Sentido cristiano de la Semana Santa
Queridos diocesanos:
Podría parecer una redundancia hablar del sentido cristiano de la Semana Santa. Pero ya no lo es en nuestro tiempo. La Semana Santa va perdiendo, en efecto, su sentido originario y propio, su sentido cristiano. Para muchos es tiempo de vacaciones y hablan de vacaciones de Semana Santa; otros la identifican con las procesiones; y, a tenor de la baja participación en los actos litúrgicos, no son tantos los que la entienden y viven todavía desde su sentido genuino.
La Semana Santa es la más importante de todo el año para la fe cristiana. La llamamos ‘santa’, porque es santificada por los acontecimientos que en estos días conmemoramos y actualizamos en la liturgia: la pasión, muerte y resurrección del Señor. Son la prueba definitiva del amor misericordioso de Dios a los hombres, manifestado en la entrega de su Hijo hasta la muerte y su resurrección a la Vida gloriosa. Cristo nos redime así del pecado y de la muerte, y nos devuelve a la vida de comunión con Dios y con los hombres: muriendo destruye la muerte y resucitando restaura la vida.