Dos Esclavas del Stmo. Sacramento se preparan para los votos perpetuos
Este primer viernes de Cuaresma, las madres Azuzena de María y Lidia Marisol del Niño Jesús han comenzado unos ejercicios espirituales para prepararse a la profesión perpetua el 8 de abril, Domingo de la Divina Misericordia. La Madre Carmen de Jesús, superiora de la comunidad de las Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada en Castellón, ha declarado que es un acontecimiento “muy importante porque rejuvenecen la congregación pero sobre todo porque permiten la continuidad de oración por la Iglesia, el mundo y los sacerdotes”.
Madre Lidia Marisol del Niño Jesús entró en la congregación a los 14 años en Guatemala, y ahora se prepara a los votos perpetuos con 25. Madre Azuzena de María, es guatemalteca como su hermana de religión, entró a los 19 años, llegó a España hace tres y ahora profesará con 28. Explica que, en su juventud, lo que le atrajo de las Esclavas fue la adoración al Santísimo día y noche: “Es desde el amor a Jesucristo que estamos rezando por todo el mundo”.
En el convento de Castellón hay actualmente 9 religiosas, dos tercios de las cuales con menos de 30 años. Fieles a su carisma, aseguran la adoración perpetua durante día y noche. Los fieles pueden acceder a la iglesia del antiguo convento de las Capuchinas de 7 a 14h y de 16:30 a 20:30h. “Siempre hay gente adorando al Señor, y ya desde la misa de 8 por la mañana participan unas 30 personas”, atestigua la superiora.
Además del trabajo de costura de ajuar litúrgico, reciben muchas personas en el locutorio que piden consejo y oración, “sobretodo de madres por sus hijos”, declaran. El día de la profesión perpetua se unirán a las madres de Castellón tres religiosas más de los conventos de Jaén, Granada y Ourense.
Más de 20 años en la Diócesis
Las Esclavas habían estado en Burriana durante 23 años, y en diciembre de 2016 cerraron la casa para fusionarse con la nueva comunidad de la capital, fundada en 2012. Las Religiosas Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada, fundadas en 1943 por la Madre María Rosario del Espíritu Santo, tienen como ideal, según sus propias Constituciones, “imitar en su vida interior y exterior la vida que lleva Jesús en el Santísimo Sacramento, ofreciéndonos en oblación de amor, estrechamente unidas a la Víctima Sagrada del Altar, para la mayor gloria de su Eterno Padre”. Obtuvieron la aprobación Pontificia el 31 de mayo de 1989.
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