El Consejo Pontificio para el Diálogo Inter-religioso da pautas para ser #IglesiaSamaritana ante la crisis sanitaria y social
El Pontificio Consejo para el Diálogo Inter-religioso (PCDI) difundió la semana pasada el documento «Sirviendo a un mundo herido en una solidaridad interreligiosa». Junto con el Consejo Mundial de las Iglesias (WCC en sus siglas en inglés), ofrece principios y recomendaciones para actuar como el Buen Samaritano ante la crisis sanitaria y económicas provocada por el Covid-19. Precisamente la Diócesis se prepara a comenzar un curso en el que se propone ser Iglesia Samaritana comprometida con la caridad y la justicia.
El PCDI manifiesta su convicción de «la importancia de recorrer este camino juntos» cristianos de diferente iglesias y confesiones. Por ello, establece siete principios comunes a todos los discípulos de Cristo: la humildad y la vulnerabilidad, el respeto, la comunidad, el diálogo, el arrepentimiento y la renovación, la gratitud y la generosidad, y el amor.
Al mismo tiempo asegura que el hecho de ser toda la humanidad creados por un único Dios, y la correspondiente corresponsabilidad de unos con los otros, permite compartir una misma actitud con creyentes de otras religiones y toda persona de buena voluntad. Es así que presenta siete recomendaciones para que los cristianos puedan comprometerse en esta tarea.
Siete recomendaciones
El primero es encontrar formas de llevar el testimonio a los que sufren. En segundo lugar anima a promover una cultura de inclusión que sea capaz de celebrar las diferencias como dones de Dios. A continuación advierte que la solidaridad debe alimentarse de espiritualidad, recuerda la necesidad de la formación y de comprometer a los jóvenes. Las dos últimas recomendaciones tratan sobre la creación de espacios para el diálogo, y de la reestructuración de proyectos y procesos para que se puedan llevar a cabo desde una solidaridad interreligiosa.
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