Comunidades de «piedras vivas»
Queridos diocesanos:
El encuentro transformador con Cristo resucitado es el principio de renovación de la vida cristiana, y también para la renovación de nuestras parroquias para que éstas lleguen a ser comunidades cristianas, es decir, comunidades evangelizadas y misioneras.
San Pedro pide de todos los cristianos este encuentro vivificador con Cristo: “Acercándoos a Él (Cristo), piedra viva, rechazada por los hombres, pero escogida y apreciada por Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción de una casa espiritual para un sacerdocio santo, a fin de ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesucristo’ (1 Pt 2, 5). La Iglesia y cada parroquia será viva en la medida en que sus miembros sean «piedras vivas», es decir que vivan unidos, arraigados y ensamblados en Cristo, «piedra viva y angular»; una comunidad parroquial será viva si por sus miembros corre la gracia y la savia de la Vid que es Cristo, que genera comunión de amor y de vida con Dios y comunión fraterna con los hermanos. Este es principio vale para la renovación de toda comunidad eclesial. Leer más