La cuarta reunión del año del clero joven, presidida por el Obispo de la Diócesis, D. Casimiro López Llorente, se ha celebrado esta mañana en la parroquia de El Salvador de Castellón.
En la misma ha participado como ponente el Doctor Manuel Martínez-Sellés, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (Icomem), catedrático de Medicina y jefe de la sección de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, pero además está comprometido con la defensa de la vida frente a la eutanasia y el aborto.
Etarismo
El Doctor Martínez-Sellés ha comenzado hablando de la existencia de etarismo en nuestra sociedad, y de cómo, a diferencia del sexismo o del racismo, la discriminación por motivos de edad está socialmente más aceptada o permitida, aumentando este tipo de conducta con la pandemia.
Hoy este hecho cobra una mayor relevancia, “porque en menos de 20 años vamos a ser el país más envejecido del mundo”, (actualmente España es el tercer país por detrás de Japón y Corea del Sur), de hecho, estamos viviendo “lo que se ha llamado `suicidio demográfico´, pues cada vez nacen menos niños y nuestros ancianos viven más tiempo, lo que genera una situación bastante insostenible”. “Una posible solución sería el fomento de la natalidad”, ha apuntado.
La eutanasia tiene unas claras repercusiones económicas, ha afirmado, pues “eliminando a personas que necesitan cuidados médicos, por un lado habrá un ahorro en el coste de los mismos, y por otro lado en las pensiones”. Como es el caso de Canadá, donde en el primer año tras la despenalización de la eutanasia, solo en costes médicos hubo un ahorro de más de 100 millones de euros.
En esta pandemia, “lo que los médicos hemos visto es que se le ha dado demasiada importancia a la edad a la hora de tomar determinadas decisiones, algo que está mal”, pues ha habido casos en los que no se ha ingresado a ancianos en la UVI simplemente por el hecho de serlo. “Cuando hablamos de edad nos solemos referir a la edad cronológica, lo que no se corresponde con la edad que tenemos desde el punto de vista clínico”, ha explicado, y “la edad, por sí sola, no se debería usar a la hora de tomar decisiones en el ámbito clínico”.
Calidad de vida y dignidad
Ha continuado hablando de la calidad de vida, concepto que “depende no solo de la salud, sino de muchas otras cosas, como las expectativas que uno tenga, los objetivos, la situación social, psicológica…, y solo cada uno de nosotros sabemos la calidad de vida que tenemos”, no es algo que “pueda determinar un tercero”.
Es un concepto “muy subjetivo, pese a lo que se nos está intentando vender”, siendo algo de lo que ya advirtió Benedicto XVI en la encíclica `Caritas in veritate´: «se va abriendo paso una mens eutanasica, manifestación no menos abusiva del dominio sobre la vida, que en ciertas condiciones ya no se considera digna de ser vivida».
Por otra parte, se está confundiendo la calidad de vida con la dignidad, pues “todos nosotros tenemos una dignidad intrínseca, simplemente porque somos personas”, y por muy enfermo que esté el paciente “sigue teniendo una dignidad máxima que nadie le puede quitar”. “Lo que se intenta es cambiar este concepto con visiones dramáticas, como si hubiesen situaciones con las que las personas pierden esa dignidad”, ha defendido.
Ética médica
También ha tratado el tema de la ética médica, sobre todo enfocada en el final de la vida. Para ello ha explicado como en el juramento hipocrático, desde hace dos mil años, se condena la práctica del aborto y de la eutanasia, y esto “me parece importante porque vemos como la eutanasia va contra la esencia misma de la medicina”.
“Velar con el máximo respeto por la vida humana”
(Juramento hipocrático)
Sobre la deontología, como sinónimo de la ética específica de la profesión, ha aclarado que los médicos “no trabajamos solo por dinero, tenemos también como objetivo el ayudar a los demás a vivir, y los seres humanos no son el medio sino el fin”.
“El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de éste”.
(Código de Deontología Médica)
Se ha legislado una ley, que entrará en vigor el 25 de junio, y “que va de forma muy clara contra el Código de Deontología, y aunque los médicos que cometan eutanasia no podrán ser sancionados, no significa que estén actuando de forma correcta”, ha explicado.
Eutanasia y suicidio asistido
El Doctor Martínez-Sellés ha definido la eutanasia como “un acto, que de forma deliberada, produce la muerte de un paciente”, y en el que es muy importante “la intención, el objetivo que se persigue con ese acto”.
En el suicidio asistido, aunque desde el punto moral y ético no es diferente a la eutanasia, el médico proporciona una receta al paciente, con la que obtiene un fármaco en la farmacia para consumirlo con el fin de suicidarse.
También ha explicado como inicialmente, en los países en los que estas prácticas están despenalizadas se aplicaban a pacientes en los que el sufrimiento no se podía controlar y que lo pedían expresamente, pero hoy en día también “se aplican a ancianos con demencia, en niños con discapacidad, en pacientes con enfermedades mentales…”, es decir, en casos en los que el mismo paciente no puede solicitar su aplicación.
“El suicidio con ayuda médica, como la eutanasia, es contrario a la ética y debe ser condenado por la profesión médica. Cuando el médico ayuda intencional y deliberadamente a la persona a poner fin a su vida, entonces el médico actúa contra la ética”.
(Asociación Médica Mundial)
“La eutanasia y/o auxilio al suicidio no son signos de progreso sino un retroceso de la civilización”
(Comité de Bioética de España, máximo asesor del Gobierno en el tema)
Cuidados Paliativos
El ponente ha definido los cuidados paliativos como el conjunto de “medidas que nosotros hacemos para paliar el sufrimiento del paciente a todos los niveles: físico, psicológico, social y espiritual”.
La situación en España es muy precaria, ya que “se recomiendan dos servicios de cuidados paliativos por cada 100.000 habitantes, y ahora tenemos 0,6”, lo que significa que en nuestro país hay “miles de personas que están sufriendo porque no les estamos dando un tratamiento adecuado.
Ello implica que, con esta Ley, “la única alternativa que se va a ofrecer a miles de personas, en vez de tratarlas de forma adecuada, es acabar con sus vidas”. Además, somos de los pocos países de Europa que no tenemos una especialidad oficial de cuidados paliativos.
Sedación paliativa
La sedación paliativa es una alternativa para “aquellos casos en los que no conseguimos controlar el sufrimiento de un paciente”, mediante las dosis necesarias de sedantes o analgésicos, “corriendo con cierto riesgo de adelantar la muerte”. Esto no sería eutanasia, “ya que mi objetivo no es matar al paciente, sino controlar los síntomas”.
Ley de Eutanasia
La eutanasia “no es un acto médico, pues los médicos no nos dedicamos a matar”, y como médico, “es indignante que el trámite de esta ley se haya hecho de forma muy apresurada, durante la pandemia, cuando la sociedad no se puede manifestar y sin solicitarse la opinión de los médicos”, ha lamentado, “todo ello ha sido algo intencionado”.
Con esta le ley “en vez de acabar con el sufrimiento vamos a acabar con el que sufre”, y lo que realmente necesitamos es “una ley de cuidados paliativos”.
Además, es una ley “realmente sin demanda social” y que “nace del engaño, porque se va a considerar a todos los efectos legales la eutanasia como muerte natural”, ha explicado el Doctor.
Ante todo ello, ha indicado la conveniencia de realizar Testamento Vital.