La Diócesis de Segorbe-Castellón inaugura un curso centrado en la caridad y la justicia social
Curso de la segunda ola del Covid-19, de las mascarillas y de la distancia de prevención. Pero para la Diócesis de Segorbe-Castellón, y precisamente en este contexto de crisis sanitaria, económica y moral, también será el curso de la caridad y del compromiso con la justicia social. Esta mañana se ha celebrado la jornada de apertura de curso pastoral en el Seminario Mater Dei (Castellón). En la Eucaristía inaugural, el Obispo, D. Casimiro López Llorente, afirmaba: “La semilla que el Señor nos pide que sembremos, de un modo especial este año, es la del amor y la justicia (…) Las obras de amor serán el signo de credibilidad de nuestro amor a Dios”.
El encuentro ha contado con la participación presencial de un centenar de representantes de las realidades eclesiales de la Diócesis. Cerca de 200 personas más han seguido en directo el evento por las redes sociales. A todos ellos el Obispo les exhortaba a hacer suyos estos objetivos: “No son solo para los servicios diocesanos. La Diócesis es nuestra iglesia, nuestra comunidad, que nos une en la misión para seguir siendo presencia del amor de Dios en nuestro mundo. Por tanto es algo propio para cada miembro, cada comunidad, cofradía, movimiento, comunidad religiosa, centro educativo… Entre todos hemos de acogerlos para llevar a cabo esta misión que el Señor pone en nuestras manos”.
Los fieles traían la lección aprendida. La hermana Ana María Vallejo, religiosa terciaria capuchina de Segorbe, afirmaba que “es necesario en este tiempo potenciar y vivir la caridad, completada con la justicia. Esto es especialmente cierto para los que vivimos en la Iglesia y por el Evangelio”. Pascual Segura, Delegado Diocesano de la Junta de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, recordaba que “las cofradías nacieron como entidad caritativa, porque se encargaban de los pobres de cada población, de los enfermos y de enterrar a los difuntos sin medios. Como entonces, la caridad debe estar sobre todo”.
Desde el ámbito de la educación, la disponibilidad es la misma. “Caridad y justicia son dos palabras que se ajustan a nuestro lema: ser personas para los demás”, aseguraba Ana María Pascual, directora pedagógica del colegio diocesano La Milagrosa, en Segorbe. Juan Manuel Aragonés, director de Cáritas Diocesana, explicaba que “el amor de Dios es lo que nos mueve y lo que nos lleva al amor a los hermanos, y a trabajar por el bien común, que pasa por la caridad y la justicia social”. Al mismo tiempo puntualizaba que “caridad también es evangelizar, por eso en Cáritas debemos transparentar Aquel que nos mueve. De lo contrario seríamos una ONG más”.
Testimonio de compromiso
La segunda parte del encuentro ha contado con varios testimonios que han puesto de manifiesto el compromiso que la Iglesia católica ya tiene con la sociedad de Castellón. Desde Cáritas, por ejemplo, se ha recordado que durante los meses más duros de la pandemia no se ha dejado de atender a los necesitados, abriendo incluso nuevos recursos para acoger a las personas que viven en la calle.
Un servicio destacado es el Fondo Diocesano para el Covid-19: “En los dos primeros meses se recogieron más de 300.000 €, de los que ya se han utilizado 56.000. Queda un fondo importante, pero aún hay situaciones muy difíciles por venir. El año que viene nos llegarán todas las personas a las que no se les renueva los ERTE, y todos aquellos que no tienen acceso al ingreso mínimo vital por no contar con un número de la Seguridad Social”, advertía Juan Manuel Aragonés. También han compartido su experiencia un capellán de hospital y representantes de la Diócesis en el Congreso Nacional del Laicado que se celebró en Madrid en febrero.
Comunión de bienes
En el tiempo de compartir, D. Casimiro López Llorente ha hecho un llamamiento especial a vivir la comunión de bienes materiales y espirituales: “Como en la primera comunidad cristiana, cada uno debe pensar en los otros, pensar no solo en ‘yo’ sino en ‘nosotros’, para ser capaz de dar incluso lo necesario sabiendo que el otro tiene más necesidad”. Miguel Abril, vicario de pastoral, ha asegurado por su parte que como iglesia diocesana “tenemos proyecto, tenemos algo importante para decir y compartir: el evangelio de la caridad. Y lo podremos presentar constituyendo comunidades vivas e evangelizadoras”.
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