La Penitenciaría Apostólica, autorizada por el Papa Francisco, ha emitido un decreto en respuesta a una solicitud del Cardenal Kevin Joseph Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Con motivo de la Cuarta Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que se celebrará el domingo día 28 de julio bajo el tema «En la vejez no me abandones» (Sal. 71,9), se concede una Indulgencia Plenaria en las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.
Esta Indulgencia Plenaria se aplica a abuelos, mayores y fieles que participen en las celebraciones de la Jornada Mundial; a fieles que visiten a mayores necesitados o en dificultad; y a mayores enfermos, sus cuidadores y aquellos que no pueden salir de casa por motivos graves, siempre que se unan espiritualmente a las celebraciones y ofrezcan sus oraciones y sufrimientos a Dios.
Además, se insta a los sacerdotes a estar disponibles para la confesión, facilitando así el acceso a la gracia divina.
La semana pasada se hizo público el Instrumentum Laboris, el instrumento de trabajo para la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 2 al 27 de octubre de 2024. «Cómo ser una Iglesia sinodal misionera» es el título que encabeza este nuevo documento, que está en continuidad con todo el proceso sinodal iniciado en 2021.
El Vicario de Pastoral, D. Miguel Abril, ha remitido el documento a los miembros de los grupos sinodales de nuestra Diócesis de Segorbe-Castellón. “La experiencia enriquecedora de escucharnos y caminar juntos siendo Iglesia Sinodal, a través de la oración, el diálogo y el discernimiento, ha iluminado varias cuestiones que recoge el Instrumentum Laboris”, explica.
Las primeras páginas repasan, a modo de introducción, el camino recorrido hasta ahora. Le sigue un apartado dedicado a los Fundamentos de la comprensión de la sinodalidad, que vuelve a proponer la conciencia madurada a lo largo del camino y establecida por la Primera Sesión.
Después, incluye tres partes estrechamente relacionadas, que iluminan la vida sinodal misionera de la Iglesia desde diferentes perspectivas. La primera, desde la perspectiva de las relaciones con el Señor, entre los hermanos y hermanas y entre las Iglesias. La segunda, desde la perspectiva de los caminos que sostienen y alimentan en lo concreto el dinamismo de las relaciones. Y la tercera, desde la perspectiva de los lugares que, contra la tentación de un universalismo abstracto, hablan de la realidad de los contextos en los que se encarnan las relaciones, con su variedad, pluralidad e interconexión, y con su arraigo en el fundamento del que nace la profesión de fe, según se explica en la introducción. El documento se cierra con una conclusión sobre la Iglesia sinodal en el mundo.
“En la belleza del camino sinodal reafirmamos el método de la conversación en el Espíritu, que introducimos en el último Consejo Diocesano de Pastoral como método de trabajo y de consulta”, indica el Vicario de Pastoral. Junto al Instrumentum Laboris y un resumen que ha realizado la Secretaría General del Sínodo con las preguntas más frecuentes, ha enviado también un esquema de “La conversación en el Espíritu”, un método de discernimiento que se está utilizando en las asambleas sinodales. “Es una adaptación para el Consejo Diocesano de Pastoral, pero puede servir para otros momentos de discernimiento de vuestros movimientos y parroquias”, señala.
Hoy, día 16 de julio, celebramos el Día de las Gentes del Mar, coincidiendo con la festividad de su patrona, la Virgen del Carmen. Este año, bajo el lema «Cuidad de los mares; cuidad de sus gentes», la celebración ha puesto un énfasis especial en la importancia de la protección medioambiental y el bienestar de quienes trabajan en el mar.
En muchos municipios de la Diócesis de Segorbe-Castellón – Grao de Castellón, Grao de Burriana, Oropesa, Vila-real, Torreblanca, Benicàssim, Xilxes, Almenara… -, la Reina de los Mares es celebrada de diversas maneras. Las festividades incluyen procesiones, tanto terrestres como marítimas, eucaristías, triduos, rosarios, ofrendas florales, y bendición e imposición de escapularios. Estas celebraciones no solo refuerzan nuestra devoción a la Virgen, como actos de fe y de tradición, pues son una llamada a imitarla como Madre que nos enseña el camino del amor y nos lleva a Cristo.
El lema de este año responde a la necesidad de enfrentar los graves problemas medioambientales y de considerar las necesidades y derechos de la gente de mar. La contaminación de los mares es un problema acuciante, con la ONU señalando que anualmente se vierten ocho millones de toneladas de plástico en los océanos, matando la vida marina y amenazando la cadena alimentaria humana. Por ello, es de suma urgencia que todos seamos conscientes de la importancia de cuidar los mares, esenciales para nuestra economía y subsistencia en general.
Asimismo, propone que nos demos cuenta de la importancia de cuidar a la gente del mar, quienes con su trabajo posibilitan la pesca y el transporte de la mayoría de mercancías que consumimos globalmente. La atención a la gente de mar es una demanda constante y esencial, no solo para garantizar su bienestar, sino también para asegurar la continuidad de estas actividades vitales.
La llamada es a todos los sacerdotes, diáconos, religiosos y voluntarios para que continúen su esfuerzo en atender humana y espiritualmente a los marineros. También se exhorta a las autoridades civiles a emplear todos los medios disponibles en la preservación de los mares y el bienestar de la gente de mar.
El mensaje del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral también resuena con fuerza en esta celebración. Recordando las palabras de San Pablo sobre la Iglesia como un cuerpo compuesto por muchos miembros, destaca que los marinos, aunque a menudo invisibles, son esenciales para nuestra sociedad. “Los marinos son esos miembros menos visibles de toda la humanidad. Sin embargo, a través de sus esfuerzos invisibles podemos satisfacer muchas de nuestras necesidades”.
“Ojos que no ven, corazón que no siente” es un dicho que puede aplicarse a la invisibilidad de la gente de mar. Frente a la tendencia a permanecer distantes y alejados unos de otros, el Papa Francisco afirma que: “La verdadera sabiduría supone el encuentro con la realidad (…). El problema es que un camino de fraternidad, local y universal, sólo puede ser recorrido por espíritus libres y dispuestos a encuentros reales” (Fratelli tutti, 47, 50).
Y hace un llamamiento a la comunidad internacional para proteger los derechos y la dignidad de los marinos, promoviendo una mayor unidad y solidaridad entre todos los pueblos y religiones. La pastoral del mar, señala, tiene el potencial de integrar la periferia con el centro, mejorando las condiciones materiales y espirituales de los trabajadores marítimos.
La celebración del Día de las Gentes del Mar es una invitación a reflexionar sobre la importancia de los mares y de quienes dependen de ellos. En esta festividad de la Madre del Carmelo, la Iglesia reafirma su compromiso con la protección de los océanos y el bienestar de los marineros, invitando a todos a unirse en esta causa crucial para nuestro futuro común. Que Nuestra Señora guíe y proteja a todos aquellos cuya vida y trabajo están marcados por el mar, iluminando su camino hacia Cristo.
Siete años de apoyo vital a los marineros
Stella Maris, el Apostolado del Mar de la Iglesia, juega un papel fundamental en la asistencia a los marineros. Con presencia en todos los puertos y costas, su misión es ofrecer “un hogar lejos del hogar” a los marinos, atendiendo sus necesidades sociales, culturales, laborales y espirituales.
Según ha explicado D. Albert Arrufat, Director del Secretariado diocesano para el Apostolado del Mar, la delegación de nuestra Diócesis cuenta con 14 voluntarios, quienes en 2023 visitaron más de 60 barcos, beneficiando a un total de 1.053 marinos mercantes. Además, ubicada en la Avenida Ferrandis Salvador en el Grau de Castelló, cumplió el pasado 7 de julio siete años de labor, ofreciendo un hogar acogedor a todos aquellos que llegan a nuestro puerto.
En su carta del pasado domingo, D. Casimiro destaca la profunda devoción hacia la Virgen del Carmen, patrona de la gente del mar, y recuerda su simbolismo como guía y protectora en la travesía de la vida, evocando la historia bíblica del profeta Elías.
El Obispo hace un llamado urgente a cuidar los mares, citando al Papa Francisco sobre la grave contaminación plástica que amenaza la vida marina y humana. También enfatiza la necesidad de apoyar a la gente del mar, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien acompañaba a sus discípulos en sus travesías.
También destaca la labor del Secretariado diocesano Stella Maris en Castellón, que ofrece asistencia y apoyo a los marineros y sus familias, y agradece a sus voluntarios la dedicación. Por último, anima a la comunidad a rezar a la Virgen del Carmen, que nos protege y nos guía.
En unos días celebramos la Fiesta de la Virgen del Carmen, patrona de la gente del mar. Su devoción está muy extendida entre nosotros. El origen de esta advocación de la Virgen está en la nubecilla blanca divisada desde el monte Carmelo cuando el profeta Elías suplicaba a Dios que pusiese fin a una larga sequía. Su criado, después de observar varias veces el mar, divisó a lo lejos una nubecilla, pequeña como la palma de la mano de un hombre que subía del mar; en poco tiempo el cielo se cubrió de nubes y cayó una gran lluvia (cf. 1 Re 18, 44). En esa nubecilla cargada de lluvia se reconoció la figura de la Virgen. María es como la nube que da al mundo al Salvador, el amor encarnado de Dios para todos, que da vida, cura, sana y salva.
María, madre de Dios y madre nuestra, es la estrella del mar, que guía el rumbo de nuestra existencia y nos cuida por las difíciles aguas de la vida. Como los marineros de antaño, que leían la posición de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano, así la Virgen María es como la estrella que nos guía hacia el puerto seguro: Cristo. María es la estrella que nos lleva al encuentro con Cristo Jesús, que nos reconcilia con Dios, el prójimo y la creación.
Ante los graves problemas medioambientales y las necesidades de la gente del mar, María nos llama a cuidar de los mares y de su gente. La contaminación de los mares es un problema acuciante y la atención a la gente del mar es una demanda constante. En el Ángelus del domingo 11 de julio de 2021, el papa Francisco se dirigió de manera especial “a todos los que dependen del mar para su trabajo y sustento” y dijo: “Rezo por ellos y exhorto a todos a cuidar los océanos y los mares. Cuidad la salud de los mares: ¡nada de plástico en el mar!”.
Según datos de la ONU, cada año acaban en los mares ocho millones de toneladas de plástico, que matan la vida marina y amenazan la cadena alimentaria humana. El papa Francisco nos urge con frecuencia a cuidar los mares. Por ejemplo, en el n. 40 de su encíclica Laudato si’, sobre el cuidado de nuestra casa común, nos dice: Los océanos no solo contienen la mayor parte del agua del planeta, sino también la mayor parte de la vasta variedad de seres vivientes. La vida en los ríos, lagos, mares y océanos, que alimenta a gran parte de la población mundial, se ve afectada por el descontrol en la extracción de los recursos pesqueros, que provoca disminuciones drásticas de algunas especies. Es, pues, de suma urgencia que todos seamos conscientes de que debemos cuidar de los mares, tan importantes para nuestra economía y nuestra subsistencia.
No podemos olvidar tampoco el cuidado de la gente del mar, de todos aquellos que con su trabajo hacen posible tanto la pesca como el transporte de la mayor parte de mercancías en todo el mundo. Jesús acompañaba a sus discípulos en los viajes en barca, les ayudaba en sus afanes y calmaba las tempestades. Como Jesús, también la Iglesia está llamada a acompañar a la gente del mar, a los hombres y mujeres que trabajan en el comercio marítimo o en la pesca, a sus familias, al personal de los puertos y a todos los que emprenden un viaje por mar, preocupándose de sus necesidades humanas, espirituales y materiales. En nuestra Diócesis este servicio lo presta el Secretariado diocesano Stella Maris para el Apostolado del Mar, que cuenta con un local en el distrito marítimo de la capital de La Plana, cedido generosamente por la Autoridad Portuaria.
‘Stella Maris-Castellón’ es como “el hogar, lejos del hogar” que acoge, acompaña y ayuda a los marineros necesitados y a sus familias. Los puertos han sido diseñados para operaciones de carga y descarga, embarque y desembarque, pero con frecuencia se ignoran las necesidades de los tripulantes de los barcos. El marino necesita sentirse persona, comunicarse con su familia, realizar compras, disfrutar de un mínimo tiempo de ocio o tal vez conversar con alguien o recibir asistencia, social, legal o espiritual. Además este apostolado debe ser también la voz de los sin voz, haciendo oír sus necesidades a la sociedad. Agradecemos a su Director y a los voluntarios su compromiso y trabajo encomiables en favor de la gente del mar y de sus familias. Quien acoge y vive el Evangelio de Jesús cuida, proclama y defiende con valentía la dignidad humana que con frecuencia es descuidada y conculcada en el mundo del mar.
Miremos y recemos a la Virgen del Carmen: ella nos protege y nos guía a todos.
La Conferencia Episcopal Española (CEE) celebró ayer una Asamblea Plenaria extraordinaria, convocada la semana pasada por su Comisión Permanente. En esta Asamblea Plenaria se han aprobado tres documentos: las Líneas de trabajo de las instituciones de la Iglesia Católica en España; el Plan de Reparación Integral a menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de abusos sexuales; y los Criterios orientadores para la reparación integral.
Junto a los obispos de la Conferencia Episcopal y dada la cuestión que se abordaba participaron en la Asamblea Plenaria Fr. Jesús Díaz Sariego OP, presidente de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) y Jesús Miguel Zamora, Secretario General. El presidente de la CEE, Mons. Luis Argüello, y el presidente de la CONFER han informado, después, en rueda de prensa.
Asamblea plenaria extraordinaria
En la sesión, presidida por Mons. Luis Argüello, han participado 70 obispos, entre ellos el de la Diócesis de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente. Una vez presentados los tres documentos a los obispos de la Plenaria ha comenzado un diálogo entre los asistentes con diversas aportaciones y propuestas. Al finalizar el diálogo, los tres documentos, las Líneas de trabajo, el Plan de Reparación Integral a las víctimas (PRIVA) y los Criterios orientadores, se han sometido a votación.Los tres documentos han sido aprobados.
1.- Líneas de trabajo de las instituciones de la Iglesia católica en España
Las cinco líneas de trabajo expresan lo que las instituciones eclesiales ya están realizando e indican los principios que orientan el trabajo de la Iglesia en adelante. Son las siguientes:
Reconocer y reparar. En esta línea se encuadra el reconocimiento y la reparación simbólica a través de la adhesión al acto público de reconocimiento a las víctimas; el reconocimiento y reparación de las víctimas de abusos sexuales prescritos o en los que el victimario ha fallecido; y el reconocimiento y reparación de aquellos casos en los que la acción penal no ha prescrito. Esta línea de trabajo incluye la elaboración del Plan de Reparación Integral a los menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de abusos sexuales.
Atender a las víctimas y/o supervivientes. La propuesta trata de asegurar la atención integral de las víctimas y/o supervivientes en particular a través de las Oficinas de Atención a las Víctimas.
Prevenir. Continuar la difusión en los centros educativos de la Iglesia de la “Guía para la prevención y reparación de abusos sexuales a menores en centros educativos” publicada por Escuelas Católicas; y trabajar en la implantación en los centros de la figura del coordinador de bienestar y protección.
Formar y sensibilizar. En esta línea se busca la formación de los profesionales en contacto con personas menores de edad en materia de violencia sexual; y la sensibilización con la difusión de las medidas de prevención y protocolos de las instituciones educativas de la Iglesia.
Informar e investigar. Mediante la promoción de estudios sobre la prevalencia de violencia sexual en la infancia y la adolescencia.
2.- Plan de Reparación Integral a los menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de Abusos sexuales (PRIVA)
La realización de un Plan de Reparación a las Víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica fue aprobada por la Asamblea Plenaria del pasado mes de noviembre en que se aprobó también la estructura de este trabajo. El Plan ha sido elaborado por el Servicio de Asesoramiento de las Oficinas, y en él han trabajado de manera conjunta la CEE y la CONFER, con diversas aportaciones del Secretariado para Asuntos Jurídicos de la CEE y del órgano de Compliance de la CEE.
El Plan ha sido definitivamente aprobado esta mañana junto con las líneas de trabajo de las instituciones de la Iglesia católica en España y los criterios orientadores para la Reparación integral a los menores de edad o personas equiparadas, víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica.
La Iglesia Católica en España promueve la denuncia de los abusos ante las autoridades correspondientes, confiando a la justicia ordinaria el establecimiento ordinario del marco de reparación oportuno. Pero cuando el cauce legal no es posible, por la prescripción legal del delito o por el fallecimiento del victimario, la Iglesia sostiene que toda víctima, también en estos casos, debe ser acogida, atendida y reparada de manera integral. Esto es lo que se atiende desde el Plan de Reparación Integral para las Víctimas de Abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia.
Para su ejecución, el Plan recoge la creación de un órgano que coordinará la respuesta integral a las víctimas mediante un procedimiento no judicial. Este organismo tratará de verificar individualmente cada caso para ver la condición de los hechos y establecer el marco de reparación oportuno. La reparación parte de lo que la víctima solicita para su sanación, afecta al victimario y a la institución a la que este pertenecía y busca la reparación integral de la víctima en todos los aspectos.
La CEE y la CONFER respaldarán subsidiariamente la reparación establecida de modo que ninguna víctima pueda quedar sin la reparación correspondiente establecida por el órgano de coordinación.
Principios que informan los ejes del PRIVA
El Plan de atención y reparación a las víctimas tiene cinco ejes de los que se derivan las acciones que siguen, referidas al reconocimiento de la víctima, la reparación y la prevención.
La víctima en el centro de la reflexión y la acción de la Iglesia. La búsqueda de la verdad y la realización de la justicia requieren centrar la mirada en quienes han sido víctimas directas o indirectas de abusos. Se deben crear las condiciones para su acogida, escucha y atención. Se les debe ofrecer la tutela y la protección de la Iglesia, y una asistencia adecuada en todo lo que pudieran necesitar.
La búsqueda de la verdad y de la justicia, que se explicitan en la investigación y el esclarecimiento de los hechos, así como en el enjuiciamiento y determinación de las responsabilidades jurídicas.
Acción coordinada en lo que se refiere al tratamiento de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia, de manera que las medidas adoptadas resulten similares y que la diversidad institucional no redunde en perjuicio de las víctimas.
Asumir los cauces de reparación, para que, tratando de dar una respuesta integral al fenómeno de los abusos, no olvidemos la reparación económica, espiritual o psicológica cuando esta sea necesaria.
Evitar toda revictimización, por lo que el trabajo partirá de la información que la víctima haya aportado ya, en las oficinas diocesanas, de congregaciones o del Defensor del Pueblo.
En el tratamiento jurídico de los casos de abusos, se seguirá lo establecido en la Instrucción de la CEE sobre abusos sexuales, de abril de 2023.
Propuesta de acción para la puesta en marcha del PRIVA
El Plan prevé tres campos de acción: la víctima, la reparación y la prevención.
En relación a la víctima, todas las diócesis e institutos de vida consagrada y otras instituciones eclesiales han creado oficinas de acogida, atención y acompañamiento a las víctimas de abusos en la Iglesia. En ellas se ha de procurar:
Acoger a las víctimas y ofrecer servicios específicos como parte de una asistencia integral.
Prestar orientación y asistencia legal y mejorar la información ofrecida en los tribunales eclesiásticos.
Dotar a las víctimas de recursos o personas que puedan acompañar y seguir los distintos procesos que quieran iniciar para poder sanar su situación.
Contribuir a crear entornos seguros favoreciendo que estos se desarrollen en todos los ámbitos de la Iglesia.
Promover una cultura de pleno rechazo hacia los abusos sexuales y crear mapas de riesgos y de daños que puedan servir de orientación a la hora de atender a las víctimas.
En relación a la reparación, el compromiso que se adquiere es:
La asistencia debe ser integral, según la necesidad de cada uno: pastoral y espiritual; médica, terapéutica, psicológica y social; y legal, jurídica y económica.
Los victimarios son los principales responsables de la reparación. Subsidiariamente, la Iglesia tiene una responsabilidad moral de reparar, cuando el agresor no pueda hacer frente a ello.
La reparación material puede ser: económica en forma de indemnización a partir de una sentencia; económica en especie, en forma de prestación de servicios médicos o terapéuticos; y económica en forma dineraria reconocida y asumida voluntariamente por la Iglesia al término del procedimiento establecido al efecto.
la Iglesia, por medio de la CEE y la CONFER, debe arbitrar los medios para que se pueda propiciar un resarcimiento de los daños ciertos y reales.
En ámbito canónico, la prescripción o el fallecimiento del victimario no impedirá buscar la convicción acerca de la certeza o, al menos, de un juicio de verosimilitud.
En relación a la prevención, se propone:
Proponer medidas y protocolos de actuación en las actividades con menores y personas equiparadas en derechos.
Ofrecer formación inicial sobre el tema de abusos a menores al inicio de cada curso pastoral en los diversos ámbitos de la pastoral.
Realizar desde la Iglesia un examen sobre las causas que desencadenan el abuso y pautas y orientaciones para la vida y misión de la Iglesia.
Procurar el tratamiento a los victimarios con los programas de intervención basados en la evidencia que se usan para otros abusadores por parte de profesionales de la Psicología.
Próximos pasos
Para la puesta en marcha del PRIVA se establecerá una Comisión Asesora que tendrá como objetivo evaluar cada caso de manera singular para analizar los daños causados a las víctimas y definir las vías de reparación a las entidades que deban llevarlas a cabo.
Esa Comisión estará formada por diez personas: cuatro expertos del ámbito médico forense, cuatro del ámbito jurídico y un representante de la CEE y otro de la CONFER. La Comisión podrá convocar a un representante de las víctimas o de las asociaciones que trabajan con víctimas.
La Comisión recogerá toda la información ya elaborada por las personas que han atendido a esa víctima, para no revictimizar. Con todos los datos, la Comisión ofrecerá un informe de los casos presentados, que se circunscriben a aquellos que no pueden ser juzgados por el fallecimiento del victimario o por la prescripción del delito.
La Comisión, con la ayuda de la Vicesecretaría para Asuntos Económicos, elaborará un posible baremo o sistema de valoración de los daños y perjuicios padecidos. Para ello se tendrán en cuenta los baremos propuestos por la ley civil y los criterios orientadores de otras Conferencias episcopales del entorno.
Palabras de clausura del presidente de la CEE, Mons. Luis Argüello
La Asamblea Plenaria extraordinaria finalizó con una sesión de clausura en la que el presidente de la CEE señaló que la aprobación de estos documentos “supone una llamada a la conversión, a la comunión, de lo que hemos recibido del señor de la cruz”.
Mons. Argüello recordó que en estos años se han puesto en marcha casi 300 oficinas en las diócesis y en las congregaciones religiosas. Muchas de ellas, precisó, han dado el paso de ser también oficinas que acompañan en la prevención, la formación y la reparación.
El presidente de la CEE precisó que el PRIVA que se ha aprobado esta mañana “no significa el comienzo de este trabajo» porque, “ya llevábamos tiempo trabajando”. Pero “creíamos conveniente dotarnos de criterios comunes». También precisó que este Plan es subsidiario para «cuando se han acabado las vías judiciales”.
La Iglesia, afirmó “mantiene la puerta abierta para escuchar a las víctimas”. Con este Plan, queremos escucharlas y acompañarlas. Además, pidió respeto a la sociedad y a las administraciones públicas porque la Iglesia en España “tiene sus reglas de funcionamiento”.
“No firmamos un decreto que obligue”, precisó, sino “unos criterios de comunión para que las personas que crean que deben ser reparadas puedan acudir a cada diócesis y cada congregación o también acudir a una comisión asesora para que les ayude”.
El presidente señaló que este compromiso “decidido de acompañar y reparar” brota de la responsabilidad moral y del dolor que “acogemos como propio”. Además, pidió perdón a las víctimas y respeto a su propio caminar. “Lo que hemos aprobado – concluyó- no ha supuesto el comienzo del trabajo de la Iglesia en España a la hora de abordar la problemática de las víctimas de abusos, pero tampoco es el final”. La Iglesia “tiene las puertas abiertas para acoger a quienes quieran venir a nuestra casa. La respuesta de la Iglesia quiere ir más allá de lo que la legalidad nos pide”.
Palabras del presidente de la CONFER, Jesús Díaz Sariego, OP
Tras unas palabras de agradecimiento del Nuncio, el presidente de la CONFER también señaló que la Iglesia viene trabajando, “por su solidaridad con el sufrimiento”, desde hace varios años en todo lo relativo a los abusos sexuales a menores. Pero hoy, la Iglesia en su conjunto “da un paso grande en España”. Una muestra “pública y visible”, de un discernimiento común. Sin perder el objetivo, que son las víctimas, “ellas son el centro de nuestro trabajo”.
También destacó que aún queda mucho trabajo por hacer, “pero ya partimos de una base muy desarrollada y vivida en comunión”.
La Delegación diocesana para las Misiones y Cooperación con las Iglesias ha lanzado el nuevo boletín misionero «Misiones y Misioneros 2023», distribuido en parroquias, grupos y comunidades de la Diócesis de Segorbe-Castellón para fomentar la animación misionera.
El documento destaca el testimonio de nuestros 36 misioneros y misioneras presentes en 24 países alrededor del mundo, la mayoría en el continente americano. Entre ellos, se cuentan 7 sacerdotes, 11 religiosas, 7 religiosos, 10 laicos (incluidas 3 familias) y 1 persona en clausura.
El Delegado diocesano, D. Salvador Prades, presenta este boletín que da rostro a estos valientes portadores del Evangelio, resaltando la colaboración con otras iglesias hermanas y subrayando la corresponsabilidad de toda la comunidad cristiana en la acción misionera. Explica que la misión no solo involucra a quienes anuncian el Evangelio y a sus destinatarios, sino también a todos aquellos que, con su oración o colaboración económica, contribuyen a la expansión del Reino de Dios.
En su mensaje de saludo, nuestro Obispo, D. Casimiro López Llorente, expresa profundo agradecimiento a los misioneros y misioneras que llevan el mensaje del Evangelio a diversas partes del mundo. Destaca la entrega y el sacrificio de aquellos que han dedicado sus vidas a proclamar la Buena Nueva de la Salvación, cumpliendo el mandato de Jesús de «ir al mundo entero y proclamar el Evangelio a toda la creación» (Mc. 16, 15).
El Obispo reconoce el testimonio gozoso, valiente y firme en la fe de estos hombres y mujeres, así como su amor y caridad hacia los más necesitados. Expresa gratitud también hacia todos los que apoyan económicamente las misiones, facilitando el trabajo de apostolado y caridad en los países de misión. Destaca que gran parte de los recursos provienen de personas generosas que sostienen estas iniciativas con su ayuda.
D. Casimiro enfatiza que la misión es una tarea siempre actual de la Iglesia, recordando que muchos contemporáneos aún no conocen a Cristo o se han alejado de la fe. Anima a todos los fieles, especialmente a los jóvenes, a ser misioneros del Señor en sus propios entornos, llevando el mensaje de la salvación y mostrando que Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida.
La Comisión Permanente celebró su 267º reunión los días 2 y 3 de julio en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en Madrid. Ha sido la primera reunión de la Permanente tras la renovación de cargos en la Plenaria de marzo, y ha contado con la participación del Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, D. Casimiro López Llorente.
El secretario general de la CEE, Mons. Francisco César García Magán, informó en rueda de prensa, el jueves 4 de julio, sobre los trabajos de esta Permanente.
Plan de reparación integral de víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia
La Comisión Permanente ha estudiado el “Plan de Reparación Integral a las Víctimas de Abusos sexuales a menores y personas equiparadas en derecho” (PRIVA). En el diálogo participó, junto a los obispos, el secretario general de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hno. Jesús Miguel Zamora, FSC.
La Permanente estudió el Plan y realizó diversas aportaciones al texto. Se le dio el visto bueno y se aprobó su pase a estudio en la próxima Asamblea Plenaria. Para ello, la Comisión Permanente acordó convocar una Asamblea Plenaria extraordinaria, que tendrá lugar este martes 9 de julio, con el fin de que todos los obispos conozcan el texto definitivo y, si procede, den su aprobación.
El PRIVA ha sido elaborado por el Servicio de Asesoramiento de las Oficinas para la protección de menores, y ha ido incorporando las observaciones de los obispos en sus distintas reuniones; las ideas recogidas en el Mensaje al Pueblo de Dios «Enviados a acoger, sanar y reconstruir» (Plenaria noviembre 2023); las indicaciones del Consejo Episcopal de Asuntos Jurídicos, del que D. Casimiro es el Presidente; del órgano de Compliance de la Conferencia Episcopal; y de la CONFER.
El Plan está orientado a la reparación integral de las víctimas de abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia, principalmente en los que ha fallecido el victimario o el caso ha prescrito, para ofrecer una reparación adecuada que responda a la demanda que cada caso particular requiere.
Implementación de los criterios para la reforma de los seminarios en España
El presidente de la Subcomisión Episcopal para los Seminarios, Mons. Jesús Vidal, llevó a la reunión el borrador del Plan de aplicación de los criterios para la reforma de los seminarios en España.
La base de este borrador es el documento “Algunos criterios para la actualización de la formación sacerdotal inicial en los seminarios mayores de las Iglesias particulares que conforman la Conferencia Episcopal Española”, que recibieron los obispos españoles en su encuentro, del pasado 28 de noviembre, con el Papa y el Dicasterio para el Clero.
Los miembros de la Comisión Permanente valoraron el documento y realizaron sus aportaciones. El documento será estudiado en la próxima Asamblea Plenaria de noviembre.
Propuesta de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe
Por su parte, el presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, Mons. Francisco Conesa, propuso la redacción de una Declaración con ocasión del 1700º aniversario del Concilio de Nicea, como una invitación a renovar la fe de Nicea. Esta Declaración se realizaría en el ámbito de una celebración ecuménica basada en el Credo, coordinada con la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso.
Además, compartió una reflexión sobre el papel de la CEE en el proceso de discernimiento de fenómenos sobrenaturales y apariciones a la luz del documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe titulado “Normas para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales” a fin de determinar cuál sería el organismo competente de la CEE para intervenir en dichos casos.
Dos eventos eclesiales en 2025: Congreso Nacional de Vocaciones y Jubileo
El secretario técnico de la Comisión de la Conferencia Episcopal Española para el Jubileo 2025, Francisco Romero, explicó los objetivos y actividades que se están llevando a cabo, en relación con los responsables diocesanos y la Santa Sede, de cara al Jubileo 2025, que ha convocado el papa Francisco.
Además, el presidente de la CEE, Mons. Luis Argüello, como responsable del Servicio de Pastoral Vocacional, presentó un informe sobre la preparación del Congreso Nacional de Vocaciones “¿Para quién soy? Asamblea de llamados a la misión”, que va a tener lugar en Madrid del 7 al 9 de febrero de 2025.
En la página web del Congreso (https://paraquiensoy.com/) se están actualizando los materiales del congreso y ya están disponibles los recursos que se ofrecen a las diócesis para estos meses previos de preparación: el documento de trabajo y cuatro fichas para el discernimiento.
Otros temas del orden del día
Entre otros temas tratados, la Permanente dio su visto bueno al calendario de los órganos de la CEE para el año 2025, recibió información sobre distintos temas de seguimiento y económicos; y realizó una serie de nombramientos.
El Centro de Estudios Teológicos de la Diócesis de Segorbe-Castellón ha anunciado la apertura de inscripciones para el curso 2024-2025 de la Escuela Diocesana de Ministerios Laicales. Este programa, dirigido a lectores, acólitos y catequistas, comenzará el 1 de octubre y está diseñado para proporcionar una formación integral en diversos aspectos teológicos y litúrgicos.
El currículo se divide en temarios de formación básica y específica. La formación básica incluye 19 temas que abarcan desde la revelación divina hasta la resurrección de la carne y la vida eterna. Por su parte, la formación específica se centra en las funciones particulares de lectores, acólitos y catequistas, profundizando en aspectos como la liturgia, la Palabra de Dios y el ministerio del acólito en la Eucaristía.
El curso se desarrollará en dos semestres, con el primer trimestre finalizando el 21 de diciembre y el segundo comenzando el 7 de enero. Las clases se impartirán los martes por la tarde y los sábados por la mañana, adaptándose a las disponibilidades de profesores y alumnos.
Las inscripciones estarán abiertas desde el 1 de julio hasta el 15 de septiembre. Los interesados deben completar el formulario online durante la primera quincena de septiembre y presentar una carta de presentación de su párroco o superior religioso. Además, se requiere tener al menos el bachillerato o graduado escolar.
El costo total del curso es de 350 euros, distribuido en pagos trimestrales. La asistencia a las clases es obligatoria, y los alumnos deben cumplir con al menos el 60% de asistencia en cada asignatura para aprobar. El rendimiento académico será evaluado según la especificidad de cada materia y determinado por el profesor correspondiente.
Es oportuno recordar que el ministerio de lector se centra en la proclamación de la Palabra de Dios durante las celebraciones litúrgicas, mientras que el acólito asiste al altar y puede distribuir la sagrada comunión. El catequista, por su parte, colabora en la transmisión de la fe junto a los ministros ordenados.
Este programa ofrece una oportunidad única para profundizar en la formación teológica y litúrgica, fortaleciendo el servicio de los ministerios laicales en la comunidad. Para más información, los interesados pueden contactar al Centro de Estudios Teológicos en el Seminario Mater Dei, a través del correo institutocienciasreligiosas@obsegorbecastellon.org, o del teléfono 964 22 00 66.
El primer domingo de julio y cercana la fiesta de San Cristóbal, el 11 de julio, celebramos en la Iglesia en España la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico. La Iglesia nos invita a tomar conciencia del significado del tráfico y de la urgente necesidad de esmerar nuestra responsabilidad y prudencia en la carretera y en la calle. No podemos, en efecto, ignorar que nuestras imprudencias pueden causar desgracias.
En estos días, muchas personas se desplazan de un lugar a otro para iniciar sus vacaciones o regresar de ellas; y miles de personas lo siguen haciendo diariamente por motivos laborales y sociales. Cuando nos ponemos en camino, tenemos la esperanza de llegar felizmente a nuestros destinos. Pero esto, por desgracia, no siempre sucede así. Es cierto que el número total de accidentes y de víctimas mortales ha descendido en los últimos años. Con todo es preciso redoblar los esfuerzos por parte de conductores y peatones así como desde todas las instancias públicas y privadas para seguir reduciendo los accidentes. No está de más recordar las consecuencias graves de los accidentes viales, sean de tipo personal y familiar (heridos y muertos) o de tipo económico y social (daños materiales, hospitales, medicamentos, incapacidad laboral).
El lema para la Jornada de este año son las palabras de Jesús en el discurso de despedida de sus discípulos: “Yo soy el camino y la verdad y la vida” (Jn 14,6). De estas palabras se derivan consecuencias para nuestro comportamiento en el tráfico, como explican en su mensaje los obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad humana.
Jesús se presenta como ‘el camino’. No es un camino cualquiera, sino el único camino que nos lleva al Padre (cf. Jn 14,6) y que nos conduce también a la relación y convivencia fraterna y responsable con nuestros semejantes. Caminar con Jesús obliga a ser buen conductor o peatón; es decir, a ser responsables, cumplidores de las normas de tráfico y respetuosos con los demás no por miedo a la multa sino por amor a Dios y al prójimo. Caminar con Jesús obliga también a no pasar de largo ante una necesidad de mi prójimo y hacer agradable el viaje de los que comparten el vehículo.
Jesús es ‘la verdad’. Caminar con Jesús pide amar la verdad y la sinceridad cuando se trata de averiguar quién y cómo se produjo un siniestro. En casos así, donde parece que la verdad o la mentira tienen el mismo valor, no podemos olvidar las palabras de Jesús: “la verdad os hará libres” (Jn 8,32).
“Yo soy la vida”, dice Jesús. El mayor tesoro que hemos recibido de parte de Dios es la vida, llamada a la plenitud. Pero somos muy frágiles. Al menor descuido podemos perder la vida o la salud. Por eso debemos cuidarlas y tratarlas con mucho respeto y dedicación. Cuando conducimos un vehículo, solos o en compañía, o cuando somos peatones, no podemos olvidar en ningún momento la grave responsabilidad que tenemos de cuidar la vida propia y la de los demás. Amar y respetar la vida propia y la ajena, para un conductor o peatón, equivale a permanecer atento a la conducción y al tráfico, respetando en todo momento las normas de tráfico sin ser un peligro para nadie.
Conducir y transitar bien implica saber ‘convivir’, saber vivir con otros. Esto pide de todos hacer que la carretera y la calle sean más humanas. El automovilista o el peatón nunca están solos. Conducir un vehículo o transitar son, en el fondo, una manera de relacionarse, de acercarse y de integrarse en una comunidad de personas. Esto pide de todos, respeto, prudencia, espíritu de servicio, conocimiento de las normas del código de circulación y estar dispuesto a prestar una ayuda desinteresada a quien la necesita.
Conducir quiere decir también no dejarse llevar por los impulsos. Hemos de cultivar el autocontrol y dominio de sí para evitar los daños que se pueden causar a la vida y a la integridad de las personas y de las cosas. Nuestra actitud en el tráfico debería ser mantener en todo momento prudencia y atención. La mayor parte de los accidentes es provocada por falta de atención o por imprudencias. La prudencia es una de las virtudes más necesarias e importantes en relación con el tráfico. Desde luego, no se comporta con prudencia el que se distrae con el móvil, el que conduce a una velocidad excesiva, o el que conduce bajo los efectos del alcohol u otras sustancias.
Aprovecho la ocasión para desear a todos los conductores y personas relacionadas con el tráfico una feliz fiesta de San Cristóbal.
Mallorca se convierte en el epicentro de la actividad eclesiástica de la Provincia Valentina durante estos días, al albergar la última reunión del curso pastoral. En este importante encuentro participa D. Casimiro López Llorente, Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón.
Entre los asistentes se encuentran también Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de Orihuela-Alicante; Mons. Enrique Benavent, Arzobispo de Valencia; D. Vicente Fontestad, Vicario General de Valencia; Mons. Sebastià Taltavull, Obispo de Mallorca; Mons. Vicente Ribas, Obispo de Ibiza; y Mons. Gerard Villalonga, Obispo de Menorca.
Esta reunión marca el cierre de un año de labores pastorales, consolidando los esfuerzos y la cooperación entre las diversas diócesis que conforman la Provincia Eclesiástica Valentina. El objetivo es reforzar su compromiso con la evangelización, que constituye la identidad, vocación y misión fundamental de la Iglesia.
Esta web utiliza 'cookies' propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio. Pulsando en "aceptar" consientes el uso de todas las cookies, pero puedes cambiar la configuración de 'cookies' en cualquier momento.
Como la mayoría de los servicios en línea, nuestro sitio web utiliza cookies propias y de terceros para varios propósitos. Las cookies de origen son principalmente necesarias para que el sitio web funcione correctamente y no recopilan ninguno de sus datos de identificación personal.
Las cookies de terceros utilizadas en nuestros sitios web se utilizan principalmente para comprender cómo funciona el sitio web, cómo interactúa con nuestro sitio web, mantener nuestros servicios seguros, proporcionar anuncios que sean relevantes para usted y, en general, brindarle una mejor y mejor experiencia del usuario y ayudar a acelerar sus interacciones futuras con nuestro sitio web.
Cookies Necesarias
Algunas cookies son esenciales para que pueda experimentar la funcionalidad completa de nuestro sitio. Nos permiten mantener las sesiones de los usuarios y prevenir cualquier amenaza a la seguridad. No recopilan ni almacenan ninguna información personal. Por ejemplo, estas cookies le permiten iniciar sesión en su cuenta y agregar productos a su carrito y pagar de forma segura.
Respetamos completamente si desea rechazar las cookies, pero para evitar preguntarle una y otra vez, permítanos almacenar una cookie para eso. Puede optar por no participar en cualquier momento u optar por otras cookies para obtener una mejor experiencia. Si rechaza las cookies, eliminaremos todas las cookies establecidas en nuestro dominio.
Le proporcionamos una lista de las cookies almacenadas en su computadora en nuestro dominio para que pueda verificar lo que almacenamos. Por razones de seguridad, no podemos mostrar ni modificar cookies de otros dominios. Puede comprobarlos en la configuración de seguridad de su navegador.
Cookies para Google Analytics
Estas cookies almacenan información como el número de visitantes al sitio web, el número de visitantes únicos, qué páginas del sitio web se han visitado, la fuente de la visita, etc. Estos datos nos ayudan a comprender y analizar qué tan bien funciona el sitio web y donde necesita mejorar.
Si no desea que rastreemos su visita a nuestro sitio, puede deshabilitar el rastreo en su navegador aquí:
Otros servicios externos
También utilizamos diferentes servicios externos como Google Webfonts, Google Maps y proveedores de video externos. Dado que estos proveedores pueden recopilar datos personales como su dirección IP, le permitimos bloquearlos aquí. Tenga en cuenta que esto podría reducir considerablemente la funcionalidad y la apariencia de nuestro sitio. Los cambios entrarán en vigor una vez que vuelva a cargar la página.
Google Webfont:
Google Maps:
Google reCaptcha:
Vimeo and Youtube videosembeds:
Política de Privacidad
Puede leer sobre nuestras cookies y la configuración de privacidad en detalle en nuestra Página de Política de Privacidad.