La Luz de la Paz de Belén llega a la Concatedral de Castellón para alcanzar a toda la Diócesis
Un año más, pero un año nuevo. Así han recibido los centenares de niños y jóvenes scouts la Luz de la Paz de Belén en la Concatedral de Santa María. Una vez acogida, la llevarán por la Diócesis a las casas, las familias o los enfermos. El sábado habrá una recepción especial en la Catedral de Segorbe. El jueves 20, Mons. Casimiro López Llorente presidió el acto en Castellón e invitó a acoger a Dios y darlo a conocer “no solo con palabras, sino también con acciones: amando, perdonando, respetando…”.
El fin de semana pasado una representación de la junta scout de la Diócesis se desplazó a Guadalajara, donde había llegado la llama encendida en Belén, y llevada por los scouts austríacos a Viena. Desde ahí se ha distribuido por multitud de países. El destino último son todos esos lugares y ambientes donde es necesario llevar la luz de Navidad que, como recordaba el Obispo, es el mismo Jesús.
En la vigilia de Castellón, una gran bola que representaba la tierra vino rodando desde el fondo de la Concatedral hasta el presbiterio. Durante el recorrido los asistentes enganchaban las virtudes necesarias para mejorar el mundo. Pero al llegar al presbiterio no se podía alzar porque faltaba algo esencial: “Solo podemos ser luz si acogemos a Jesús que viene a iluminarnos y a que nos sintamos amados por Dios. Así recibiremos la alegría, la paz, para poner luz en las relaciones de nuestra vida, en las familias, en la sociedad y en el mundo”, aseguraba el Obispo.
Alimentar la luz
Mons. López Llorente concluía recomendando “alimentar” la luz que Jesús nos da “acercándonos al Belén, contemplando al Niño, orando, escuchando su Palabra”. Y deseó una feliz y santa Navidad a los asistentes: “Será feliz acogéis el amor de Dios y dejáis que toque vuestro corazón”, afirmó.
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