San José, patrón de la Iglesia y de los seminarios
Mañana, 19 de marzo, la Iglesia celebra la solemnidad de San José. Esta festividad está vinculada directamente con los seminarios, ya que el custodio del Hijo de Dios en la tierra es patrón de los seminarios. En la Diócesis se realizó la colecta el domingo anterior, 17 de marzo, y desde hace días los tres seminarios diocesanos están más presentes en la oración de los fieles ya que es «misión de todos», como afirma el lema de este año. El Obispo, mons. Casimiro López Llorente afirma en su carta dedicada al Día del Seminario que «nos urge –y mucho- recuperar o intensificar nuestro amor y compromiso por nuestros seminarios; en ellos se forman, aquellos que han sentido la llamada del Señor al sacerdocio y que serán los futuros pastores de nuestras comunidades. Hemos de intensificar también nuestra oración por las vocaciones sacerdotales».
La Iglesia reconoce en San José virtudes muy destacadas a las que los bautizados se pueden confiar. El Papa Francisco revelaba así su devoción al Padre Adoptivo de Cristo y Esposo de la Virgen María: «Yo también quisiera decirles una cosa muy personal. Yo quiero mucho a San José. Porque es un hombre fuerte y de silencio. Y tengo en mi escritorio una imagen de San José durmiendo. Y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, puede hacerlo. Nosotros no. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de San José para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema«.
Y en clave vocacional, esto afirmaba el sucesor de Pedro: «Al igual que San José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar. En la familia hay que levantarse y actuar. La fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en él. Es muy importante«.
Don de paternidad
El Papa emérito Benedicto XVI, que tiene a san José como su patrón, lo describía así en el ángelus del 19 de marzo del 2006: «El ejemplo de san José es una fuerte invitación para todos nosotros a realizar con fidelidad, sencillez y modestia la tarea que la Providencia nos ha asignado». Y en referencia a los sacerdotes añadía: «Que san José obtenga a los sacerdotes, que ejercen la paternidad con respecto a las comunidades eclesiales, amar a la Iglesia con afecto y entrega plena, y sostenga a las personas consagradas en su observancia gozosa y fiel de los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia».
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