Villahermosa convierte la conservación de patrimonio en pastoral juvenil
Un viernes de finales de curso a mediodía el párroco de la Natividad de Ntra. Sra. en Villahermosa del Río recibe continuos mensajes del grupo de whatsapp de catequesis de Confirmación. Los siete jóvenes de 16 y 17 años esperan con impaciencia el encuentro de la noche. El 15 de julio recibirán el sacramento de la plenitud del Espíritu Santo y de la misión por manos del Obispo, y llegan cargados de ilusión. El sacerdote, D. Héctor Gozalbo, ha sabido aprovechar la riqueza de uno de los templos con mayor patrimonio para implicar a estos muchachos con la Iglesia viva.
El párroco muestra con satisfacción el Museo Parroquial, situado en un altillo detrás de la sacristía. El aspecto aseado del espacio contrasta con lo que se encontró hace nueve meses: “Sacamos cuatro contenedores y un remolque de porquería”. D. Héctor Gozalbo explica que enseguida pensó en implicar a los jóvenes que estudian en Castellón y vienen el fin de semana. Ellos invitaron a sus amigos, y la cercanía y trabajar juntos por el pueblo ha convertido la parroquia en su casa.
La implicación de los jóvenes es constante: “Desde 2016 son ellos los que montan el Belén de Navidad, a veces quedándose hasta medianoche. Y dicen que después de la Confirmación quieren seguir colaborando”, declara con satisfacción.
Los muchachos no descansan y ya tienen planes para el verano. En mayo comenzó la restauración del campanario del siglo XVIII. Hay que limpiar la estructura y quitar vegetación (¡a 30 metros de altura ha crecido una higuera!), rehacer las cornisas rotas al tirar las campanas durante la Guerra Civil, y recuperar unas decoraciones pictóricas que se han encontrado. La intervención tiene un coste de más de 80.000 € compartido por el Obispado y la parroquia, y los jóvenes han pensado organizar una discomóvil para recaudar fondos.
Implicar, visibilizar y transparencia
La Natividad de Villahermosa conserva el conjunto de retablos góticos más importante de la Comunidad Valenciana. También posee una talla policromada románica de San Bartolomé. En 2016 fue una de las sedes de la muestra La Llum de la Memòria. Una explicación del rico patrimonio se debe a que durante siglos esta parroquia, actualmente en los límites de Segorbe-Castellón con Teruel, perteneció a Valencia y era atendida por sacerdotes de la archidiócesis.
Para su mantenimiento como para nuevos proyectos -a la izquierda del altar principal se está concluyendo una nueva capilla del Calvario que Mons. López Llorente bendecirá cuando venga a confirmar- siempre se ha buscado la implicación de los fieles: “No deja de sorprenderme cómo la gente se compromete”, manifiesta el párroco. A su juicio, la clave está en implicar las personas, hacer cosas que la gente vea para qué da dinero, y ser transparentes en la gestión de los donativos. El resultado es que con una población de 400 vecinos, el año pasado recaudó casi 23.000 €. Y lo más importante: se crea comunidad, como muestra la experiencia de los jóvenes.
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