El Obispo pide renovar la fe y devoción eucarísticas ante las profanaciones

Esta tarde la iglesia parroquial de San Juan Bautista y la Virgen del Niño Perdido de Caudiel ha acogido la Misa de desagravio por la profanación eucarística cometida hace una semana. Al inicio de su homilía, Mons. Casimiro López Llorente afirmaba que el acto perpretado “duele a todos los que tienen un mínimo de fe en la presencia de Dios en la Eucaristía”. Y concluía pidiendo que aumente la fe y devoción eucarísticas: “Que el dolor nos purifique en nuestra fe y devoción a Cristo Eucaristía”.

El templo se ha llenado de fieles de diversas poblaciones. También estaban los presidentes de la Adoración Nocturna Femenina y Masculina (ANFE y ANE), así como religiosas Angélicas de Almenara. Junto al Obispo, lo acompañaban el Vicario General, D. Yago Gallo, y una decena de sacerdotes.

El Obispo ha recordado que en un año ha habido tres profanaciones. La primera, en mayo del 2017, fue a tan solo 15 kilómetros, en la población de Teresa. Mons. López Llorente evocaba cómo en la Misa de desagravio una feligresa le dijo en la sacristía que si retiraban el Santísimo del templo, el pueblo se quedaba “sin su vecino más importante”.

Por ello ha interpelado al compromiso de los párrocos y los fieles para mantener el Santísimo en los templos y que de domingo a domingo se “visite al Señor”: “Si reparamos es para que Jesús avive la fe en su presencia, que crezca la devoción y que no lo dejemos solo”.

«Jesús es el mejor regalo»

El Obispo también se ha dirigido a los niños de primera comunión de Caudiel, que llenaban el primer banco de la iglesia. Los ha animado a prepararse bien para recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo: “Él es el mejor regalo”.

Repasando los agravios cometidos en el último año –Teresa, San Pascual en Vila-real y ahora Caudiel- Mons. López Llorente ha advertido que pueden repetirse más casos y que no hay que obviar que junto a los robos puedan haber profanaciones conscientes.