«En Navidad nace Dios, también en la cárcel, no estáis solos»: El Obispo en el XXXVI Festival de Villancicos del Centro Penitenciario de Castellón
Esta mañana, el Centro Penitenciario de Castellón fue escenario del XXXVI Festival de Villancicos, un evento organizado por la Pastoral Penitenciaria en colaboración con el capellán D. Joaquín Pina y el personal del centro. Este festival, ya consolidado como una ocasión especial para celebrar el verdadero espíritu navideño, ha reunido a internos, funcionarios y voluntarios en un acto que une a todos a través de la música y la esperanza cristiana que define la Navidad.
El Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, D. Casimiro, participó una vez más en esta emotiva celebración, dirigiéndose a los internos con un mensaje cargado de humanidad y cercanía. Durante su intervención subrayó que «la Navidad no se ha perdido, ni siquiera en la cárcel», destacando que el nacimiento de Jesús llega a todos, sin excepciones, y sobre todo a quienes viven en situaciones de privación de libertad. «Dios también nace en la cárcel», afirmó D. Casimiro, recordando que la Navidad es un tiempo para dejarse sanar y curar por el Niño Dios, quien nos ama y se encarna para acercarse a cada ser humano.
El Obispo también compartió con los presentes una interesante reflexión sobre el origen de la palabra «villancico», que proviene del español medieval y estaba vinculada a las poesías populares cantadas por campesinos en las villas rurales. Con el tiempo, estos cantos sencillos fueron adoptando una estructura poética fija y, posteriormente, adquirieron un contenido religioso, especialmente en torno al nacimiento de Jesús. «El villancico es una expresión de la alegría de la Navidad», señaló D. Casimiro, invitando a los internos a experimentar el gozo del nacimiento de Jesús a través de la música y el canto.
En su mensaje destacó que la buena noticia de la Navidad es que «nos nace Dios», quien lo hace por amor a nosotros y camina con nosotros en todas las circunstancias de la vida. «Este amor se puede experimentar en cada situación, pero de manera más extraordinaria en las situaciones extraordinarias», añadió, refiriéndose a la experiencia de aquellos que se encuentran privados de libertad. Recordó que, a través de Jesús, las personas recuperan su dignidad como hijos de Dios, y que en Él se puede encontrar la serenidad, la paz y el gozo, incluso en medio de las pruebas y dificultades de la vida.
El Obispo también aprovechó la ocasión para anunciar que presidirá una celebración especial en la capilla del centro penitenciario con motivo del próximo Año Jubilar “Peregrinos de Esperanza”. Esta capilla es uno de los cinco templos jubilares en la Diócesis, y destacó la importancia de la esperanza en el mensaje cristiano. «La esperanza es hoy más necesaria que nunca», señaló, «y nuestra esperanza es Cristo Jesús, quien nunca defrauda».
Con unas emotivas palabras de aliento, D. Casimiro concluyó su intervención diciendo: «En Navidad nace Dios, también en la cárcel, no estáis solos. El Emmanuel, Dios hecho hombre, camina con vosotros». Este mensaje de esperanza y cercanía resonó entre los internos, quienes se unieron en el Festival para celebrar el nacimiento de Jesús.