Descubierto un mapa histórico de los regadíos tradicionales de Tuéjar-Chelva-Calles en el Archivo Catedralicio de Segorbe
Las demarcaciones históricas de los Serranos y el Rincón de Ademuz, todas ellas tierras, salvo poblaciones muy concretas, en el antiguo Reino de Valencia, en el interior de su actual provincia, pertenecieron a la antigua Diócesis de Segorbe hasta 1960. Por ello, es de destacar la gran presencia y testimonio de todas aquellas localidades del valle del Turia en la documentación histórica diocesana y catedralicia.
El mapa, bellamente dibujado y coloreado sobre papel, de 305 x 795 mm, refleja el recorrido de la acequia de Villanueva, con la plasmación de los regadíos tradicionales del sistema que conducía el agua del río Chelva, en la parte inferior del dibujo, hasta los términos de Tuéjar, Chelva y Calles, regando las huertas entre el citado río y la vertiente del Guadalaviar, tras la sierra. En el recorrido se plasman los diferentes parajes que atravesaban las aguas de la canalización, como Molinar, Tudela, Molino viejo, la Cueva y Arco, Cañadiso, Cueva de Cervera, Cueva de las palomas, Cueva del Claro, Zae, Mosayra, Olinches, San Christoval, Balbona, Alberca, Campillo, La Garcesa, Sevilla, Contador Cañada de Rochina, Cañada de Morón, Cueva Santa, etc.
Con la leyenda: «Estos nombres que estan, en el plan son partidas que ay en esta asequia, de Villanueva asi Secano como uerta», el dibujo ofrece una hermosa descripción visual para el conocimiento de todo este importante enclave que, en el pasado, fue uno de los más importantes epicentros agrícolas de la diócesis.
En proceso de estudio para su datación y restauración, la obra bien podría formar parte de un expediente o haberse utilizado en tiempos del obispo ilustrado, el trinitario Alonso Cano y Nieto (1711-1780), para el conocimiento y la mejora de la agricultura en este importante enclave, lugar de aprovechamiento selecto de las vías fluviales desde la antigüedad romana, con importantes restos arquitectónicos como el acueducto de Peña Cortada, islámica y medieval. Cabe recordar que fue este prelado un gran impulsor de la agricultura y la industria en su tiempo, tan necesitada de una modernización, incentivando la plantación de olivares, castaños y otros frutales y cultivos, así como el aprovechamiento de las aguas, fomentando el reparto de tierras a labradores pobres y los montepíos agrícolas.
El presente mapa es, pues, un rico testimonio de todo el sistema de abastecimiento de agua en épocas pasadas, cuyo aprovechamiento fue vital para la vida de los pobladores de uno de los territorios históricos más importantes del obispado.