o manipular la información. Siendo portavoces de esperanza, de confianza en el futuro. No olvidemos que cuando la información es de calidad nos permite comprender mejor los problemas y desafíos que el mundo está llamado a enfrentar.
- ¿La Iglesia comunica bien?, ¿cuál crees que son los retos de la comunicación en la Iglesia a día de hoy?
Llevo veintisiete años dedicado a los medios de comunicación (porque empecé siendo muy joven y aún sin ser licenciado) y ahora en estos últimos tiempos he visto un cambio progresivo en la comunicación institucional de la Iglesia, con más apertura (aunque todavía nos queda mucho camino por recorrer). Siempre he pensado que hemos sido demasiado herméticos, que comunicábamos poco y mal. Tal vez por miedo a que tergiversaran nuestro mensaje (que lo siguen haciendo). A mi entender uno de los retos es no tener miedo a decir la verdad, aunque sea una verdad dolorosa o desagradable. Con prudencia y sentido común pero con transparencia y con un verdadero sentido de la profesionalidad.
- «Inteligencia artificial y sabiduría del corazón: para una comunicación plenamente humana» es el tema que propone el Santo Padre para la Jornada de este año, ¿Qué resaltarías de su mensaje?, ¿crees que es necesario hoy comunicar de un modo más auténtico, más humano?
Me preocupa mucho la idea de que todo vale en un mundo donde los límites los ponen las propias personas. Vivimos en una época donde la tecnología lo domina todo y en la que los valores cada vez brillan más por su ausencia. Me asusta comprobar que vivimos entusiasmados y a la vez plenamente desorientados. Por eso me quedo con la pregunta que lanza el Papa Francisco en su mensaje de este año: ¿Cómo podemos seguir siendo plenamente humanos y orientar hacia el bien el cambio cultural en curso?
Como dice el Papa Francisco “sólo dotándonos de una mirada espiritual, sólo recuperando una sabiduría del corazón, podremos leer e interpretar la novedad de nuestro tiempo y redescubrir el camino de una comunicación plenamente humana”.