Queridos diocesanos:
Este mes de enero está marcado en nuestra Diócesis por la Infancia Misionera con dos celebraciones. Este domingo, día 15, celebramos con toda la Iglesia en España la Jornada Mundial de la Infancia Misionera, y el sábado, día 28, el Encuentro Diocesano de Infancia Misionera, suspendido los últimos años por el Covid-19.
La Jornada Mundial es la fiesta de los niños y las niñas que viven con alegría el don de la fe y rezan, ofrecen sacrificios y donativos para que la luz de Jesús llegue a todos los niños del mundo. Este año se quiere poner de relieve la comunión de todos los que creemos en Cristo, para descubrir la belleza de formar una sola familia, la familia de los hijos de Dios. Por ello el lema reza Uno para todos y todos para Él.
‘Uno para todos’: este Uno es Jesús, el Hijo de Dios, que ha venido a nuestro mundo, ha muerto y ha resucitado para ofrecernos a todos el amor y la vida de Dios, para salvarnos a todos. Es lo que acabamos de celebrar en la Navidad. El Niño-Dios nacido en Belén es la buena Noticia, motivo de una gran alegría para todo el pueblo de Israel, como anuncia el ángel a los pastores; y más allá lo es para toda la humanidad, representada en los magos de Oriente que vinieron hasta Belén siguiendo la estrella, y al encontrar al Niño se llenaron de gran alegría y, cayendo de rodillas, lo adoraron y ofrecieron oro, incienso y mirra. Jesús nace para todos y quiere llegar a todos. A cuantos creen en Él, les da el poder de ser hijos de Dios (cf. Jn 1,12). En el bautismo, Dios nos hace sus hijos queridos en su Hijo Jesús, nos hace hermanos y amigos de Jesús, nos incorpora a la familia de Jesús, a la Iglesia. En la comunión eucarística, al comer el mismo Pan, el Cuerpo de Cristo, Jesús nos atrae a sí, se une con cada uno de cuantos comulgamos, es decir, genera unidad y comunión con Él y entre todos lo que comulgamos, vivifica su familia y, al final de cada Eucaristía, nos envía a la misión.
De ahí surge el “Todos para Él”. Todos los bautizados, también los niños y las niñas, estamos llamados a vivir para Cristo y llevar a todos la alegría del Evangelio, la alegría de ser amados por Dios personalmente en su Hijo, Jesús. Cada uno lo hará según su edad, cada uno desde su vocación personal, concreta; cada uno con sus talentos y dones, también con sus limitaciones y pobrezas; pero todos juntos, sinodalmente, remando en la misma dirección para poner todo bajo el cuidado y la mirada del Señor. Todos sintiendo la responsabilidad de la misión de nuestra Iglesia.
Por esta razón, el recién fallecido Papa emérito Benedicto XVI la última vez que estuvo en España, para la JMJ de 2011, nos dijo: “Permitidme que os recuerde que seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguir a Jesús en solitario. Quien cede a la tentación de ir ‘por su cuenta’ o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él” (Homilía, 21-8-2011).
Los niños y las niñas necesitan hacer experiencia de Iglesia: la experiencia de sentirse parte activa de esta familia, de su vida y de su misión, para amarla como propia; la experiencia de compartir la fe en Jesús, la alegría de saberse querido por Dios; la experiencia de saberse necesarios para que Jesús y el Evangelio lleguen a todos, y para ayudar a los más desfavorecidos o los que pasan cualquier tipo de dificultad.
Hacer esta experiencia es el objetivo también de nuestro Encuentro diocesano de Infancia Misionera el sábado, 28 de enero, que este año será en Segorbe por razón del Año Jubilar diocesano. Lo haremos con el mismo lema de la Jornada, que, con otras palabras, nos invita como el Jubileo a Crecer en comunión para salir a la misión. Al celebrarlo en Segorbe, ofrecemos a los más pequeños la posibilidad de celebrar también ellos el Jubileo. Podemos considerar el Encuentro como el Jubileo para los niños y niñas, que está destinado a todos, no sólo a los mayores. No privemos a los más pequeños de la gracia jubilar para encontrarse con Jesús, para crecer en comunión, para sentirse parte activa de la misión aquí y en ‘los países de misión’, para compartir la alegría de formar parte de la Iglesia de Jesús que peregrina en Segorbe-Castellón.
Os animo a todos –niños y niñas, catequistas y profesores, colegios, parroquias, movimientos y comunidades eclesiales, y sacerdotes- a participar en el Encuentro diocesano de Infancia Misionera el sábado, día 28, en el Seminario de Segorbe y en nuestra Catedral diocesana. Estoy seguro que no os defraudará. Os espero.
Con mi afecto y bendición,
+ Casimiro López Llorente
Obispo de Segorbe-Castellón