La alegría del Adviento
Queridos diocesanos
Cercana ya la Navidad, el tercer domingo de Adviento nos llama a redescubrir la alegría. En la liturgia resuenan las palabras del apóstol san Pablo: “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres” (Flp 4, 4). Ante esta invitación, nos podríamos preguntar: ¿Podemos alegrarnos? ¿Y por qué hay que alegrarse? San Pablo mismo nos da la respuesta: porque ‘el Señor está cerca’ (Flp 4, 5). En pocos días celebraremos la Navidad, la fiesta de la venida de Dios, que se ha hecho niño y nuestro hermano para estar con nosotros y para compartir nuestra condición humana. Podemos y debemos alegrarnos por esta venida y cercanía de Dios, por esta presencia suya entre nosotros; deberíamos entender cada vez más lo que significa que realmente Dios esté cerca de nosotros y en nuestro mundo, y dejarnos llenar de la bondad de Dios y de la alegría que suscita que Cristo esté y camine con nosotros.