D. Casimiro preside la Eucaristía de inicio de curso académico en la Universidad CEU-UCH
«La Palabra de Dios es lámpara que ilumina vuestra actividad académica e investigadora»
El campus universitario del CEU-UCH en Castellón ha sido este mediodía el escenario de la celebración de la Eucaristía de inicio de curso académico. Ha estado presidida por el Obispo de Segorbe-Castellón, Mons. Casimiro López Llorente, y concelebrada por los capellanes del CEU, D. Samuel Torrijo y D. Pablo Durán, así como por el Secretario D. Ángel Cumbicos.
El Rector D. Higinio Marín, junto al Director del Campus de Castellón, D. José María Mira de Orduña, vicerrectores y miembros del claustro de profesores, así como una importante representación de las principales autoridades políticas, civiles y militares, miembros de la Asociación Católica de Propagandistas, junto a los alumnos, han participado de la celebración religiosa que, en la parte musical ha estado interpretada por el Coro del CEU.
Tras la proclamación del Evangelio, D. Casimiro ha puesto de relieve la Eucaristía «como centro de la fuente de la vida, de nuestra Iglesia y de todo cristiano». Respecto a la Universidad CEU-UCH, por su identidad católica, «también es desde donde ofrecer y hacer presente a Jesucristo y su Evangelio a los hombres y mujeres de hoy, tanto en su actividad cotidiana, como en la actividad académica», advirtió.
De la Palabra de Dios, ha dicho, «se nos ofrece la verdad sobre Dios, sobre el hombre y la mujer, sobre la creación misma». Una verdad, que «ha de estar presente también en la formación y educación de las personas», ha concretado D. Casimiro en referencia a «la comunidad educativa que está al servicio del alumnado y que espera de vosotros una buena formación». La Palabra de Dios, ha subrayado, «es lámpara que ilumina vuestra actividad académica e investigadora».
Como creyentes, ha continuado el Obispo, «invocamos al Espíritu Santo, que es el espíritu de sabiduría y de inteligencia y le pedimos que guíe vuestras mentes y vuestros corazones al servicio de la formación de los alumnos.
D. Casimiro ha puesto en valor «la promoción de la formación cristiana, humana y profesional de los alumnos» como base del proyecto educativo del CEU y ha felicitado al equipo rector por hacerlo «con exigencia intelectual, con excelencia académica y con una visión trascendente del hombre desde la búsqueda de la verdad, en el en el respeto del otro y en la cercanía humana entre los profesores y alumnos».
En este sentido se ha referido a la amplia oferta académica que no solo forma a buenos profesionales, sino que, ante todo, «forma en el ser médicos, maestros, y enfermeros, entre otras profesiones, con una visión trascendente de la vida desde una concepción cristiana de de la persona, con una visión de la dignidad sagrada e inviolable de toda persona desde su concepción hasta su muerte natural».
De hecho, se ha referido a la Carta de San Pablo que se ha proclamado hoy en la primera lectura, en la que se previene, ha dicho, «de una comprensión de la existencia cerrada a Dios y a Cristo, que al mismo tiempo es la raíz de la falta de esperanza y de paz en nuestro mundo».
Este es uno de los mayores problemas de nuestro tiempo, ha recalcado D. Casimiro, «el olvido y el rechazo de Dios, el secularismo, el materialismo o el relativismo excluyen a Dios de la vida humana, personal, familiar pro-social, así como también de la educación y del orden de nuestra sociedad». Y esto, ha advertido, «conduce a la ruptura de la armonía entre fe y razón; reduce lo real a lo material, a lo experimentable y mensurable; excluye la ética, la técnica o la política, como estamos viendo, y lleva al deseo como única norma de comportamiento».
Del mismo modo, ha incidido en que «cuando se reduce al hombre a su dimensión material e intramundana, cuando se excluye a Dios de la vida, se expolia al hombre de su profundidad espiritual». Cuando se elimina su referencia a Dios, se inicia la muerte del hombre y se inicia el ocaso de su dignidad.
Jesús en cambio nos enseña, refiriéndose al Evangelio proclamado, «que la actitud propia de todo discípulo es servirle a Él el camino, la verdad y la vida». Así, para concluir a exhortado a toda la comunidad educativa «a servir a Cristo en el servicio a los alumnos, gastándoos y desgastándoos para ser profundos en la búsqueda de la verdad».
Tras la celebración de la Eucaristía, se ha celebrado el acto académico de inicio de curso y, finalmente un vino de honor, quedando así inaugurado el curso académico 2024-2025.