Se trata de un encuentro anual, en el que intervendrán ponentes de primer nivel, y los participantes recibirán formación, podrán escuchar testimonios impactantes, conocerán a otras personas y a otras asociaciones que trabajan en defensa de la vida, y descubrirán diferentes voluntariados.
El Congreso quiere aportar ciencia, conciencia y experiencia, sanar las heridas y devolver la esperanza que ha quitado la cultura de la muerte. Quiere contribuir a formar, alentar y reforzar toda acción que dé voz a los silenciados, a los olvidados, a todo ser humano que lo necesite desde su concepción hasta la muerte natural. Una amplia variedad de temas y estilos que no dejarán a nadie indiferente.
Y el domingo 10 marzo, más de 500 organizaciones y asociaciones nacionales e internacionales provida saldrán a las calles de Madrid bajo el lema “Si a la vida humana”. La Marcha está organizada por la plataforma “Sí a la Vida”, que convoca un año más a la sociedad civil española para visibilizar que hay alternativas a la cultura de la muerte.
Supone mucho más que una simple manifestación; es “una fiesta con sentido”, una poderosa expresión de solidaridad y compromiso con la defensa de uno de los valores más fundamentales: ¡la vida!.
El Proyecto Bartimeo de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón en el año 2023 realizó 945 intervenciones, atendiendo, a pie de calle, a 326 personas sin hogar.
Estas cifras han aumentado considerablemente en el pasado año y representan un claro indicador del incremento de las personas que no disponen de hogar y que viven y duermen, habitualmente, en la calle.
La ciudadanía que detecte estos casos y quiera colaborar puede ponerse en contacto con el teléfono 609 800 588 del Proyecto Bartimeo.
Este proyecto ayuda a aquellas personas que no se dirigen ni a los correspondientes Servicios Sociales, ni a Cáritas, y que principalmente son aquellas que vemos en la calle, durmiendo en portales, cajeros y parques o pidiendo limosna en diferentes puntos de la ciudad.
Los técnicos del Proyecto Bartimeo se acercan a esas personas para conocerlas, establecer un vínculo de relación y ver cómo las pueden ayudar en cada caso concreto.
6 atenciones diarias
Cada día se atiende del orden de 5 a 6 personas en la ciudad de Castellón y, como indica Juan Domingo Carrasco, responsable del Proyecto Bartimeo, cada jornada “la calle tiene una realidad” y las condiciones climatológicas, la hora del día o la estación del año condicionan esta labor de ayuda a las personas sin hogar que viven en la calle.
En la calle, como subraya Carrasco, se encuentra una “realidad muy dura”, con personas que duermen en la calle con situaciones muy complicadas o que habitan en viviendas que no cumplen las mínimas condiciones.
Entre esas personas sin hogar se distinguen dos tipos: aquellas a las que se conoce desde hace mucho tiempo y con las que el trato resulta relativamente más fácil o las que están de paso y acaban de llegar con las hay que ir más despacio para lograr un vínculo y conocer sus necesidades.
Labor más compleja e intensa en invierno
Una vez realizada esa labor de conocimiento y vínculo con las personas sin hogar, desde el Proyecto Bartimeo se diseña un proceso de acompañamiento para poderlas integrar en los centros que Cáritas Diocesana gestiona, como, por ejemplo, el Centro de Atención Temporal Mare de Déu del Lledó de Castellón.
Durante el invierno, con el frío, la labor del Proyecto Bartimeo es más intensa y compleja, procurando que el máximo de personas que duermen en la calle puedan pasar la noche en el Dispositivo de Atención Nocturna, habilitado, desde noviembre a abril, en el Centro de Atención Temporal Mare de Déu del Lledó.
Colaboración ciudadana
Desde el Proyecto Bartimeo se solicita la colaboración de la ciudadanía para detectar todos esos casos de personas sin hogar que viven y duermen en la calle y, así, poder acercarse y ayudar al mayor número posible de ellas.
Para ello, se recomienda contactar, directamente, con el teléfono del Proyecto Bartimeo (609 800 588) o bien con Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón (teléfono 964 25 55 21) o en la propia sede de la entidad en la calle Germanías, 4, de Castellón.
Ordenación sacerdotal: Tortosa, 19 de diciembre de 1890
Martirio: les Alqueries del N.P., 27 de agosto de 1936
Sepultura actual: Cementerio de Albocàsser
El SdD Ángel Sales Fabregat, hijo de Francisco y Manuela, nació en Albocàsser el 6 de agosto de 1867. Fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1890 en Tortosa. Ejerció su ministerio como cura de Vistabella, Ares del Maestre y coadjutor de la parroquia del Sto. Ángel de La Vall d’Uixó.
En 1936 era beneficiado de la catedral de Lleida. Era un hombre fácil para las amistades en todos los lugares que estuvo, y muy piadoso. Al estallar la guerra estaba de vacaciones en su pueblo natal. Allí pasaría mucho tiempo en oración y dedicándose a la lectura. En el pueblo quemaron la iglesia y capillas.
El 27 de agosto de 1936 estaba rezando el breviario en la terraza cuando se presentaron varios milicianos en su casa para detenerle. No opuso ninguna resistencia. Lo llevaron a un camión que tenían aparcado frente a la fuente, en lo más céntrico del pueblo, y lo dejaron allí. Tenía las manos atadas. Estaba expuesto al sol, que caía con toda la fuerza del mes de agosto, y no podía ni siquiera sacudirse las moscas que le acosaban.
Lo llevaron y fusilaron en el cementerio de Alqueríes del N.P. Antes de matarle le llenaron la boca con algodón para asfixiarle.
En el pueblo se ha guardado su memoria como la de un sacerdote mártir. Es un mártir de la fe y de su sacerdocio.
Más de trescientas personas acuden a la cita anual en su vigésimo aniversario
Lluïsos Almassora congregó a autoridades locales y centenares de vecinos en el vigésimo aniversario de la “Pujada al Campanar”. La Parroquia de la Natividad de Nuestra Señora acogió la cita anual durante toda la mañana del sábado.
A las 09:30 h y como novedad de este año, los comerciantes y empresarios de la localidad almassorina visitaron el campanario de La Natividad, pudiendo de esta manera compaginarlo con su agenda laboral. A las 10:00 h, se celebró la subida oficial que contó con la participación de la alcaldesa, María Tormo, la corporación municipal del Ayuntamiento de Almassora y el párroco de la Iglesia de la Natividad, D. Juan Ángel Tapiador. A partir de las 10:30 h, se abrían las puertas a los vecinos y curiosos, que no se han querido perder el vigésimo aniversario.
El acto expuso los carteles de todas las ediciones anteriores y una campana almassorina. También, como novedad, se ha realizado un concurso de montajes vídeo-fotográficos, que sustituye el certamen fotográfico de otros años. Además, se han expuesto las fotografías participantes en el concurso de la XIX edición y un panel interactivo introductorio a la visita guiada.
La “Veu i símbol del nostre poble”, lema que le da Lluïsos Almassora al campanario, tuvo una gran acogida e hizo alusión a su renombre, finalizando su aniversario con un éxito participativo rotundo.
Las hermanas Catalina y Carolina, de las Hnas. de la Sagrada Familia de Nazaret de Benicàssim, compartieron el sábado pasado su testimonio sobre la vocación como sueño del amor de Dios para cada uno de nosotros, con los chicos de la Iniciación Cristiana -y sus padres- de la parroquia de La Sagrada Familia de Castellón.
Tal y como ha explicado el párroco, D. Miguel Abril, el encuentro ha tenido lugar en el contexto de la convivencia de Cuaresma, y en respuesta a la carta que recientemente envió nuestro Obispo D. Casimiro a todos los sacerdotes de la Diócesis solicitando promover una cultura vocacional que lleve al encuentro personal con Cristo, dada la escasez de vocaciones que abarca al sacerdocio, a la vida consagrada, a los matrimonios y al laicado comprometido.
En este sentido, cabe recordar que encargó a la Hermana Catalina Nowak “que se ofrezca para ir a parroquias y otras realidades eclesiales a hablar de esta cuestión”, con quien se puede contactar a través del teléfono 680 563 596.
“Ha sido sencillo y hermoso. Les recomiendo a todas las parroquias, a los párrocos, catequistas, monitores… invitar a las Hermanas para posibilitar este compartir que ayude a abrir los corazones a la vocación del Amor – ha explicado D. Miguel – ha sido un auténtico Primer Anuncio”.
La torre parroquial de Viver (ca. 1611), fiel reflejo de los campanarios de las catedrales de Albarracín y Segorbe
(en el 775 Aniversario de la Sede Episcopal de Segorbe)
La torre de la iglesia parroquial de Viver es una edificación prismática de planta cuadrada, de unos 29 metros de altura por 8 metros de lado, sin incluir el remate. Una construcción que, a pesar de su imponente porte, historia e importancia constructiva, -tiene encastados en sus muros sendas lápidas, una romana y otra de 1608, alusiva a la Fuente de la Asunción que se renovó en 1619 y todavía se conserva-, ha llegado hasta nosotros completamente desmochada, teniendo en cuenta los grandes daños sufridos en sus últimos doscientos años de existencia, especialmente durante la última guerra civil española (1936-1939), dentro de las enormes destrucciones sufridas por el casco antiguo de la población, obligando a una reconstrucción casi íntegra de gran parte de su trazado urbano.
Restaurada a principios de los años ochenta del pasado siglo, con proyecto del arquitecto Guzmán Ordaz Sánchez de Segorbe, visado por el colegio oficial de Arquitectos de Valencia en fecha de 20 de enero de 1983, la intervención programaba una acertada recuperación del antiguo remate del campanario que, desgraciadamente, no llegó a realizarse, quedando el campanario actual completamente desmochado -con ochava superior sin cubierta- y privado del primitivo aspecto dado por su artífice.
El templo parroquial de la Virgen de Gracia, en el centro de la villa, constituye el edificio más destacado de la población, edificado en varias fases desde la primera documentación de la construcción de 1372, en tiempos del obispo Juan de Barcelona y la erección en Vicaría perpetua de la iglesia de Viver. Un edificio que, en el último tercio del siglo XVI, tras el Concilio de Trento, sufriría una importante reconstrucción en un estilo clasicista, en un tiempo en que se realizaban unas constituciones sinodales de la diócesis en la localidad, siendo obispo Juan de Muñatones. Una cronología de las obras que se venían realizando afirmada por la fecha conservada en la pila Bautismal de alabastro (1568) y de la antigua casa abadía (1579), siendo la torre campanario actual una edificación de este momento histórico, resultando contemporánea a la renovación de templos cercanos como el de Bejís, obra de Pedro de Cubas, Teresa o el convento del Socós de Jérica.
Sin embargo, el templo parroquial sufriría dos intervenciones más, a finales del siglo XVII se reedificaría la iglesia y fachada y se le añadiría la capilla de la Comunión adosada al campanar (1694-1703), obras realizadas por Julián Piamonte y Sebastián Cano, bajo supervisión del arquitecto Francisco Lasierra, autor de muchas otras edificaciones religiosas contemporáneas a lo largo de todo el Espadán hasta la costa, como las parroquias de Alcudia de Veo, Montán, Vall de Almonacid, Algimia de Almonacid o Moncófar, el Colegio de Jesuitas de Segorbe, Convento de Mercedarios de Segorbe, la iglesia de Villatorcas o la iglesia y Convento de Carmelitas de Caudiel.
Más tarde, en tiempos del obispo Lorenzo Gómez de Haedo, entre 1804-1810, se renovaría a los gustos neoclásicos, propios de la Real Academia de San Carlos de Valencia, todo el interior, recreciendo el templo por sus flancos y por la parte del presbiterio, desde los púlpitos hasta el altar mayor. Una iniciativa de renovación de templos diocesanos, a lo largo del Camino Real en ocasión de su construcción, común bajo el gobierno de este prelado, teniendo como modelo la realizada en la Catedral y con la intervención de los maestros Mariano Llisterri, Francisco Marzo o Vicente Esteve, a las órdenes del director de la transformación de la misma y de la carretera general, el arquitecto Vicente Gascó (1732-1802). Edificios religiosos como las parroquias de Altura, Gaibiel, Navajas, etc., dan buen testimonio de todo esto.
La tipología de la torre parroquial responde al modelo implantado por el maestro cántabro Alonso Fernández de Barrio de Ajo (Ajo, Cantabria ¿?-Puebla de Valverde, Teruel, 1606), en la Catedral de Albarracín. Perteneciente a una familia de canteros y maestros de obra, procedentes de aquella región del norte, en tierras del sur de Aragón desde principios del siglo XVI, aparece documentado en Teruel, como procurador de diversos pleitos correspondientes a diversos paisanos canteros como Pedro de Ajo (documentado en la torre del reloj de Jérica), en 1583 y, al año siguiente, en Santa Eulalia del Campo donde, en asociación con los maestros Diego de Huncueba y Miguel Reche, encargaba a Miguel Ortiz, Juan Sánchez y Martín Ortiz la obra de los cimientos de una alberca en las salinas de Gallel, propiedad de la Comunidad de Teruel.
Por 1584-1594, junto a Miguel Reche, había recibido el encargo de la construcción del templo parroquial de Ródenas, magnífico edificio, escenario de notabilísimos avances arquitectónicos en la cubrición tabicada que le valieron la consecución de numerosos encargos por el territorio entre los que destacó, entre 1594-1598, la elevación de la nueva torre campanario de la Catedral Albarracín, que concluiría en cuatro años, una capilla de la parroquia de Villar del Cobo y otra en Moscardón (1594-1599). En esa línea, en 1599 trabajó junto a Francisco Laçanguren en la cubrición abovedada de las naves laterales de la Catedral de Teruel emprendiendo, entre 1600 y 1602, la construcción de la iglesia parroquial de Santiago y el coro y otras estancias de la iglesia de Santa María ahora ocupada por los dominicos, ambas en Albarracín.
En diciembre de ese último año contrató junto a Francisco de Isla la construcción del campanario de la parroquial de La Puebla de Valverde (Teruel), un compromiso que hubo de simultanear con sus trabajos junto a Lorenzo del Camino en la torre de la iglesia de Villar del Cobo (Teruel), a imitación de la citada torre de la Catedral de Albarracín, que ya estaba ultimada el 7 de noviembre de 1604, cuando se inició un complicado proceso ante la curia episcopal de Albarracín por sus exigencias pecuniarias, que se prolongó más allá de su muerte, que le sorprendió en La Puebla de Valverde el 28 de mayo de 1606, antes de que hubiera terminado el campanario de la iglesia local.
La obra del campanario parroquial de Viver, así como la de la desaparecida iglesia llevada a cabo entre los siglos XVI y XVII, debe de relacionarse con el arte del arquitecto francés Juan Cambra y en la que debió trabajar el lapicida Juan Orduñez u Orduña, yerno del mencionado Cambra, quien en 1611 se documenta en Viver como maestro de cantería, era colaborador del afamado maestro francés Juan Ambuesa y, tras la muerte de aquél, padre político de su hijo, el también arquitecto Pedro Ambuesa -con el que colaboró en muchas de sus realizaciones-, es autor documentado de las iglesias de Teulada, Pego, Puebla de Valverde, Rubielos de Mora o del Monasterio de San Miguel de los Reyes, entre otras. El arquitecto, además de ser el responsable de las obras de la parroquial, podría también relacionarse con la construcción del primer Convento de Mínimos de Viver, -cuya primitiva ermita de san Miguel, primera localización de los frailes, había sido capitulada por el maestro cantero Pedro Riola en 1597 con la villa-, no solo por su vinculación personal a la población o a la familia de los Barberanes de Rubielos de Mora, sino también por el hecho de ser honrado, en el momento de su muerte, con un enterramiento en el convento de San Sebastián, cabeza de la orden de Mínimos de la provincia de Valencia en la capital del Reino.
Lamentablemente, la visión actual del campanario, al igual que ocurre con el de la Puebla de Valverde (Teruel), responde a una imagen incompleta respecto a un diseño original que, inspirado en la torre de la Catedral de Albarracín y, probablemente, en la de la Catedral de Segorbe del siglo XVI (cuyo remate fue modificado posteriormente), se desarrolló a lo largo de la antigua diócesis y territorios limítrofes entre los siglos XVI y XVII bajo la tutela de maestros cántabros y franceses, siendo la torre de la parroquial de Viver uno de los ejemplos más tardíos, si no el último, de la cual adjuntamos un dibujo con una recreación de su estado original en el momento de su construcción.
Tras la celebración del Miércoles de Ceniza, los fieles de la parroquia de San Bartolomé de Alfondeguilla se reunieron, como cada viernes de Cuaresma, para rezar el Vía Crucis en el Calvario.
Por la noche, un grupo de personas acompañadas por el sacerdote D. Rafael García, suben al Calvario para memorar la Pasión y muerte de Jesucristo en las 14 estaciones, hasta llegar a la ermita del Cristo, donde veneran su imagen.
Además, el Viernes Santo también rezan el Vía Crucis y van en procesión desde la parroquia.
Lucena del Cid fue el lugar elegido este año para celebrar el III Encuentro de Parroquias del Arciprestazgo de “San Vicente Ferrer” (número 14). Después de que en Figueroles y Les Useres tuvieran lugar las convocatorias anteriores.
.
Más de un centenar de personas -entre sacerdotes y fieles- pasaron una mañana de fraternidad y convivencia que comenzó en la iglesia parroquial con una sencilla oración. Y un símbolo que consistió en encender un velón por parroquia y depositarlo ante los pies de un Cristo Crucificado, ofreciendo al Señor nuestros desvelos y sufrimientos pero también nuestras alegrías y esperanzas (las de cada una de las parroquias que conforman el arciprestazgo).
.
.
Después, mosén Héctor, cura encargado de la parroquia de Lucena; explicó brevemente la historia de la iglesia. Seguidamente los participantes visitaron el museo parroquial y apreciaron las valiosas piezas que allí se exponen.
.
El Hogar de la Asociación de Jubilados del municipio fue la siguiente parada. Después de compartir un café, en el salón de actos del centro tuvo lugar una charla sobre el Primer Anuncio, impartida por mosén Pepe Aparici (párroco de l’Alcora). A la que precedió el testimonio de fe de Tere Vallá, una feligresa de Atzeneta; cuyas palabras invitaron a la reflexión y al compromiso. La mañana concluyó con una comida de fraternidad.
Durante estas semanas, el Obispo de la Diócesis se encuentra visitando los colegios diocesanos, para reunirse con los equipos directivos y con los capellanes que los atienden. Estas visitas tienen el fin de conocer las necesidades de los centros, así como de dar apoyo a la importante misión educativa y evangelizadora, ayudando a los padres de los alumnos en la formación y transmisión de la fe; y a los profesores, siempre preocupados y entregados a la noble tarea de formación de niños y jóvenes.
Como cada año, en la tarde del primer sábado de Cuaresma, se celebró el Pregón Diocesano de Semana Santa. En esta ocasión, fue la Basílica del Salvador, en Burriana, el escenario de la XXXIV edición del Pregón, organizado por la Hermandad de Nuestra Señora Virgen de los Dolores de Burriana, en colaboración con la Junta Diocesana de Cofradías y Hermandades de Semana Santa. La cita supone, para las Cofradías y Hermandades de Semana Santa de la Iglesia de Segorbe-Castellón, el punto de partida para vivir, a través de la religiosidad popular, la Pasión, Muerte y Resurreción del Señor.
Por designación de la Junta rectora de la Hermandad de Ntra. Sra. Virgen de los Dolores, el pregonero fue D. Santiago Ríos Guinot, actual tesorero y uno de los fundadores de la Hermandad, cumpliéndose ahora 62 años de la fundación.
D.Santiago puso en valor su orígenes cristianos a través de su familia, desde donde le inculcaron «los valores del respeto y la caridad cristiana» que profundizó en el Colegio de San José en Valencia recordando «la liturgia, ritos y costumbres de la Iglesia, como casa de Dios» que unía a todos los cristianos en las celebraciones eucarísticas. Repasó la historia de los pueblos diocesanos destacando la riqueza «en costumbres y eventos que expresan la espiritualidad en el propio arte sacro, en su vasta cultura, su lenguaje e incluso en sus manifestaciones folclóricas y festivas».
Así, se refirió a la celebración del Pregón para anunciar «la llegada de algo misterioso que convoque a todos los ciudadanos» uniéndonos en el «sentimiento popular que se remonta a cientos de años pasados y que desde hace unos menos, se refleja en el nacimiento de las Hermandades».
Recordó la figura del Cardenal Mons. Vicente Enrique y Tarancón, quien le impartió el Sacramento de la Confirmación y rememoró «la relación conjunta que de siempre han tenido las creencias humanas y costumbres religiosas», así como ilustres cristianos como fueron los beatos Fray Benito y el Padre Laureano, «dos vidas ejemplares, burrianenses canonizados por su santidad San Juan Pablo II que dedicaron sus vidas a hacer el bien a los demás, educando a los jóvenes más pobres y humildes, para que tuvieran un futuro mejor», recordando que ambos recibieron la palma del martirio, en la madrugada del 16 de septiembre de 1936.
Destacó la Semana Santa como «la la solemnidad religiosa más importante de nuestro país» y repasó la historia de la Hermandad de Nuestra Señora Virgen de los Dolores poniendo el énfasis en la devoción popular a la Virgen en la ciudad de Burriana.
D. Casimiro se refirió a la cuaresma como antesala de la Semana Santa que nos conduce a la Pascua y a la celebración gozosa de la Resurrección del Señor poniendo a Cristo Jesús en el centro del anuncio del Pregón. Recordó la imposición de la ceniza como signo «de que somos caducos, limitados y frágiles, llamándonos a la conversión para que se avive nuestra fe».
Un tiempo de cuarenta días, dijo, «lleno de gracia y de misericordia del Señor para que nos dejemos purificar, para que volvamos a levantar nuestra mirada y nuestro corazón a Dios que nos salva, nos cura, y nos da vida y vida en virtud que brota hasta la vida eterna».
Expresión de la fe vivida
Mons. Casimiro López recordó que estas semanas previas al Triduo Pascual ha de servir para que de verdad «nos dejemos llenar del amor de Dios». Un amor que, en Jesucristo, dijo, «es expresión suprema del amor de Dios que se nos da en su Hijo que muere por cada uno de nosotros». Ese es el primer anuncio «que debemos acoger los cristianos, para vivirlo y llevarlo a los demás».
Se refirió a los cofrades como «fieles cristianos y primeros destinatarios, para llevar la fe en Cristo a través de la devoción de la Virgen y dar testimonio de Jesucristo». En este sentido, exhortó a los cofrades «a acoger y vivir el amor de Dios para que las procesiones sean expresión de la fe vivida».
Para concluir, advirtió que el sentido del Pregón los es por cuanto nos invita a prepararnos durante estos cuarenta días a la celebración de la Semana Santa, empezando el Domingo de Ramos y concluyendo con la celebración gozosa de la Pascua del Señor. Expresó su deseo para que «nos dejemos tocar el corazón por el Señor para que Él ocupe el centro de nuestra vida».
Esta web utiliza 'cookies' propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio. Pulsando en "aceptar" consientes el uso de todas las cookies, pero puedes cambiar la configuración de 'cookies' en cualquier momento.
Como la mayoría de los servicios en línea, nuestro sitio web utiliza cookies propias y de terceros para varios propósitos. Las cookies de origen son principalmente necesarias para que el sitio web funcione correctamente y no recopilan ninguno de sus datos de identificación personal.
Las cookies de terceros utilizadas en nuestros sitios web se utilizan principalmente para comprender cómo funciona el sitio web, cómo interactúa con nuestro sitio web, mantener nuestros servicios seguros, proporcionar anuncios que sean relevantes para usted y, en general, brindarle una mejor y mejor experiencia del usuario y ayudar a acelerar sus interacciones futuras con nuestro sitio web.
Cookies Necesarias
Algunas cookies son esenciales para que pueda experimentar la funcionalidad completa de nuestro sitio. Nos permiten mantener las sesiones de los usuarios y prevenir cualquier amenaza a la seguridad. No recopilan ni almacenan ninguna información personal. Por ejemplo, estas cookies le permiten iniciar sesión en su cuenta y agregar productos a su carrito y pagar de forma segura.
Respetamos completamente si desea rechazar las cookies, pero para evitar preguntarle una y otra vez, permítanos almacenar una cookie para eso. Puede optar por no participar en cualquier momento u optar por otras cookies para obtener una mejor experiencia. Si rechaza las cookies, eliminaremos todas las cookies establecidas en nuestro dominio.
Le proporcionamos una lista de las cookies almacenadas en su computadora en nuestro dominio para que pueda verificar lo que almacenamos. Por razones de seguridad, no podemos mostrar ni modificar cookies de otros dominios. Puede comprobarlos en la configuración de seguridad de su navegador.
Cookies para Google Analytics
Estas cookies almacenan información como el número de visitantes al sitio web, el número de visitantes únicos, qué páginas del sitio web se han visitado, la fuente de la visita, etc. Estos datos nos ayudan a comprender y analizar qué tan bien funciona el sitio web y donde necesita mejorar.
Si no desea que rastreemos su visita a nuestro sitio, puede deshabilitar el rastreo en su navegador aquí:
Otros servicios externos
También utilizamos diferentes servicios externos como Google Webfonts, Google Maps y proveedores de video externos. Dado que estos proveedores pueden recopilar datos personales como su dirección IP, le permitimos bloquearlos aquí. Tenga en cuenta que esto podría reducir considerablemente la funcionalidad y la apariencia de nuestro sitio. Los cambios entrarán en vigor una vez que vuelva a cargar la página.
Google Webfont:
Google Maps:
Google reCaptcha:
Vimeo and Youtube videosembeds:
Política de Privacidad
Puede leer sobre nuestras cookies y la configuración de privacidad en detalle en nuestra Página de Política de Privacidad.