Por personas como Ramón. Que hoy es sacerdote, pero vivió en el mundo de las drogas hasta que a los 17 años intentó suicidarse. La fuerza para cambiar se la dio el joven sacerdote que estaba en su parroquia.
Por personas como Halyna. Que es ucraniana y tuvo que huir con su hija y sus dos nietos para alejarlos de las bombas. La Iglesia les ha proporcionado una nueva vida en España.
Por personas como Ángela. Que tiene síndrome de Down y se siente, por fin, independiente desde que vive en un piso de acogida de la Iglesia en Talavera de la Reina (Toledo).
Por personas como Ruth. Que logró salir del infierno del maltrato gracias al “empujón” que recibió de sus amigas de la parroquia. Marca la X a favor de la Iglesia en tu declaración de la renta y ayudarás a quien más lo necesita.
Por personas como José. Que pasó por la cárcel, por la Legión y terminó en la construcción, donde un accidente le cambió la vida. En la parroquia le dan de comer y ha encontrado una familia y un lugar donde vivir.
Antes de volver al Padre, Jesús Resucitado se despide de sus Apóstoles con estas palabras: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta el confín de la tierra” (Hech 1, 8). Jesús pone así en manos de sus Apóstoles la tarea de ser sus testigos y de anunciar el Evangelio por todo el mundo. La buena Noticia de la salvación en Cristo está destinada a todas las gentes de todo tiempo y lugar. La eficacia de esta misión descansa en último término en la fuerza del Espíritu Santo, pero han de llevarla a cabo los Apóstoles, que representan a toda la Iglesia del futuro, es decir a todos los bautizados.
Acabamos de clausurar el Año jubilar diocesano que nos ha alentado a crecer en comunión para salir a la misión. Todos los diocesanos estamos llamados por Jesús a la comunión y a la misión de ser sus testigos y anunciar el Evangelio. Jesús espera de todos una implicación activa en la misión. Esta comienza con una vida de fe personal en Cristo Resucitado, coherente en palabras y obras para ser “evangelizadores con Espíritu” (Francisco); sigue por una participación activa en la vida y misión de nuestra comunidad parroquial y de nuestra Iglesia diocesana hacia adentro y hacia afuera, en la sociedad; y demanda también nuestra colaboración económica.
Recordemos cómo era la primera comunidad cristiana, que es punto de referencia para nosotros. Los primeros discípulos, dice el libro de los Hechos, “perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones,… vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno”; esta forma de vida llamaba la atención a otros y muchos se iban agregando al grupo de los creyentes (cf. Hech 2, 42-47).
Nuestra Iglesia no es de este mundo, pero está en el mundo, por lo que necesita de personas y de medios materiales para su misión; entre otras cosas, para las actividades pastorales con adultos, jóvenes y niños, para la atención espiritual y humana a quien lo necesita, para el culto y el mantenimiento de templos, casas abadías y centros parroquiales, para la atención de la caridad o para la remuneración de los sacerdotes. La labor de la Iglesia abarca también la atención de ancianos, discapacitados o personas vulnerables, la acogida de inmigrantes y refugiados, o la ayuda a los misioneros en los lugares más pobres de la tierra. Todo esto es posible gracias a personas entregadas y a la generosidad de quienes aman a su Iglesia. Gracias al apoyo económico de miles de personas entre nosotros y en toda España, la Iglesia sigue haciendo mucho por tantos que todavía necesitan tanto. Son muchas las necesidades de nuestra Iglesia diocesana para cumplir su misión y seguir haciendo el bien.
Desde hace años, la financiación de la Iglesia depende exclusivamente de los católicos y de todas aquellas personas que reconocen la labor de la Iglesia y la apoyan. Todo católico debería sentirse implicado y ayudar a la Iglesia en sus necesidades. Desde la primera comunidad cristiana, la financiación de la Iglesia ha dependido siempre de la implicación económica de sus fieles.
Estamos en el periodo de la Declaración de la Renta. Una forma sencilla, pero necesaria, de colaborar con tu Iglesia es poner la X en la Declaración de la Renta, impresa o digital, en la casilla correspondiente a la Iglesia católica. Un 0,7 por ciento de los impuestos se dedicará así a la ingente labor que la Iglesia desarrolla. Este sencillo gesto no le supone a nadie tener que pagar más ni que le vayan a devolver menos. No cuesta nada poner la X en la Declaración de la Renta y rinde mucho. También hay que poner la X si sale a devolver, porque tampoco nos van a devolver menos. Marcar la X es, pues, absolutamente gratis; en definitiva, no cuesta nada. Nos hemos de preocupar personalmente de poner la X o, si nos hacen la declaración, nos hemos de asegurar de que se ponga. Comprobemos, en su caso, el borrador para comprobar que la casilla aparece marcada. En caso contrario, modificarlo es muy sencillo.
Si se quiere marcar además la casilla llamada “fines sociales”, se puede marcar las dos. El Estado dedicará un 0,7% de los impuestos a esos “fines” y un 0,7% a la Iglesia. Si no las marcamos, será el Gobierno quien decida el destino de esa cantidad.
Muchas gracias a todos por marcar la casilla “Iglesia católica” en la Declaración de la Renta; así ayudas a tu Iglesia en sus muchas necesidades.
Desde el martes 11 de abril es posible presentar la declaración de la renta. Una gran oportunidad para contribuir al sostenimiento de la Iglesia en el desarrollo de su actividad caritativa, asistencial, educativa, cultural y pastoral.
Hasta el 30 de junio, marcando la ‘X’ de la Iglesia en tu declaración de la renta ayudas a más de 4 millones de personas. Recuerda, no pagarás más, ni te devolverán menos.
10 razones para marcar la ‘X’ de la Iglesia
Es una forma sencilla de colaborar con la Iglesia, ya que no supone trámites engorrosos, basta con marcar una ‘X’ en la casilla de la Iglesia. Si hemos recibido el borrador en casa, se debe comprobar que la casilla aparece marcada; de lo contrario, modificarlo es muy sencillo.
No te costará nada, porque no te van a cobrar más por la declaración al marcarla ni te van a devolver menos.
Demuestra el compromiso a la Iglesia y a la actividad que realiza.
Es de las pocas cosas que podemos decidir sobre nuestros impuestos. Es decir, si la dejamos en blanco, es el Estado el que decide por nosotros sobre esa pequeña cantidad de dinero.
Demostramos a la sociedad que son muchos los que valoran la labor que realiza la Iglesia. El perfil de las personas que marcan la ‘X’ de la Iglesia es muy diverso. Todos forman parte de la comunidad Xtantos.
Marcando la ‘X’ se ayuda a sostener a la Iglesia en el desarrollo de sus actividades: mantenimiento del clero, anuncio del Evangelio, vivencia de la fe y una inmensa labor asistencial que desarrolla en España y en todo el mundo.
Supone decir “sí” a la libertad religiosa, consagrada en la Constitución española y a su ejercicio pleno y efectivo en una sociedad plural y democrática.
Es una decisión libre y democrática que no perjudica a nadie. Se pueden marcar simultáneamente las casillas de la Iglesia católica y la de fines sociales.
Es el dinero mejor invertido. En la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia, cada año se puede conocer en qué emplea ésta sus recursos.
Para los no católicos o no practicantes, marcar la casilla supone también reconocer el papel que la Iglesia tiene en la sociedad española, especialmente con los más necesitados en este tiempo de dificultad.
Esta misma mañana ha tenido lugar una reunión virtual dirigida a los Delegados de Medios de Comunicación Social y a los Ecónomos de todas las diócesis españolas, para explicar la campaña Xtantos 2023. El Delegado de Medios, D. Héctor Gozalbo; y D. Vicente Navarro, de la Administración Diocesana han participado en la misma.
Cabe destacar que la Conferencia Episcopal Española a través del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, ha puesto en marcha la campaña para este año, con el lema «Por ellos, por ti, por tantos», que anima a marcar la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta.
En la misma reunión, se ha puesto en énfasis «que está campaña va dirigida a todos, pero especialmente a quienes marcan la casilla de la Iglesia en su declaración de la renta», y se ha recordado que «siete de cada mil euros van a favor de la Iglesia Católica», pudiéndose marcar las dos casillas – la de la Iglesia o la de la ‘X solidaria’- porque son independientes.
La campaña (que dará comienzo el próximo lunes 27 de marzo) de esta nueva edición pone en valor, a través de cinco claves, la acción de la Iglesia Católica. Porque detrás de cada ‘X’ hay una historia, tantas como personas – con sus angustias, anhelos e ilusiones – que necesitan apoyo. Por eso, se muestran cinco testimonios de personas que en la Iglesia Católica encontraron el apoyo que necesitaban en un momento de desesperación y de dificultad. Fruto de ese agradecimiento abren su corazón al mundo y cuentan su historia.
Se trata deRuth, Ángela, Halyna, José y el padre Ramón,que representan a las más de cuatro millones de personas que la Iglesia ayuda cada año en España:
Ruthsalió del infierno del maltrato gracias al “empujón” que recibió de sus amigas de la parroquia.
Ángelatiene síndrome de Down y se siente, por fin, independiente desde que vive en un piso de acogida de la Iglesia en Talavera de la Reina (Toledo).
Halynatuvo que coger a su hija y sus dos nietos para alejarlos de las bombas en su país de origen, Ucrania. La Iglesia les ha proporcionado una nueva vida en España.
Josépasó por la cárcel, por la Legión y terminó en la construcción, donde un accidente le cambió la vida. En la parroquia le dan de comer y ha encontrado una familia y un lugar donde vivir.
Ramónhoy es sacerdote, pero vivió en el mundo de las drogas hasta que a los 17 años intentó suicidarse. La fuerza para cambiar se la dio el joven sacerdote que estaba en su parroquia.
Por otra parte, el director de este secretariado, José María Albalad, ha presentado en rueda de prensa, este jueves 23 de marzo, a los protagonistas, los datos técnicos y las claves de la campaña.
Las claves:
Marcar la ‘X’ de la Iglesia es una decisión libre que no perjudica a nadie y no tiene coste alguno, porque ni te cobran más ni te devuelven menos. En ejercicio de democracia fiscal.
Se pueden marcar simultáneamente las casillas de la Iglesia católica y de otros fines sociales.
Es de la pocas cosas que podemos decidir sobre nuestros impuestos. Es decir, si la dejamos en blanco, es el Estado el que decide por nosotros sobre esa pequeña cantidad. Invitamos a que no se dejen las casillas en blanco.
Y que cada año se puede conocer, a través de la Memoria Anual de Actividades, en qué emplea la Iglesia sus recursos: para los no católicos o no practicantes, marcar la casilla supone también reconocer el papel que la Iglesia tiene en la sociedad española.
2020 siempre será recordado como el año de la irrupción de la pandemia por la Covid-19, en el que instituciones como la Iglesia brindaron apoyo a tantas personas que se enfrentaron a situaciones de dificultad. En este contexto, la Iglesia puso en marcha 680 nuevas acciones que unían fuerzas con las ya existentes, y sobre las cuales la Conferencia Episcopal Española informa cada año en la Memoria Anual de Actividades, cumpliendo con el compromiso de transparencia adquirido en el año 2007 con el Estado.
Compromiso de transparencia
La Memoria Anual de Actividades no solo pone a disposición de todos la información de las actividades que han desarrollado las distintas entidades de la Iglesia a lo largo del año, sino que realiza un gran ejercicio de transparencia con la sociedad. A través de un análisis detallado de lo que ha supuesto la asignación tributaria, y de qué forma y en qué cantidad se ha repartido a las diócesis y demás entidades, ofrece información exhaustiva y rigurosa de lo que estos fondos suponen dentro del conjunto de recursos que administran todas las diócesis.
Descubre en este vídeo cómo modificar tu declaración de la renta, para marcar la casilla de la Iglesia y fines de interés social. Entre todas las X marcamos la diferencia.
Se pueden marcar simultáneamente las casillas de la Iglesia católica y de otros fines de interés social
El 6 de abril comenzó el periodo para presentar la Declaración de la Renta del 2021, y la Diócesis de Segorbe-Castellón se ha sumado a la Campaña Xtantos 2022, cuyo objetivo es contribuir con la labor evangelizadora y social de la Iglesia, y anima a todos a marcar la X a favor de la Iglesia Católica en la declaración de la renta recordando que es compatible con la casilla destinada a otros fines sociales.
La campaña Xtantos, que ha sido presentada en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE) por parte del director del secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia, D. José María Albalad, es una “acción comunicativa que cada año permite ayudar a más de cuatro millones de personas en nuestro país”.
La ‘X’ de la Iglesia constituye “un escudo social de gran impacto, porque la Iglesia no deja a nadie al borde del camino”. Las cerca de 23.000 parroquias que hay en España “son signo gratuito de la cercanía, de la bondad, de la solidaridad y de la misericordia de Dios”.
Datos de la Diócesis en el año 2020
Según datos el pasado año, con motivo de la campaña del Día de la Iglesia Diocesana, la Iglesia en Segorbe-Castellón atendió en el 2020 a alrededor de 40.000 personas a la hora de ejercer su labor caritativa y asistencial.
En cuanto a actividad pastoral y evangelizadora, la diócesis cuenta con 223 sacerdotes y 148 parroquias, 277 religiosos y religiosas y 10 monasterios, 44 misioneros y 3 familias en misión, 16 seminaristas, 11 diáconos permanentes y 910 catequistas.
Asimismo, la actividad celebrativa en 2020 incluyó 874 bautizos, 1727 primeras comuniones, así como 966 confirmaciones, 87 matrimonios y 3.010 unciones de enfermos.
En cuanto a la procedencia de los ingresos, el 32,84 % correspondió a aportaciones directas de los fieles; el 19,51 % de la asignación tributaria; el 14,88 % de ingresos del patrimonio y otras actividades; y otro 31,88 % correspondiente a otros ingresos corrientes.
La CEE presentó, a principios de marzo, los datos de la asignación tributaria registrados a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta de 2021, correspondiente a la actividad económica desarrollada en 2020.
En la Diócesis de Segorbe-Castellón el número de declaraciones a favor de la Iglesia fue de 93.962 de contribuyentes, eligiendo destinar a la Iglesia el 0,7% de sus impuestos. Esto supone que el porcentaje de contribuyentes que asignaron a la Iglesia fue el 31,55 %, con un valor de 3.212.407€.
La educación es el mejor servicio que se puede prestar a la sociedad y, de hecho, es la base del progreso humano, tanto personal como comunitario. El mundo avanza cada paso sobre el conocimiento que ha sido recogido y compartido por las generaciones anteriores hasta nuestros días y ahora somos nosotros los que contribuimos a ese progreso con la educación.
Consciente de su importancia, la Iglesia se implica desde hace siglos creando instituciones educativas en todos los niveles, desde la tierna infancia hasta la enseñanza universitaria o profesional y la formación de adultos. Numerosas congregaciones y organizaciones de la Iglesia tienen en su carisma la educación en cualquiera de sus formas: salesianos, carmelitas, consolación, capuchinas, hermanos de La Salle, maristas, escolapios y un sinfín de otras organizaciones se involucran en la construcción de una sociedad más justa y más fraterna a través de la educación.
Para la Iglesia, la educación no es simplemente la transmisión de conocimientos. Las congregaciones religiosas y todos los cauces educativos creados en la Iglesia hacen visible que enseñar en la Iglesia tiene mucho que ver con formar a cada persona desde el corazón, desarrollando sus capacidades, su inteligencia y voluntad, promoviendo personas libres, capaces de buscar el bien y de elegirlo para su vida.
Miles de colegios en España se inspiran en este modelo y procuran implicar a los alumnos, a las familias y a las otras instituciones sociales, culturales y religiosas en esta educación que resulta esencial. Los colegios inspirados por el humanismo cristiano proponen un modo concreto de ser persona que es el de Jesús, el hijo de Dios hecho hombre. En él se encuentran los rasgos que esos centros proponen a los alumnos y que son los propios de la identidad cristiana: la amistad social, la cercanía con los que sufren, la opción por los pobres, el respeto a la dignidad humana, el servicio al bien común, el cuidado del entorno y tantos otros valores y virtudes que deben ser señas de identidad de los cristianos.
Aunque los resultados de la educación se ven en el futuro los esfuerzos para conseguir esos frutos se realizan en el presente. En ello trabajan decenas de miles de profesores que conocen los fines del proyecto educativo y empeñan dedicación y esfuerzo conscientes de que los alumnos bien educados hoy harán posible una sociedad más humana mañana.
Los contribuyentes debemos presentar la Declaración de la Renta 2020 antes del 30 de junio, fecha en que finaliza la campaña de la Agencia Tributaria. Junto a ella también se pone en marcha la campaña Xtantos 2021, en plena pandemia, con las consecutivas oleadas y normativas que están afectando al normal desarrollo de la vida social en todos los ámbitos.
Sin embargo, en medio de esta situación, la Iglesia es refugio para quien no tiene casa, alimento para quien pasa hambre, y esperanza para quien se siente solo. Es la luz que alumbra a toda persona. Porque la Iglesia somos tú, yo y todos. Ahora y siempre. La Iglesia es más de lo que se ve a primera vista. Su presencia es un gran bien para toda la sociedad, especialmente, para los más olvidados.
Como recordaba el Obispo, D. Casimiro, nuestra Iglesia diocesana, formada por fieles laicos, religiosos, sacerdotes y obispo, ha estado desde un primer momento presente y operante en la lucha contra la pandemia. Cada uno en su lugar: en las parroquias, en las cáritas, en los conventos, en las asociaciones y movimientos, en los colegios, en las residencias, en las cárceles, en los hospitales, en ONGs, etc.
Desde la unidad, la Iglesia hemos sido luz en la oscuridad y esperanza en el sufrimiento, haciendo el bien a todos desde multitud de ámbitos, ofreciendo nuestras instalaciones y todo lo que somos, y en estos momentos es necesaria nuestra colaboración, porque juntos, sumando esfuerzos y voluntades, logramos un mundo mejor.
Son muchas las formas en las que la Iglesia, a través de sus diferentes realidades, lleva a cabo su misión de difundir la palabra de Dios y promover la dignidad del ser humano, muy especialmente durante estos duros meses de pandemia, en los que la Iglesia y todas las personas que la conforman se ha volcado con todo lo que tiene y con todo lo que es, poniendo todos los recursos al servicio de la sociedad, del bien común. En lo material, en lo espiritual y en lo humano.
También hace una llamada a la esperanza, a la fraternidad, a la generosidad y a la concordia, en un clima en el que la urgencia de cubrir las necesidades más básicas de tantísimas personas, un pequeño gesto caritativo de compasión, ayuda o apoyo al otro puede suponer una gran diferencia.
Datos nacionales en 2020
El número de declaraciones a favor de la Iglesia ha sido de 7.297.646.
Teniendo en cuenta las declaraciones conjuntas, más de 8,5 millones de contribuyentes eligen con libertad destinar a la Iglesia el 0,7% de sus impuestos.
Esto supone que el porcentaje de contribuyentes que asignan a la Iglesia es del 32,15%.
La cifra de declaraciones a favor de la Iglesia es de 106.000 más que el año anterior, una muestra del respaldo de la sociedad a la labor que la Iglesia desarrolla y que es de una muy especial ayuda para afrontar el aumento de necesidad de ayuda al prójimo provocada por la pandemia.
Todo lo que necesitas saber mara marcar la X
¿Por qué marcar la casilla de la Iglesia Católica?, ¿a qué se dedica el dinero?
El dinero que la Iglesia recibe, y que procede de la voluntad libre de los contribuyentes, lo dedica a desarrollar su inmensa labor. ¿Se dedica el salario de los sacerdotes? Claro. ¿Se dedica a centros de transeúntes y de rehabilitación de drogodependientes? Por supuesto. Es que la labor de la Iglesia está sostenida por personas, por los que formamos la Iglesia. Ni la luz, ni el agua de las parroquias, ni de los centros parroquiales son gratis. Hay que hacer frente a gastos de conservación y de mantenimiento.
¿Pagarás más impuestos marcando la casilla?
No pagarás más impuestos ni te devolverán menos, pagas los mismos, tanto si la marcas como si no.
¿Qué pasa si no marco la casilla?
El Gobierno utilizará el 0,7% de tus impuestos a las partidas que considere.
¿Se puede marcar conjuntamente las casillas de Iglesia Católica y de Fines Sociales?
Por supuesto, aportarás el 1,4% de tus impuestos al sostenimiento de la Iglesia y a apoyar proyectos de atención a personas en situación de pobreza y exclusión, de Cáritas y de Manos Unidas, por ejemplo.
¿Es un privilegio la asignación tributaria?
La Iglesia en España no tiene asignación directa por parte del Estado español. Esto es así desde 2007. Recibe lo que los contribuyentes quieren al marcar la casilla de la Iglesia libremente. Es el más respetuoso, el más solidario, el más democrático de toda Europa. Además, si la economía va mal, el 0,7% representa un importe menor. Si la economía va bien y las personas tienen mayores ingresos, el 0,7% será mayor. Es una decisión libre de cada persona destinar ese porcentaje de sus impuestos al fin que consideran conveniente.
¿Existen privilegios fiscales para la Iglesia?
La Iglesia, como cualquier otra institución o asociación, puede acceder a subvenciones públicas siempre y cuando, y en las mismas condiciones que los demás, cumpla los requisitos marcados por la Ley. Es decir, la Iglesia accede en condiciones de igualdad, no con ningún privilegio. Por ejemplo, en relación al patrimonio cultural las catedrales, las iglesias, las pequeñas ermitas son del pueblo cristiano. Hace siglos que se construyeron en la mayoría de los casos y la Iglesia, desde sus personas, se encarga de cuidar, de mantener, de conservar y de proteger. En el último año se han invertido más de 60 millones de euros en esa tarea. Para disfrutar de este patrimonio no se le pregunta a nadie si cree o no cree, si es católico y su profesa otra religión. El arte sacro es una gran contribución a la cultura de nuestro país y, por eso, se pide colaboración a los organismos públicos para su conservación.
La campaña para presentar la Declaración de la Renta correspondiente al ejercicio 2020 finalizará el 30 de junio. A la hora de realizarla, los ciudadanos tenemos la oportunidad de decidir que el 0,7% de nuestros impuestos se destinen al sostenimiento de la labor de la Iglesia.
Es un puro ejercicio de libertad y de solidaridad, en el que marcando la X en la casilla de la Iglesia Católica garantizamos que se siga difundiendo la palabra de Dios, siempre nueva y siempre necesaria, y se siga apostando por las personas más vulnerables de nuestra sociedad, sobre todo en plena pandemia, que ha provocado el aumento de los niveles de pobreza.
Basta ojear la hemeroteca de esta web para ver cómo la Iglesia diocesana ha estado y está volcada con todo lo que tiene, en lo material, en lo espiritual y en lo humano, con el fin de ayudar y asistir a aquellas personas que más están sufriendo a causa de la COVID-19. Como recordó nuestro Obispo, D. Casimiro, cada uno en su lugar: en las parroquias, en las cáritas, en los conventos, en las asociaciones y movimientos, en los colegios, en las residencias, en las cárceles, en los hospitales, en ONGs, etc.
También tenemos la posibilidad de marcar conjuntamente la X en las casillas de Fines Sociales y de la Iglesia Católica en la Asignación Tributaria. De esta manera, el contribuyente puede multiplicar su solidaridad al aportar el 1,4% de sus impuestos, tanto al sostenimiento de la Iglesia como a los fines sociales, de los que también participan entidades de la Iglesia como Cáritas y Manos Unidas.
Cabe indicar que, con la Hoja Parroquial diocesana de esta semana, también dedicada a este tema, llegará a las parroquias los materiales que la Conferencia Episcopal Española elabora para concienciar al contribuyente.
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