El Prior de Lledó revela nuevos datos sobre la historia reciente de la Basílica
El salón Pompeyano del Real Casino Antiguo de Castellón estaba lleno ayer, miércoles 24 de abril. No habían más sillas libres para escuchar la conferencia “El renacimiento de Lledó tras la persecución religiosa de 1936. Setenta y cinco aniversario del retablo y altar mayor de la Basílica”. A pocos días de la fiesta de la Patrona de la ciudad, el prior de la Basílica, Josep Miquel Francés, reveló nuevos datos sobre la historia reciente del santuario.
La ponencia comenzó describiendo el ambiente de persecución religiosa de los años 30: Se prohibieron las manifestaciones públicas de fe, como procesiones y entierros, además de destruir Santa María y profanar el resto de iglesias de la ciudad. La ermita de Lledó no quedó al margen, y solo se salvó un cuadro de Cristo Crucificado, obra de Urbano Fos, del siglo XVII, que actualmente está expuesto en el centro de San Miguel con motivo de la muestra La Llum de la Memòria.
Con riesgo de algunos devotos, entre ellos el sacristán Vicente Ripollés y el erudito Ángel Sánchez Gozalbo, la imagen se salvó camuflada en un pote de chocolate “Rwanda”. La reliquia estuvo escondida en un hueco a la base del campanario de la parroquia de San Vicente. El testimonio fue recogido de manera oral del propio Sánchez Gozalbo.
Renacimiento de la Basílica
Después de la Guerra Civil, el pueblo de Castellón se propuso reconstruir la ermita. En 1940, con motivo de la fiesta del Lledó, se llevó en procesión solemne la imagen a la ermita. Pero la falta de recursos de Ayuntamiento y de la Junta de Recuperación de Templos, hizo que la iniciativa recayera exclusivamente sobre la Cofradía, presidida por Vitorino Villagrasa.
El arquitecto y alcalde de la ciudad, Vicente Traver Tomás, presentó en 1941 un proyecto valorado en 200.000 pesetas. El actual altar mayor y retablo corresponden al diseño original, aunque se tuvo que construir con materiales menos nobles, de modo que se consiguió concluir las obras por 69.000 pesetas de entonces. Hubo que recurrir a una cuestación popular, casa por casa. El 6 de mayo de 1944, hace 75 años, se celebró solemnemente la consagración. Josep Miquel Francés mostró en la conferencia una edición del ABC de Sevilla que encontró casualmente por internet, y en el que se recoge una crónica de esta celebración.
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