La Hoja del 1 de octubre, mes del Rosario y las misiones
/0 Comentarios/en La Hoja, Noticias destacadas/por obsegorbecastellonAl inicio del mes del Rosario y de las misiones, no puedes perderte este número de La Hoja:
- El Rosario, oración para sencillos y santos
- Escuchar y contemplar el Rosario, por mons. López Llorente
- Denuncia de las incidencia en la asignatura de Religión
- Ayuda a los afectados en los terremotos de México
- Entrevista con la hna. María José Asensi, misionera de la Consolación en Venezuela
Puedes leerlo aquí.
La XXX Asamblea de los Scouts de Castellón-MSC inaugura una nueva etapa
/0 Comentarios/en De Infancia y Juventud, Noticias, Noticias destacadas, Scouts/por obsegorbecastellonEl domingo 1 de octubre se celebró la XXX Asamblea de los Scouts de Castelló-MSC en los locales de la Parroquia Arciprestal de Sant Jaume de Vila-real. Se reunieron los representantes de las 8 agrupaciones de la Diócesis de Segorbe-Castellón para elegir a su nuevo Presidente. Los scouters escogieron a Manuel Burdeus Rubert, que ya hacía gestiones de coordinador y que ahora tendrá que ser confirmado por el Obispo.
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Vigilia en el 120 aniversario de la muerte de Santa Teresita
/0 Comentarios/en Noticias, Noticias destacadas/por obsegorbecastellonLa parroquia de Santo Tomás de Villanueva acogió el sábado pasado una vigilia de oración con Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz. Ese mismo día a las 19:20h, se cumplían 120 años de su muerte. La plegaria, organizada por la Comunidad de las Bienaventuranzas, tenía por título Pétalos de rosas y consiste en pedir la intercesión de la patrona de las misiones y doctora de la Iglesia según su promesa de que pasaría «el cielo haciendo el bien sobre la tierra”.
La familia vicenciana celebra los 400 años de su carisma
/0 Comentarios/en Delegación para la Vida Consagrada, Noticias, Noticias destacadas/por obsegorbecastellonLa familia vicenciana de Segorbe y Castellnovo se reunió pocos días antes de la fiesta de San Vicente de Paúl, el 27 de septiembre, para celebrar el 400 aniversario de carisma fundador de las Hijas de la Caridad. En encuentro fue en el Centro Sagrada Familia de Castellnovo, donde se celebró la Eucaristía fue presidida por D. José Miguel Navarro y concelebrada por D. Vicente Galindo y D. Juan Manuel Gallent.
Escuchar y contemplar a Cristo en el Rosario
/0 Comentarios/en Cartas, Cartas 2017, Noticias, Noticias destacadas/por obsegorbecastellon
Queridos diocesanos:
Nuestra Iglesia diocesana está trabajando por hacer de nuestras parroquias comunidades vivas desde el Señor y misioneras; esto pasa por ayudar a los bautizados a ser verdaderos cristianos, discípulos misioneros del Señor. Este es y debe ser el objetivo primero y fundamental de todo proceso de iniciación cristiana: sea el caso de adultos no bautizados, que piden el bautismo, o sea el caso de los bautizados en su infancia que desean recibir la primera Eucaristía o la Confirmación, o bien de los bautizados adultos que desean personalizar su fe mediante un proceso catecumenal.
La base indispensable para ser cristiano es el bautismo y el encuentro personal con Jesús, el Señor resucitado, que transforma el corazón, vivifica con la Vida de Dios y da la esperanza de la vida eterna; un encuentro que lleve a una adhesión de mente, de corazón y de vida a Cristo y su Evangelio. El papa Francisco, citando a Benedicto XVI, nos recuerda: «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva» (EG 7). Este encuentro con Cristo es fuente de alegría y aviva nuestra condición de bautizados, llamados a ser discípulos misioneros del Señor, cada cual según su vocación y ministerio: como presbíteros, diáconos, religiosos o seglares o como familias cristianas. Este encuentro personal con Cristo vivo será también la garantía de un buen proceso catecumenal de adultos. Y desde este encuentro se irán generando, con la ayuda del Espíritu Santo, comunidades de discípulos misioneros y viviremos “en estado permanente de misión”.
Son muchos los lugares y ámbitos donde el Señor sale a nuestro encuentro y nos podemos encontrar con Él: en la escucha atenta de su Palabra, en los sacramentos, de modo único en la Eucaristía, en la Liturgia de la Horas, en la lectio divina, en la oración personal y comunitaria, en cada hombre y en cada acontecimiento, en especial, en los hambrientos y sedientos, en los enfermos y encarcelados, y en las distintas expresiones de la piedad popular. Entre estas últimas destaca el Rosario, que es necesario recordar al comienzo del mes de octubre en que celebramos la fiesta de la Virgen del Rosario.
Algunos piensan que el Rosario es algo trasnochado, llevados quizá por la forma rutinaria, distraída y superficial con que tantas veces se reza. Cierto que hay que mejorar mucho su rezo, pero nunca dejarlo de rezar. Porque el rezo sosegado y atento del Rosario es una oración que nos lleva a escuchar a Jesucristo y a contemplar su rostro. Rezar el Rosario es en realidad contemplar con María el rostro de su Hijo. El Rosario es una oración sencilla y profunda a la vez. Rezado con fe y atención nos lleva al encuentro con Cristo, con sus palabras y con sus obras salvadoras a través de los misterios de gozo y de luz, de dolor y de gloria. Desde los misterios del Rosario llegamos al Misterio del Hijo de Dios. Su rezo se encuadra perfectamente en el camino espiritual de nuestra Iglesia diocesana, llamada a ser evangelizada y evangelizadora con la mirada, la mente y el corazón puestos en el Señor.
El rezo del Rosario, bien hecho, nos lleva al encuentro con Cristo. Con la Virgen María podemos aprender a contemplar la belleza de su rostro y a experimentar la hondura y la anchura de su amor desde todo el Evangelio. Pues el Rosario es una oración profundamente evangélica. No sólo los misterios, sino que también las mismas oraciones principales están tomadas del Evangelio: el Padrenuestro, la oración que Jesús enseño y mandó orar a sus discípulos; el Avemaría, con que saludamos a la Virgen con las palabras del ángel Gabriel y de su prima Isabel, y pedimos su intercesión en el presente y en el paso definitivo a la vida eterna. Al finalizar cada misterio, invocamos y alabamos a Dios Uno y Trino, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. En verdad: el rosario es un verdadero ‘compendio del Evangelio’.
El Rosario es fuente de gracia y de santidad para todos. Nos abre y dispone a la gracia de Dios. Es fuente de comunión con Dios mediante la comunión con Cristo en la contemplación de sus misterios; y es fuente de comunión con los hermanos en Cristo al ofrecer su rezo por alguna necesidad propia o ajena.
Recuperemos el rezo del Rosario: en privado o en grupo, en parroquias y comunidades, y también en las familias. Una familia que reza unida, permanece unida.
Con mi afecto y bendición,
+Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
Envío diocesano de catequistas y profesores de religión
/0 Comentarios/en Homilías 2017/por obsegorbecastellonS. I. Concatedral, Castellón de la Plana, 28 de septiembre de 2017
(Ag 1,1-8; Sal 149; Mt 28,16-21)
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Amados todos en el Señor, queridos sacerdotes, catequistas y profesores:
El Señor nos ha convocado para celebrar la Eucaristía, centro de la vida y misión de la Iglesia, de todo cristiano y también de vosotros, catequistas y profesores de religión y moral católica. En breve recibiréis a través de mis manos el encargo de catequizar en las parroquias o de enseñar en su nombre y en el de la Iglesia la religión y moral católica en la escuela de iniciativa pública o social, concertada o no concertada; esta celebración os debe llevar a todos a adquirir una conciencia más viva de vuestra condición de enviados por Cristo y por su Iglesia.
Un año más hemos querido hacer el envío conjuntamente para catequistas y profesores de religión, porque unos y otros participáis de un modo especial del ministerio de la Palabra que Jesús confía a sus apóstoles y sus sucesores, y a la Iglesia; y porque, aunque desempeñáis vuestra tarea en ámbitos distintos, todos lo hacéis dentro del proceso unitario de la iniciación cristiana y de la trasmisión de la fe cristiana: cooperáis así con la gracia de Dios a que se vayan generando verdaderos cristianos, es decir discípulos misioneros del Señor y miembros de una Iglesia viva y misionera; por ello unos y otros debéis hacerlo de un modo coordinado, es decir acordes y concordes en vuestra tarea, en comunión afectiva y efectiva con Cristo y con la Iglesia.
La Palabra de Dios que hemos proclamado ilumina algunos aspectos de nuestra celebración y de vuestra misión. En el Evangelio, Jesús nos decía: «Id y haced discípulos a todos los pueblos bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo». (Mt 16, 21).Yo lo resumiría en tres palabras: envío, tarea y promesa.
En primer lugar está el envío a la misión. Los Apóstoles, discípulos predilectos y cualificados de Jesús, recibieron un día de Cristo Jesús la misión de proclamar en su nombre y con su autoridad la Buena Nueva; una misión que se continúa en la Iglesia del Señor en el ministerio apostólico. Vosotros sois enviados como discípulos para cooperar en este ministerio y misión apostólicos. «Id», dice Jesús a sus Apóstoles y hoy os lo dice a vosotros. Y en palabras del profeta Ageo, en la lectura de hoy, os dice «construid el templo», construid la Iglesia, educad en la fe y la vida cristiana, llevad al encuentro personal con Jesús, la piedra angular sobre la que construye el edificio de la comunidad eclesial. Permitidme profundizar con vosotros un poco en este envío eclesial.
Antes de ser enviados a la misión, los Apóstoles han conocido a Jesús, han aprendido a amarle y han caminado con él; es decir: se han convertido en discípulos del Señor: creen en Jesús, lo aman y lo siguen: viven prendidos y enamorados de Aquel que los envía como el Padre lo envió a Él: Él es el Cristo, el Hijo de Dios, el Señor, el enviado por Dios Padre y el Ungido por Dios Espíritu para anunciar la Buena nueva. Como a los Apóstoles en su momento, Jesús nos invita a estar con Él, a intimar con Él, a conocerlo, a amarlo, a vivir unidos a Él, para poder comunicarlo a los demás. El alimento del enviado es hacer siempre la voluntad de Aquel que lo envió, como el Hijo, hace la voluntad del Padre movido por el Espíritu Santo. Ese es el alimento básico de todo discípulo misionero, de todo catequista y profesor de religión: vivir unido con la mente, el corazón y la vida a Cristo, que os envía a través de su Iglesia; esta unión a Cristo y a su cuerpo, la Iglesia, ha fundamentar y alimentar vuestro trabajo diario, vuestras preocupaciones, vuestros anhelos, vuestra existencia personal y vuestra esperanza en la dificultad.
Además, quien es enviado no actúa en nombre propio sino en nombre de Cristo y de su Iglesia, en la que Cristo sigue presente y actuante. Lo que el enviado ha de ofrecer y transmitir no son sus ideas, ni sus opiniones, sino a Cristo y su Evangelio. Es Cristo mismo quien ha de ser anunciado y transparentado por el enviado; es la enseñanza de Cristo mismo, la Buena Nueva, sus actitudes, sus sentimientos, su vida y su obra liberadora y salvadora, tal como nos llega en la tradición viva de la Iglesia bajo de la guía de los Obispos en comunión con el Papa; esto lo que habéis de transmitir y llevar a quien el Señor y la Iglesia pone en vuestras manos.
En segundo lugar: la tarea. Esta no es otra sino: «haced discípulos a todos los pueblos bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado». Por eso San Pablo insiste a su discípulo Timoteo en que proclame la Palabra, es su tarea de evangelizador, ese es su ministerio y el vuestro. No se trata sólo de transmitir una doctrina sino de transmitirle a Cristo, la Palabra, para ayudar a los catequizandos y alumnos a ser discípulos del Señor. Esto comienza con el encuentro personal con Él, ayudándoles a conocer a Jesús, sus palabras y sus caminos y mandamientos, a seguirle en su vida, a insertarse vitalmente en su Iglesia, en su vida y su misión. En una palabra a ser cristianos de verdad, discípulos misioneros del Señor: Él es el Camino, la Verdad y la Vida
Y, por último, la promesa. «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo». El enviado a la misión en la catequesis o en la escuela no sólo actúa en nombre de Cristo y de la Iglesia, sino que es el mismo Cristo quien actúa a través de él. El Espíritu Santo actúa a través de sus palabras, de sus gestos, de sus actitudes y de su cercanía. El nunca está solo.
Ante la indiferencia ambiental y de muchos padres, ante la falta de interés del alumnado y ante las dificultades legislativas, administrativas y culturales podéis sentir la tentación del desaliento, o de sentiros solos. No, queridos catequistas y profesores. No estáis solos: Jesucristo os acompaña, os conforta y os alienta por la fuerza del Espíritu y la cercanía de su Iglesia. Él, que es más grande y más fuerte, está con, en y sobre vosotros inspirándoos las palabras qué debéis decir y las explicaciones que tenéis que dar. Su fuerza persuasiva y efectiva actúa a través de vosotros.
Para sentir esa presencia es precisa una adhesión personal y firme a Cristo que nos ayuda a brillar por dentro e iluminar por fuera en la catequesis o en el ambiente escolar. En este sentido, un catequista o profesor de religión y moral Católica debe cuidar su vivencia interior de fe, su vida de oración y la participación en los sacramentos, su vinculación a la Iglesia y su conducta exterior. Un enviado por Jesús a través de su Iglesia, en misión eclesial y al servicio de los educandos, no puede hacerse ilusiones acerca del éxito. “No es el siervo mayor que su amo, ni el enviado más que aquel que lo envía”.
Como los apóstoles de la primera hora, también hoy, en el siglo XXI, os encontraréis a menudo con la indiferencia ante la fe, tendréis a veces la sensación de extrañeza en el entorno escolar e, incluso, puede que experimentéis una cierta minusvaloración o incluso menosprecio de vuestra tarea. Esta, en formas diferentes a lo largo de la historia, es una nota propia de los seguidores de Jesús y los enviados por la Iglesia. Pero no tengáis miedo. Vuestra misión no se basa en el éxito fácil e inmediato, sino en la fuerza de la gracia de Dios y en vuestra fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Vuestro encargo no es recolectar, sino sembrar.
Con todo no estáis solos. No os faltará la presencia alentadora del Señor en forma de consuelo, de gozo y de paz. Contaréis con la fortaleza del Espíritu Santo y del acompañamiento de la Iglesia. El acompañamiento de vuestros sacerdotes, los encuentros periódicos en las Delegaciones, los diálogos con los delegados, las reuniones con otros catequistas o profesores y el aliento de vuestro Obispo y, sobre todo, el trato asiduo con el Señor os confortarán en vuestra misión.
Que la Virgen, la Madre del Señor, os aliente y acompañe a lo largo de todo este curso escolar recién comenzado. Amén.
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón
#JornadaMundialdelasComunicacionesSociales
📄✍️ Hoy se celebra la 58º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. «#InteligenciaArtificial y sabiduría del corazón: para una comunicación plenamente humana» es el tema que propone @Pontifex_es 💻❤️
#CartaDelObispo #MayoMesDeMaria
💐🙏 El Obispo nos exhorta, en su carta semanal, a contemplar a la Virgen e imitarla en su fe, esperanza y caridad, porque ella dirige siempre nuestra mirada hacia Jesús; y nos ofrece y nos lleva a Cristo ✝️