Sábado 12 de septiembre, ordenación sacerdotal de Jesús Chávez
El sábado 12 de septiembre, a las 12h, la Concatedral de Santa María de Castellón acogerá la ordenación de Jesús Andrés Chávez Sáenz, un nuevo sacerdote para la Iglesia de Segorbe-Castellón. Tiene 28 años y es natural de San Pedro Sula, Honduras. Es el segundo de cinco hermanos nacidos, “además de otros dos que están en el Cielo”. Sus padres son Jesús Antonio Chávez Yacamán y Miriam Lucía Sáenz Morán. En esta entrevista explica su recorrido y cómo se prepara a acoger el don del sacerdocio ministerial.
Todos tenemos una vocación en la vida, ¿cómo supiste que la tuya era el sacerdocio?
Yo sentí la llamada del Señor a seguirle en esta vocación concreta del sacerdocio en un encuentro vocacional en agosto del 2010 en San Salvador. Al poco tiempo ingresé en el seminario Redemptoris Mater de Castellón, y es ahí, donde el Señor mismo, a través de la ayuda y el seguimiento de mis formadores y también gracias a distintos acontecimientos, me ha ido confirmando que este era el camino que había elegido para mi santificación y felicidad.
¿Qué significado tiene ser sacerdote hoy?
Hoy, como siempre, la figura del sacerdote tiene la misión de acercar a las personas a Cristo, principalmente a través de los sacramentos y del anuncio del Kerigma. El sacerdote que vive su ministerio unido a Cristo, Buen Pastor, podrá configurarse con Él y así guiar a las ovejas a verdes praderas, buscará a la perdida e incluso dará su vida por ellas.
¿Qué tareas pastorales has realizado desde tu ordenación como diácono?
Desde mi ordenación diaconal he servido en unas ocasiones al señor Obispo, pero sobre todo he ejercido el ministerio en la parroquia de El Salvador, de Castellón. Allí he tenido la oportunidad de acompañar al párroco en las misas diarias y dominicales, de predicar, de servir en Cáritas y atender a unos pocos fieles. Además, en este tiempo también he podido presidir la Celebración de la Palabra a algunas comunidades del Camino Neocatecumenal de la parroquia de la Santísima Trinidad de Castellón.
¿Qué le dirías a un joven que siente vocación al sacerdocio?
A los jóvenes que sienten la vocación al sacerdocio les diría que no tengan miedo de seguir a Cristo. Él es capaz de saciar el deseo de felicidad y de plenitud que llevamos dentro. Él es fiel, y es el único que no juzga, que perdona siempre y que ama sin límites.
¿Cómo te ves en tu futuro próximo?
No quiero proyectarme y hacer planes de futuro. De momento, a obedecer y seguir al Señor por donde el marque. Lo único que espero es poder vivir el día a día unido Señor y apoyado en Él, y todo lo demás vendrá por añadidura.
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