Los sacerdotes, como los padres de familia, no se jubilan
La CCE publica un estudio de edad del clero diocesano en España
El código de Derecho Canónico establece que los sacerdotes deben presentar, al cumplir los 75 años de edad, su renuncia al Obispo para finalizar su oficio eclesiástico. Aunque el Obispo, por su parte, podrá o no aceptarla, según las circunstancias de la persona y el lugar.
De hecho, en nuestra diócesis, un buen grupo de sacerdotes mayores de 75 años siguen al pie del cañón, algunos de ellos siendo todavía la cabeza de las parroquias que llevan.
Y es que un sacerdote, como un padre de familia, nunca deja de serlo aunque se haya jubilado, y sigue ayudando en la pastoral y en las distintas parroquias. Ellos comportan una figura fundamental y necesaria en la sociedad, pero la realidad es que cada vez son menos los que siguen a Dios a través de esta vocación.
La Conferencia Episcopal Española (CEE), en su 50º aniversario, publicó – desde la Vicesecretaría para Asuntos Económicos – un estudio de la edad del clero diocesano en España, que comprende 21 años, desde 1995 hasta 2016.
Este reciente análisis muestra cómo el número de sacerdotes seculares ha experimentado un notable descenso, ya que ha pasado de casi 20.000 sacerdotes en 1995 a poco más de 17.000 en 2016.
Además, el estudio muestra que la edad media en el conjunto de sacerdotes ha pasado de 58 años en 1995 a 65 en 2016. Concretamente, la Diócesis de Segorbe-Castellón cuenta, según este estudio, con 204 sacerdotes, cuya media de edad es de 60 años.
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