«Abrazar la cruz me hizo pasar del dolor al amor»
La influencer católica, Laura Montesinos, ayer tarde en la Parroquia de San Jaime Apóstol
El apostolado parroquial Emaús, adscrito a la Parroquia San Jaime Apóstol en Oropesa del Mar celebró ayer el primer aniversario desde que en julio del año pasado Mons. Casimiro López Llorente bendijera su puesta en marcha. Ha sido un año intenso en el que, tal como afirman desde la coordinación, «en comunión con nuestro Obispo, acogimos el objetivo del curso pastoral, centrado en el Primer Anuncio, para anunciar a Jesucristo vivo y resucitado».
Ayer tarde, Emaús hizo extensiva la charla testimonio de Laura Montesinos «a toda la comunidad parroquial de San Jaime Apóstol, así como al resto de la Diócesis porque, precisamente Laura, es una gran embajadora del amor de Dios y su historia de encuentro personal con Jesucristo a través del retiro de Emaús puede dar esperanza a quienes todavía no se han encontrado con Él».
Casi trescientas personas acudieron a la cita en una tarde que comenzó con la celebración de la Eucaristía seguida de una Hora Santa dirigida por Hakuna y meditada por los jóvenes de Effetá, que es el apostolado juvenil de Emaús y que también han iniciado su andadura este año en la Diócesis de Segorbe-Castellón.
Tu muerte es vida
Laura Montesinos, «hija de Dios, madre de una niña y médico de familia» como ella misma dijo, es la autora de «Tu muerte es vida», un libro autobiográfico que en menos de un año ya ha lanzado su segunda edición, y que como dijo ayer tarde «es una historia de vida y no de muerte».
La vida de Laura cambió radicalmente de la noche a la mañana un día «que mi marido no se despertó». Dios, «que es el mejor escultor de la vida nos había preparado para ello sin yo saberlo». Y es que, tal como relató Laura, previamente su marido había participado en un retiro de Emaús y había transformado de tal manera su vida que le llegó a confesar que aquel fin de semana «fue lo mejor que le había pasado en la vida» y la invitó a hacer el retiro.
Laura no podía entender cómo un retiro de fin de semana fuera lo mejor en la vida de su marido. Dos semanas después de su muerte, ella misma participó en el retiro de Emaús «y entonces lo entendí todo y supe que tras la muerte de mi marido había mucha vida». Reconoció que descubrir el amor de Dios «fue una revolución y se lo quiero transmitir al mundo».
Emaús, dijo, «ha sido ese camino que a mí me ha acompañado, que me ha dado luz y que es mi chute semanal de amor para poder continuar porque tenía, y tengo obviamente, mucho dolor en el corazón, pero a través de estos retiros maravillosos pude descubrir el amor del Señor de una forma diferente que nunca me habían enseñado, con una intensidad brutal y con una rapidez pasmosa».
Este punto de inflexión supuso «descubrir que en el sufrimiento se puede ser feliz y el mundo te oculta el sufrimiento, el fracaso y la muerte y yo, en todo eso había descubierto mucha luz, incluso felicidad». Todo forma parte de un proceso y «a medida que fui gestionando el dolor, se transformó en amor». Laura era una mujer «con una fe heredada, de libro pero eso no tiene nada que ver con el Dios que he conocido, un Dios vivo que ahora tengo en mi corazón y que es tan fuerte que te explota el corazón y no te lo puedes callar». Conocía a Jesús, «pero el que está ahora en mi corazón ha cambiado la perspectiva de mi vida: vivo con los pies en la tierra y la mirada en el cielo, sabiendo que la verdadera vida es la vida eterna».
Recordando a San Juan de la Cruz, afirmó que la cruz pesa más arrastrada que abrazada porque de lo contrario «vives de espaldas a tu realidad y es, precisamente en la cruz donde se produce el verdadero encuentro con Cristo y ahí es donde tu corazón se transforma y el dolor se convierte en amor, como hizo Él». La cruz «es un privilegio porque es un trampolín enorme de crecimiento y sobre todo de vivir con paz».
La noche concluyó con la firma de libros y la posibilidad de compartir con Laura Montesinos las experiencias personales de quienes vieron en ella y en su testimonio de vida, una fuente de inspiración para poder reconstruir la propia y enfrentar cualquier desafío.