Concluye la Pascual del Enfermo llamando a acompañar la familia

«Acompañar a la familia en la enfermedad». Este es el mensaje que han lanzado los Obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral para vivir en plenitud la Pascua del Enfermo de este año 2018. Comenzó el 11 de febrero, y concluye el 6 de mayo, sexto Domingo del Tiempo Pascual. La Iglesia de Segorbe-Castellón entra de lleno en una jornada de servicio a las personas con dificultades físicas, un cuidado «con renovado vigor, en fidelidad al mandato del Señor», tal y como exhortó el papa Francisco en la pasada Jornada Mundial del Enfermo.

Fiel a este mandato de Cristo y en comunión con el Santo Padre, la Conferencia Episcopal Española ha querido concienciar de la importancia que tienen las familias de los enfermos, un tesoro y «signo eficaz de evangelización».

En el mensaje de los Obispos se quiere “llamar la atención sobre algunas situaciones particularmente difíciles, como son enfermedades de larga duración, personas con problemas de salud mental o con importante deterioro cognitivo, o personas con una particular dependencia”. “Asimismo –añaden- debemos prestar una particular atención al familiar que se convierte en el cuidador principal, ya sea por tratarse de familias con uno o pocos miembros, o de familias más numerosas en las que acaba recayendo el cuidado en uno solo de los seres queridos”.

Retomando las palabras de Benedicto XVI en el Ángelus del 1 de febrero de 2009, la Iglesia considera manifiesta el reconocimiento hacia los enfermos y quienes les cuidan: “Vuestro silencioso testimonio es un signo eficaz e instrumento de evangelización para las personas que os atienden y para vuestras familias, en la certeza de que ninguna lágrima, ni de quien sufre ni de quien está a su lado, se pierde delante de Dios”.

Actos en las parroquias

También la Diócesis se suma a esta iniciativa: desde la Pastoral de la Salud se ha hecho mucho hincapié en el «encuentro con el enfermo y su familia». D. José Luis Valdés Aguilar, delegado diocesano, insta a realizar las celebraciones parroquiales del 6 de mayo por todas las personas de que «se dedican a los enfermos, de una manera muy especial a las familias».