El pasado domingo día 17 de marzo, el Pinar del Grao de Castellón acogió una nueva edición de la carrera solidaria organizada por el Colegio FEC Madre Vedruna Sagrado Corazón, en la que hubo más de 700 inscritos.
En esta sexta edición colaboran con un centro educativo en Guatemala, con el objetivo de ayudarles tras la catástrofe sufrida por las inundaciones del año 2022 y posteriores. Desde el centro explican que “las Hermanas Dominicas, encargadas de esta comunidad educativa, solicitaron ayuda para poder construir un muro de contención para evitar que la tierra continúe desprendiéndose y que gran parte de las instalaciones se derrumben”.
LA IGLESIA DE LA CUEVA SANTA DE PEÑALBA (Segorbe).
Génesis de un templo de moriscos.
Peñalba, popularmente conocida también por el nombre de Cárrica, es un caserío o barrio del propio Segorbe, desde al que antiguamente se llegaba saliendo de la ciudad por el costado norte de la muralla, por el Portal de Cárrica. Dicho conjunto poblacional había sido un antiguo asentamiento islámico y, a partir de la Guerra de las Germanías (1519-1523), con los bautismos de la población mudéjar, de moriscos.
Siguiendo la información de las primeras visitas pastorales (1536, 1539 y 1543), cuando la parroquia de Navajas, que tenía 150 vecinos moriscos, fue separada de la Catedral y constituida en parroquia bajo la advocación de San Pedro (1576) se le asimiló, como anejo, el barrio de Cárrica, donde vivían quince familias también moriscas. En ese sentido, era obligación del cura encargado celebrar misa en ambos templos, estableciéndose 30 libras valencianas a pagar por el Duque de Segorbe, al que se le habían concedido las rentas de la antigua mezquita (“olim mezquita”), extraídas de los frutos de ambos lugares, más quince de las primicias de los citados moriscos. Una realidad reflejada por la Bula «Noverint universi» del papa Clemente VIII, de 27 de junio de 1602, por la que se dotaba a las parroquias de moriscos en el obispado de Segorbe (ACS, 1190).
Tras la expulsión de los moriscos en 1609, con la desaparición de la parroquia de San Pedro de Segorbe, la Iglesia de Cárrica dejó de estar asimilada a Navajas para ser administrada desde la propia Catedral. Con tal motivo, a Peñalba se la dotó con nuevas rentas, junto con parroquias como Benagéber, Domeño, Loriguilla, Sinarcas, etc.
En el primer tercio del siglo XIX, hacia 1834, la Iglesia de la Cueva Santa de Peñalba formaba parte, junto con San Francisco de Asís de Villatorcas y como vicarías perpetuas y de patronato laical, de la parroquia de la Catedral, con 193 almas. El 2 de mayo de 1888, su Ilustrísima compraba y reedificaba una casa, la actual casa Abadía, para vivienda del capellán coadjutor que, hasta ese momento, vivía intramuros de Segorbe [Aguilar, 1890].
El templo actual es reflejo de las tradicionales construcciones de templos de moriscos, que vienen a ser simples reconversiones del antiguo espacio islámico o musulmán al culto y rito católico, sobre todo conservados en pequeños núcleos urbanos donde no se ha programado la construcción, en su lugar, de templos de mayor empeño. Tal es el caso de edificios como el de Peñalba, Higueras, Benitandús, etc. Templos de pequeñas dimensiones, de una sola nave de tres tramos y presbiterio, coro alto, órdenes clásicos apilastrados en los laterales, con arquitrabe, friso y cornisa, y cubrición de bóveda de cañón sencilla, en ocasiones con lunetos para la ubicación de las ventanas, y techumbre a doble vertiente.
Eliminados los vestigios del pequeño alminar y del mhirab e, incluso, variándose la orientación original de la oración y articulándose «a la clásica» la fachada, presenta en el acceso, sobre el hastial, una sencilla espadaña para sendas campanas, característica común a muchos de estos edificios, como primera cristianización del recinto, eliminando la llamada a la oración del almuecín por el tañido de los bronces para los oficios. Además, se le añadió la casa señorial, desde donde se podía asistir a las celebraciones desde una de sus habitaciones, sobre la sacristía y recayente al presbiterio.
Hasta 1936, en su iglesia había algunas tablas góticas procedentes de la Catedral que desaparecieron en 1936 y, actualmente, conserva modernas pinturas de José Peris Aragó (1907-2003), como la del Cristo crucificado del altar mayor, o del maestro local Luis Bolumar (1951), en la capilla del bautismo.
En definitiva, una auténtica reliquia de los tiempos pasados, apenas inalterada por intervenciones posteriores que conserva, casi intactos, los espacios originales de transición de un tiempo histórico trascendental. Reflejo directo que en una pequeñísima comunidad de nuestra diócesis tuvo el eco y consecuencias del Concilio de Trento y la guerra contra el turco; en momentos de crisis, reforma y contrarreforma y conflicto global a nivel mediterráneo, en un mundo polarizado y belicista, entre oriente y occidente que, en la actualidad, sigue por similares senderos, tan diferentes a los caminos de diálogo y paz trazados por San Francisco de Asís en su encuentro en 1219 con el sultán Malik al Kamil, sobrino de Saladino, durante la quinta cruzada.
La Iglesia de Segorbe-Castellón celebra el día del Seminario
La Concatedral de Santa María ha acogido este mediodía la celebración de la Solemnidad de San José, esposo de María la Virgen, Padre legal de Jesús, Patrono de la Iglesia Universal, de los seminarios, y de los trabajadores, entre otros colectivos.
La Eucaristía ha estado presidida por Mons. Casimiro López Llorente, Obispo de Segorbe-Castellón y concelebrada por D. Miguel Simón, párroco de Santa María, así como por los rectores de los seminarios de nuestra Diócesis, formadores y vicarios parroquiales de Santa María y en la que han participado el conjunto de seminaristas del Seminario Diocesano Mater Dei – Mayor y Menor, y el Seminario Diocesano y Misinonero Redemptoris Mater de Betxtí.
Tras la proclamación de la Palabra, D. Casimiro ha honrado la figura de San José recordando los datos que ofrecen las Sagradas Escrituras y poniendo el valor el conjunto de virtudes entre las que ha destacado «su apertura a Dios, la escucha de la voluntad de Dios, y la acogida pronta de su palabra».
San José, ha recalcado D. Casimiro, «era un hombre justo, de fe y de confianza en Dios que escuchaba la Palabra de Dios y hacia la voluntad de Dios en su vida». El Obispo ha recordado la lectura del Evangelio para ensalzar su papel de esposo de María «tras escuchar la Palabra de Dios a través del ángel y así supo que del seno de la Virgen nacería un niño, al que pondría de nombre Jesús y asumiría la paternidad legal sobre el niño».
En este sentido ha exhortado a «escuchar en silencio la Palabra de Dios y su voluntad, para saber lo que Él quiere en nuestra vida. personal, comunitaria y responder a la vocación que salga la escucha de la Palabra, como María y José». Y esa apertura a Dios, ha resaltado D. Casimiro, está basada «en la confianza en Él para acoger en todo momento lo que Él quiere, y en un dialogo con Él ir diseñando cuál es el camino que propone a cada uno en su vida».
Día del seminario
El Obispo ha recordado que hoy se celebra el Día del Seminario cuyo lema es «Señor, envíanos pastores». Ha recordado, junto a los rectores, formadores y seminaristas que le acompañaban en la celebración, la necesidad que tiene la Iglesia de tener pastores, que en nombre de Jesús y con el corazón del Padre, sigan atendiendo a nuestras comunidades».
En este sentido, ha insistido a fomentar la cultura vocacional y contribuir desde la responsabilidad de cada uno (familia, formadores, catequistas) «al discernimiento de nuestros niños, de nuestros adolescentes y de nuestros jóvenes». Ha exhortado a contar con Dios en nuestra vida porque de lo contrario «dificilmente lo vamos a tener en cuenta a la hora de diseñar el proyecto de nuestra vida según Él».
Todos, ha insistido D. Casimiro, «venimos a esta vida porque somos llamados por Dios desde su amor para viviendo en el amor a Dios y a los hermanos llegar a la plenitud de la vida». La llamada de Dios se refuerza en nuestro Bautismo, «haciéndonos hijos e hijas suyos, para que viviendo las huellas de Jesús, vayamos caminando hacia la santidad». Y tres son los caminos, ha recordado el Obispo: «el sacerdocio para, siendo pastores, con el corazón del Padre, ponerse al servicio de las comunidades; la vida consagrada, poniéndose al servicio de los hermanos según el carisma de cada instituto; o el matrimonio, viviendo el amor entre el hombre y la mujer como expresión y signo del amor de Dios en sí, siendo también sacramento de su amor para el mundo».
Escuchando y acogiendo la Palabra de Dios, ha concluido D. Casimiro «caminemos como Iglesia peregrina del Señor bajo la protección y el ejemplo de patrono de la Iglesia Universal y de nuestros seminarios, San José, esposo de María la Virgen y Padre de Jesús».
Enric Huguet y Nuria Escrihuela, responsables del método Godly Play en la Diócesis de Segorbe-Castellón ofrecieron una sesión catequética sobre la Pascua judía y la Eucaristía.
Tal como ha confirmado el párroco, D. Salvador Prades, durante el presente cursos se están llevado a cabo, tras la misa familiar, «varias sesiones de tertulia en la que se nos han presentado de una manera dinámica y en un clima muy distendido, diversos aspectos de la vida cristiana».
Godly Play es un medio de dirección espiritual y descubrimiento basado en principios del método Montessori y el culto cristiano. Pretende presentar de manera imaginativa las historias de la Biblia a niños y también a gente de más edad.
Los niños tienen un sentido innato de la presencia de Dios. El enfoque de Godly Play les ayuda a explorar su fe a través de las narraciones. El aprendizaje del lenguaje religioso (historias sagradas, parábolas, acción litúrgica y silencio contemplativo) les ayuda a desarrollar esa experiencia espiritual a través del pensamiento reflexivo, el asombro, el misterio, la expresión artística y el juego.
El propósito de Godly Play es el de enseñar a los niños el arte de usar el lenguaje religioso cristiano (parábola, historia sagrada, silencio contemplativo y acción litúrgica) con el fin de que sean más conscientes del misterio de la presencia de Dios en sus vidas. Uno de los objetivos de Godly Play es crear un lugar seguro para los niños; se trata de un lugar donde sus ideas, opiniones y capacidades sean profundamente respetadas.
La Junta Parroquial de Cofradías de Altura, junto a las cofradías del Santísimo Cristo de la Capilla y Virgen de los Dolores, fueron los organizadores de la XXXI Procesión Diocesana de Cofradías, Hermandades y Asociaciones de Semana Santa, que tuvo lugar ayer domingo día 17 de marzo, en la Villa de Altura, dando comienzo a las 18 h.
Estuvo presidida por nuestro Obispo, D. Casimiro López Llorente, que estuvo acompañado por la Junta Diocesana de Cofradías y Hermandades, por la corporación municipal y varios sacerdotes de la Diócesis, entre ellos el párroco, D. Juan Manuel Gallent.
La Procesión marcó el anticipo de la Semana Santa que comenzaremos a vivir a partir del Domingo de Ramos, acompañando a Jesús de Nazaret en su Pasión y Muerte para celebrar la alegría de la Pascua de Resurrección.
A través de los misterios centrales de nuestra fe, que cada una de las Cofradías de la Diócesis procesionan en las calles, como hicieron ayer tarde, la presencia de Jesús llega a la ciudadanía y contribuye a mostrar la riqueza del Evangelio.
El recorrido de ayer tarde partió de la parroquia de San Miguel Arcángel recorriendo las principales calles del centro del municipio, para terminar en el templo con unas palabras de D. Casimiro, que agradeció y felicitó a las cofradías, los alturanos, al ayuntamiento y a la parroquia por la Procesión, “como manifestación de nuestra fe”.
Y exhortó a no perder de vista la razón de ser de las cofradías y hermandades y de la expresión de nuestra fe en la procesión, “que es el amor de Dios que se entrega hasta la muerte, para derrotar el pecado y la muerte, y darnos vida”. “Sigamos cuidando y trabajando, como creyentes, para mantener viva la raíz de nuestra cultura que es una raíz cristiana”, indicó.
El Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón celebró ayer por la tarde la Eucaristía en la iglesia de San Francisco de l´Alcora junto a los cofrades de la Cofradía Jesús Nazareno, que nombraron a D. Casimiro cofrade de honor, saliendo de la celebración con su medalla. También se llevó a cabo la imposición de medallas de los nuevos cofrades.
Además, inauguró tres placas de cerámica con las caídas de Cristo con la cruz, situadas en diferentes calles del municipio. En la homilía, les animó a vivir su condición de cofrades desde la condición de cristianos. “Sois una asociación pública de fieles cristianos -les dijo- que en vuestro caso se asocian para favorecer el culto público en torno a Jesús Nazareno, y un fiel cristiano es alguien que cree, que sigue y que da testimonio de la fe que procesa”.
Y, tal como explicó el Obispo, la fe cristiana nace del encuentro personal y profundo con el Señor, es la respuesta confiada a Él, que nos invita a entregarle la vida y a estar disponibles para la misión, porque nos ama con amor infinito.
En este sentido, recordó las palabras del Papa Benedicto XVI refiriéndose a esta capacidad de Dios para orientar nuestra vida a partir del encuentro personal con Él: «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o por una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva».
D. Casimiro les exhortó a reavivar, “una y otra vez, este encuentro personal con el Señor, que sale a nuestro encuentro en su Palabra, en la Eucaristía, en cada hombre y en cada mujer, en cada acontecimiento de nuestra vida, y en el sacramento de la Reconciliación, porque muchas veces nos tenemos que dejar sanar y perdonar por Él para seguir caminando, sabiendo que Dios, y la Iglesia, nunca nos rechaza y nos quiere dar el abrazo del perdón”.
Hoy se ha celebrado la séptima edición del Encuentro Diocesano de Jóvenes, organizado por la Delegación para la Infancia y la Juventud, y convocado y presidido por el Obispo de la Diócesis, D. Casimiro López Llorente. Se ha celebrado en el Seminario diocesano Mater Dei bajo el lema “Amor que salva”, con una temática central sobre el Primer Anuncio, objetivo central del presente curso pastoral.
.
.
.
Ha sido una jornada en la que más de 300 jóvenes de toda la Diócesis y de diferentes realidades han compartido juntos la alegría de seguir al Señor en nuestra Iglesia diocesana, pero también ha servido para ayudar a los confirmandos a preparar su Confirmación.
.
.
.
Los participantes han podido disfrutar de varias dinámicas, preparadas por algunos de los distintos grupos que integran el Consejo Diocesano de Jóvenes. Es el caso de una gymcana para jóvenes de entre 12 y 15 años que ha organizado JECCxM, Éfeso y Juniors; y otra que ha preparado Hakuna y Effetá.
.
.
.
.
También, los jóvenes a partir de 16 años se han formado gracias a varios talleres, como el que ha impartido el guionista y escritor Diego Blanco bajo el título “Héroes, villanos y redención: buscando el kerygma en la ficción”; el que ha ofrecido el Oratorio de Universitarios, “Al principio no era así: de las heridas al amor verdadero”; o el de «No temo», un grupo de jóvenes que se forman en la Teología del Cuerpo, y que han hablado sobre “La verdad sobre el cuerpo y la sexualidad”.
.
.
.
Por otra parte, han podido escuchar dos testimonios. El primero de ellos sobre “AUTE”, un apostolado de Primer Anuncio que encamina todas sus acciones hacia el propósito de compartir el mensaje de Cristo a los jóvenes y ofrecer todas las opciones que tiene la Iglesia para vivir la Fe. Y el segundo sobre “Exodus 90”, un movimiento espiritual masculino que se apoya en tres pilares básicos: oración, ascetismo y fraternidad.
.
.
.
Esta Jornada de comunión y alegría en el seguimiento del Señor de los jóvenes cristianos de la Diócesis ha terminado con un concierto del coro EMUNAH, de la parroquia de la Santísima Trinidad de Castellón, y con la adoración al Santísimo.
.
.
.
.
Celebración de la Eucaristía
A las 13 h. se han congregado en torno a la mesa del altar para celebrar la Santa Misa, que ha presidido el Obispo, y han concelebrado los sacerdotes asistentes al Encuentro, entre ellos el Delegado diocesano para la Infancia y la Juventud, D. Manuel Díaz; el Subdelegado, D. David Vázquez; y el Rector del Seminario Mater Dei, D. Juan Carlos Vizoso.
.
En la homilía, D. Casimiro ha mostrado su agradecimiento al Dios “por cada uno de vosotros, que habéis acudido a su llamada en ese día dedicado a los jóvenes y a los confirmandos”. “Sois una alegría para quien nos habla”, les ha dicho a ellos.
.
Centrándose en la Palabra proclamada y en el lema del Encuentro (“Amor que salva”), el Obispo ha querido “limpiar la palabra «amor» de tantas adherencias que ha ido recibiendo a lo largo del tiempo” para centrarse “en el verdadero amor que es Cristo Jesús”.
.
El del Señor “es el amor que se entrega hasta el final por cada uno de nosotros, para sanarnos, para purificarnos, para liberarnos, de tanto que nos ata y no nos deja progresar en el verdadero amor”, les ha dicho a los jóvenes indicando la proximidad de la Semana Santa. Por ello, les ha animado a imitar ese amor que nos muestra Jesús, “que busca el bien del otro y se entrega”.
.
El Obispo también les ha hablado de las diferentes llamadas al amor que cada uno recibe de Dios, sea a la vida consagrada, al matrimonio o al sacerdocio, y les ha recordado que este domingo celebramos el Día del Seminario, que es “donde se forman aquellos que han sentido la llamada de Jesús para entregar su vida en favor de las comunidades”. Por último, les ha exhortado a llevar ese amor de Dios a los demás, para que, una vez finalizado el Encuentro, “llenos de su amor, ofrezcáis a otros y donde os encontréis ese camino, esa verdad y esa vida que es Él”.
Por san José celebramos el Día del Seminario. Este año, en nuestra Diócesis, lo haremos este fin de semana, en las Misas vespertinas del sábado y en las del Domingo. Nuestros seminaristas del Mater Dei y del Redemptoris Mater y la petición al Padre para que nos envíe pastores según su corazón estarán especialmente presentes en la oración de nuestras comunidades, lo que no debería faltar a lo largo de todo el año. Porque todos y cada uno estamos llamados a orar por la buena formación de nuestros seminaristas y pedir con insistencia y perseverancia a Dios que nos envíe vocaciones al sacerdocio ordenado. Nos urge –y mucho- recuperar o intensificar nuestro amor y compromiso por nuestros seminarios; en ellos se forman, aquellos que han sentido la llamada del Señor al sacerdocio y que serán los futuros pastores de nuestras comunidades.
Hemos de intensificar también nuestra oración por las vocaciones sacerdotales. Sufrimos un fuerte invierno de vocaciones en el mundo occidental, que entre nosotros alcanza extremos muy preocupantes. Esta situación no nos puede ser indiferente. Es, en efecto, muy escaso el número de nuestros seminaristas; y muy pocos proceden de nuestras comunidades. A decir verdad no sólo escasean las vocaciones al sacerdocio; también son escasas las vocaciones a la vida consagrada y cada día son menos los bautizados que entienden su matrimonio y familia como una vocación; pocos son también los seglares que viven su ser cristiano como vocación, llamados a ser testigos del Evangelio en el mundo y en la Iglesia. Necesitamos dar, pues, a toda nuestra pastoral un tinte vocacional, comenzando por la formación cristiana de nuestros niños bautizados en la familia y la catequesis de iniciación cristiana.
Ciertamente que hoy no es fácil hablar de vocación. El contexto cultural actual propugna un modelo de ‘hombre sin vocación’. Interesa lo inmediato, lo útil, el tener, el disfrute de la vida, la fama, la ostentación y el poder; falta una perspectiva global de la persona como proyecto de vida. El futuro de niños, adolescentes y jóvenes, en la mayoría de los casos, se plantea reducido a la elección de una profesión para logar una buena posición económica; su futuro se plantea sin apertura al misterio de la propia vida, a Dios, al prójimo o al propio bautismo. Es necesario que trabajemos por crear una cultura vocacional orando por las vocaciones y acogiendo en parroquias y movimientos el ofrecimiento que se hace de la Diócesis para trabajar en este sentido.
Una mirada creyente sobre el ser humano descubre que todos tenemos una vocación, una llamada de Dios. Así nos lo recordó el Sínodo de los Obispos de 2018 sobre los jóvenes, la fe y el descernimiento vocacional. Dios llama a cada uno a esta vida por amor y para vivir la alegría del amor, que será fuente de felicidad. La nueva vida recibida de Dios gratuitamente en el bautismo desarrolla esa llamada inicial de Dios al amor. Y, llegado el momento, esta vocación bautismal se concretará por parte de Dios en una llamada a vivir el amor en el sacerdocio entregando la propia vida al servicio del Evangelio y de los hermanos; o a vivirlo en la vida consagrada entregándose a Dios y a los hermanos en el carisma de un instituto religioso; o a vivir la llamada de Dios al amor en el amor entre un hombre y una mujer en el matrimonio y en la familia. Dios tiene un plan concreto para que cada uno alcance la felicidad y la perfección en el amor, la santidad. La vocación es el pensamiento amoroso de Dios sobre cada uno. En esa llamada encuentra cada uno su nombre y su identidad, que le garantiza su libertad y su felicidad.
Todos somos responsables de la pastoral vocacional. Ayudemos todos –en especial los padres, los sacerdotes y los catequistas- a nuestros niños, adolescentes y jóvenes a hacerse sin miedo esta pregunta: “Señor, ¿qué quieres que haga en mi vida”. Si sienten la llamada al sacerdocio, ayudémosles a responder con alegría y generosidad mediante nuestra cercanía y acompañamiento. Será nuestro mejor servicio a su libertad y felicidad.
Nuestra misión no es otra que evangelizar, mostrar a Cristo a todos los hombres para que se dejen encontrar por Él, escuchen su voz, respondan a su llamada con entrega y fidelidad. Oremos a Dios Padre para que nos envíe pastores según el corazón de su Hijo. El sacerdocio es un don inestimable de Dios y un ministerio indispensable en nuestra Iglesia. No tengamos miedo de hacer la propuesta vocacional al sacerdocio a nuestros niños, adolescentes y jóvenes.
Castellón celebra las 24 horas para el Señor en la Iglesia de La Sangre
Los arciprestazgos de Castellón se han sumado a la celebración de las 24 horas para el Señor, una iniciativa cuaresmal de oración y reconciliación instituida por voluntad del Papa Francisco. La convocatoria, tal como anunció Mons. Casimiro López Llorente en unacartaal Pueblo de Dios de Segorbe Castellón, se celebró en el conjunto de la Diócesis el pasado fin de semana en vísperas del cuarto domingo de Cuaresma. Sin embargo, tal como informaba la misiva, al coincidir con la celebración de las fiestas fundacionales de la ciudad de Castellón, nuestro Obispo pospuso la celebración en Castellón para este fin de semana.
Ayer tarde a las 20h, tras la celebración del Quinario de la Cofradía de la Purísima Sangre de Castellón, la Capilla acogía la celebración de la Eucaristía que, presidida por el Obispo de Segorbe-Castellón, y concelebrada por el Cabildo Concatedral y párroco de Santa María D. Miguel Simón, el Arcipreste del Arciprestazgo 3, D. Joaquín Muñoz, y el secretario, D. Ángel Cumbicos, daba inicio a la celebración de las 24 horas para el Señor.
«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía (…)». Intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora
Tras la proclamación de la Palabra, la homilía del Obispo profundizó en «Dios Padre, el Verdadero«, y en «la hora de Jesús». La reflexión de D. Casimiro se centró en estos dos conceptos, y no como los presenta el mundo contemporáneo, sino desde el mismo Jesús. «Cristo es la manifestación suprema de Dios, y la verdad es Dios mismo que nos ha creado por amor para el amor y ahí está la unión que hay entre verdad y amor».
El Dios que nos revela Jesús, dijo D. Casimiro, «nos manifiesta de dónde venimos, para qué venimos, hacia dónde caminamos: venimos de Dios que es amor, caminemos en el amor recibido y ofrecido en su Hijo Jesús para llegar a la santidad, a la perfección del amor, a la vida misma de Dios».
La «hora de Jesús», continuó el Obispo, «es el momento del cumplimiento de la misión que ha recibido de Dios en favor de cada uno de nosotros». Un amor que se hace presente en la última cena a través de la institución de la Eucaristía, del orden sacerdotal y del mandamiento del amor porque «tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo unigénito, para que creyendo en Él tengamos vida».
«Caminemos en una vida nueva»
Retomando las lecturas, D. Casimiro se refirió a los impíos (Sab 2,1a.12-22), «aquellos que no creen en Dios, lo rechazan y lo llevan hasta la muerte». El texto del libro de la Sabiduría muestra un anticipo de Áquel «que morirá en la cruz por ser testigo de la verdad y los que no creen en Dios intentan imponer su verdad incluso persiguiendo a aquellos que se abren a Dios».
En este sentido, nuestro Obispo reconoció que, en un tiempo tan alejado de Dios como el actual, muchos se dejen llevar por esa tendencia y se alejen de Dios, incluso que aún creyendo en Dios lo hagamos solo en la medida de nuestro criterio y previsiones «pero no vivimos la vida nueva que nos ofrece Cristo Jesús». Así se refirió al lema de estas 24h para el Señor y exhortó a caminar en la vida que nos ofrece Jesús acogiendo «la misericordia del Señor en el Sacramento de la Reconciliación que sirve para sanar, para llenarnos de la gracia de Dios, para así caminar, fieles y confiados en el seguimiento de Cristo».
Durante toda la jornada de este sábado, las parroquias de los Arciprestazgos de Castellón han establecido turnos de adoración en la Capilla de La Sangre, donde permanecerá expuesto el Señor.
Esta web utiliza 'cookies' propias y de terceros para ofrecerte una mejor experiencia y servicio. Pulsando en "aceptar" consientes el uso de todas las cookies, pero puedes cambiar la configuración de 'cookies' en cualquier momento.
Como la mayoría de los servicios en línea, nuestro sitio web utiliza cookies propias y de terceros para varios propósitos. Las cookies de origen son principalmente necesarias para que el sitio web funcione correctamente y no recopilan ninguno de sus datos de identificación personal.
Las cookies de terceros utilizadas en nuestros sitios web se utilizan principalmente para comprender cómo funciona el sitio web, cómo interactúa con nuestro sitio web, mantener nuestros servicios seguros, proporcionar anuncios que sean relevantes para usted y, en general, brindarle una mejor y mejor experiencia del usuario y ayudar a acelerar sus interacciones futuras con nuestro sitio web.
Cookies Necesarias
Algunas cookies son esenciales para que pueda experimentar la funcionalidad completa de nuestro sitio. Nos permiten mantener las sesiones de los usuarios y prevenir cualquier amenaza a la seguridad. No recopilan ni almacenan ninguna información personal. Por ejemplo, estas cookies le permiten iniciar sesión en su cuenta y agregar productos a su carrito y pagar de forma segura.
Respetamos completamente si desea rechazar las cookies, pero para evitar preguntarle una y otra vez, permítanos almacenar una cookie para eso. Puede optar por no participar en cualquier momento u optar por otras cookies para obtener una mejor experiencia. Si rechaza las cookies, eliminaremos todas las cookies establecidas en nuestro dominio.
Le proporcionamos una lista de las cookies almacenadas en su computadora en nuestro dominio para que pueda verificar lo que almacenamos. Por razones de seguridad, no podemos mostrar ni modificar cookies de otros dominios. Puede comprobarlos en la configuración de seguridad de su navegador.
Cookies para Google Analytics
Estas cookies almacenan información como el número de visitantes al sitio web, el número de visitantes únicos, qué páginas del sitio web se han visitado, la fuente de la visita, etc. Estos datos nos ayudan a comprender y analizar qué tan bien funciona el sitio web y donde necesita mejorar.
Si no desea que rastreemos su visita a nuestro sitio, puede deshabilitar el rastreo en su navegador aquí:
Otros servicios externos
También utilizamos diferentes servicios externos como Google Webfonts, Google Maps y proveedores de video externos. Dado que estos proveedores pueden recopilar datos personales como su dirección IP, le permitimos bloquearlos aquí. Tenga en cuenta que esto podría reducir considerablemente la funcionalidad y la apariencia de nuestro sitio. Los cambios entrarán en vigor una vez que vuelva a cargar la página.
Google Webfont:
Google Maps:
Google reCaptcha:
Vimeo and Youtube videosembeds:
Política de Privacidad
Puede leer sobre nuestras cookies y la configuración de privacidad en detalle en nuestra Página de Política de Privacidad.