«María nos muestra el camino del amor entregado y el servicio desinteresado para ser testigos del amor de Dios»
Mons. Casimiro López Llorente exhorta a profundizar en nuestra relación con Dios, de la mano de la Virgen
Con la emoción contenida por la jornada histórica que ayer vivió la ciudad de Castellón, a las 11.00h de hoy, la Concatedral de Santa María ha acogido la Solemne Misa Estacional en honor a Nuestra Señora del Lledó presidida por el Obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente.
A primerísima hora de la mañana el «Vol d’Alba» desde El Fadrí anunciaba la solemnidad del día congregando de nuevo a los fieles en torno a la mesa del Altar, acogidos por «la mareta» para seguir caminando firmes en la fe y en la esperanza.
A la celebración eucarística se han unido el Obispo emérito de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Plá, el Cabildo Concatedral, los Priores de la Real Cofradía y de la Basílica, así como una representación de los sacerdotes de la ciudad.
Un día más, el Señor ha llamado al pueblo de Castellón a través de la devoción a su Madre, en este día de fiesta grande que nos recuerda la transmisión de la fe que nos legaron nuestros antepasados y que ha sido transmitida de generación en generación.
La Concatedral de Santa María ha acogido al Presidente, Directiva y Cofrades de la Real Cofradía junto a la Presidenta y Camareras de la Virgen. Junto a ellos, la alcaldesa de Castellón, Dª Begoña Carrasco, que representa al Excmo. Ayuntamiento como Clavario, el concejal de Agricultura y «Perot», D. Vicente Sales, y la concejal procuradora de Ermitas, Dª Noelia Selma, así como el resto de autoridades que se han sumado a la celebración, junto a las reinas de las Fiestas de La Magdalena.
La liturgia de la Palabra (Jn 15,9-17) ha puesto el acento en «el amor infinito y expansivo de Dios». Las primeras palabras de la homilía de D. Casimiro se han dirigido a María, Madre del Hijo de Dios, «mediadora de todas las gracias que nos lleva a su Hijo». Recordando el pasaje evangélico de la Visitación, ha puesto en valor la actitud humilde, servicial y de confianza plena en Dios de María exhortándonos a «abrir nuestra mente y nuestro corazón a la Palabra de Dios de este VI Domingo de Pascua».
Le emotiva reflexión teológica del Obispo de Segorbe-Castellón ha puesto a Dios en el centro y, citando a san Agustín, ha invitado a los fieles a vivir en comunión con Dios dejándonos transformar por el amor recibido de Él e involucrándonos en su lógica de gratuidad.
En este VI domingo de Pascua, D. Casimiro ha recordado la resurrección del Señor «para que todo el que cree en él tenga vida, una vida eterna, plena y feliz: es la vida y el amor mismo de Dios para siempre». Jesús mismo es el amor encarnado de Dios, ha resaltado, y «nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. Amar, ha destacado el Obispo, «es servir, es entregarse, es no buscarse a sí mismo» y así se ha referido al «mandato nuevo del amor».
El amor cristiano, ha continuado D. Casimiro, «es activo, servicial, entregado, desinteresado y universal: busca amar de la misma manera que Jesus nos ha amado». Un amor que no es humano y que no nace «de la atracción física, del deseo, de la pasión o de la satisfacción, sino un amor para dar y para darse». Y así, ha exhortado al amor desinteresado que proviene de Dios y se manifiesta en el servicio y la entrega, tal como lo demostraron Jesús y María y, en alusión a la Palabra proclamada nos ha invitado «a volver nuestra mirada y nuestro corazón a Dios, que es amor, y a abrirnos a su gracia».
Ha concluido animando a los fieles a seguir el ejemplo de María, Mare de Déu del Lledó, que nos muestra el camino del amor entregado y el servicio desinteresado para ser testigos del amor de Dios a través del amor al prójimo, convirtiendo las comunidades cristianas en lugares de encuentro con el amor personal de Jesucristo.
La parte musical de la celebración ha estado magistralmente cantada por el Coro y Orquesta del Santo Ángel de La Vall d’Uxó bajo la dirección de Juan Felipe Durá Llopis, y que a petición de D. Casimiro, al final de la celebración, ha merecido un caluroso y prolongado aplauso.
Han interpretado la Misa “Es grande el amor del Señor” de Marco Frisina, acompañados en el órgano por Augusto Belau.
La ceremonia ha finalizado con el canto de los Gozoa y la Salve Popular. Previamente D. Casimiro ha impartido la Bendición con Indulgencia Plenaria concedida con motivo del Año Jubilar Mariano.
Al finalizar se ha disparado una mascletá desde la Plaza Cardona Vives y desde el campanario de la ciudad ha volteado la campana “Omnis ángelis et arcángelis”, seguida del resto de campanas.
Esta tarde a las 17.30 se celebrará el noveno día del Novenario con el rezo del Santo Rosario. Ya a las 18h tendrá lugar la procesión general. Nuestra Señora del Lledó estará acompañada por una comitiva en la que participarán los Santos Patronos y recorrerá las principales calles de Castelló: Plaza Mayor, Plaza de la Hierba, C/ Colón, C/ Enmedio, Puerta del Sol, C/ Gasset y C/ Mayor.
A la llegada de la imagen de la Virgen a la Capilla de la Purísima Sangre, tendré lugar el acto de despedida de la ciudad a su Patrona y su posterior traslado desde la Plaza Mª Agustina a la Basílica del Lledó, por la Avda. Virgen del Lidón.