Bajo el título «¡Que no decidan por tí!», el video-turorial ha sido elaborado por la Delegación de Medios de Comunicación del Obispado a instancias de Mons. Casimiro López.
En el mismo se recogen los pasos a dar para poder elaborar el Documento de Voluntades Anticipadas, al objeto de poder resolver las dudas que el procedimiento administrativo requiere.
Nuestra Diócesis, siguiendo la recomendación de D. Casimiro, está tratando de dar visibilidad a la importancia de manifestar, como cristianos, que defendemos la vida desde su concepción hasta su muerte natural y, siendo así, apostar por los cuidados paliativos haciendo frente a la cultura de la muerte que se trata de imponer en la sociedad actual.
Recordamos que los Obispos de las diócesis con territorio en la Comunidad Valenciana (Valencia, Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón) presentaron un modelo propio de Documento de Voluntades Anticipadas, el pasado mes de octubre, para garantizar los derechos de la persona en el final de su vida.
Desde entonces, en nuestra Diócesis, los fieles pueden asesorarse en las parroquias, donde se les apoya para guiarles en la cumplimentación y requisitos necesarios para elaborar y registrar el Documento.
Documento de Voluntades Anticipadas, «Apuesta por la vida».
Carta del Obispo, D. Casimiro: “Hacer el Testamento Vital”
Año Jubilar diocesano: Vigilia de oración a los mártires diocesanos, la Exposición itinerante llega a Onda…
Curso de Iniciación al Ecumenismo.
D. Casimiro nos exhorta a compartir «la alegría y el gozo de todos aquellos que supieron acoger la santidad de Dios en su vida» en el día de Todos los Santos.
XXII Encuentro diocesano del Apostolado de la Oración en la Parroquia de S. Francisco de Castellón.
Entrevista a Esther Porta y Guillem Farré, matrimonio responsable de Hogar Nazareth.
El Papa de cerca: La escasez de vocaciones exige renovación.
Hace más de un año que está en vigor la ley de la eutanasia y del suicidio asistido. En su momento denuncié que esta ley es gravemente injusta, pues la eutanasia y el suicidio asistido son siempre una forma de homicidio, ya que se trata de una acción u omisión que, por su naturaleza e intención, causa la muerte de un ser humano. Es un crimen, un atentado contra la dignidad de la persona humana y una grave violación de la ley de Dios. Toda cooperación formal o material inmediata a tal acto es un pecado grave contra la vida humana.
Cada vida humana es un don sagrado e inviolable. Desde su concepción hasta su muerte natural toda vida humana ha de ser acogida, respetada y protegida por todos, también por uno mismo, por los sanitarios y por el Estado. Nadie es dueño de la vida propia o de la ajena. No existe un derecho a disponer de la propia vida. Esta ley ha instaurado una ruptura moral y un cambio en los fines del Estado, que de defensor de la vida pasa a ser responsable de la muerte infligida; y ha cambiado el objetivo fundamental de la profesión médica, llamada a curar y nunca a provocar intencionadamente la muerte. Esta ley impone además la visión antropológica y cultural de los sistemas de poder dominantes hoy en el mundo que pretenden eliminar a los más débiles, considerados como no útiles para el sistema productivo o costosos para el sistema sanitario.
Esta ley y su aplicación no nos pueden ser indiferentes. Hemos de seguir orando y trabajando para promover en nuestra sociedad la cultura de la vida. Urjamos a nuestros gobernantes que legislen sobre los cuidados paliativos para todos –también para los menos favorecidos- y que pongan los medios humanos y económicos para este fin. Pero nuestra sensibilidad humana y cristiana pide algo más. No basta con denunciar que la ley es gravemente injusta; no es suficiente con lamentarse de su aplicación o quejarse del avance de la cultura de la muerte. Hemos de dar un paso más y ser proactivos pidiendo que no nos sea aplicada la eutanasia y animando a otros a hacer lo mismo. Es un derecho que nos reconoce la normativa legal vigente.
Para este fin, los Obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina ofrecemos un Testamento Vital (Documento de Voluntades Anticipadas). Se trata de rellenar y firmar personalmente este Documento y presentarlo en el ‘Registro de Voluntades Anticipadas’ de la Comunidad valenciana, que se incluirá también en el Registro Nacional de Instrucciones Previas. Lo podemos hacer todos los mayores de edad, no sólo los ancianos. Una enfermedad grave e incurable o una situación crítica por enfermedad o accidente se pueden presentar en cualquier momento de la vida. En el Testamento Vital, cada uno manifiesta su rechazo a que le sea aplicada la eutanasia y pide recibir cuidados paliativos proporcionados cuando sean necesarios así como tener asistencia religiosa en los últimos momentos de su vida en un hospital.
El Documento ha sido consensuado con la Administración pública valenciana de modo que el Testamento Vital es reconocido por la misma y será incluido en el historial médico de cada uno nosotros. De este modo, cuando uno esté en un hospital en una situación grave, en su historial médico constará su voluntad que habrá de ser respetada por el personal sanitario y los familiares. El Documento ha de ser firmado por el interesado ante dos testigos. Su presentación ante el Registro puede hacerse personalmente o se puede delegar en una persona, debidamente identificada. Este Documento se puede encontrar en la página web del Obispado y en todas las parroquias.
Os animo a todos los mayores de edad a hacer el Testamento Vital, especialmente a nuestros ancianos y enfermos. Manifestemos expresamente que estamos en desacuerdo con esta ley gravemente injusta e inmoral por lo que pedimos que no nos sea aplicada la eutanasia ni el suicidio asistido. Encendamos una luz de esperanza en la obscuridad de una ‘cultura de la muerte’. Ofrezcamos un testimonio expreso del respeto debido a la dignidad de toda persona, también de la nuestra, hasta la muerte natural. La vida humana es digna siempre, pues está en manos de Dios. Hay enfermos incurables, pero no enfermos ‘incuidables’.
Pido a todos, sobre todo a los sacerdotes, visitadores de enfermos y sanitarios cristianos, que difundan esta iniciativa. En cada parroquia debería haber alguien -el párroco o algún voluntario-, disponible para explicar el Documento de Voluntades Anticipadas, para ayudar en su formalización y para presentarlo como delegado en el Registro que al efecto existe en los hospitales públicos. Muchas gracias.
El pasado 14 de octubre, los obispos de las tres Diócesis de la Comunitat Valenciana (Valencia, Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón) presentaron un modelo propio del Documento de Voluntades Anticipadas.
Bajo el lema “Apuesta por la vida” quieren extender el conocimiento del Documento de Voluntades Anticipadas -también llamado Instrucciones previas o Testamento Vital– para su conocimiento entre los colectivos diocesanos, y en general en la sociedad, a todos aquellos que puedan necesitar tomar decisiones “sobre actuaciones clínicas a tener en cuenta cuando se encuentren en una situación que no le permitan expresar libremente su voluntad”.
Como se indica en este documento, la declaración de voluntades anticipadas podrá manifestar expresamente su decisión de que no se le aplique la prestación de ayuda a morir en ninguna dude sus formas, sea la eutanasia o el suicidio médicamente asistido.
La Ley valenciana define que el DVA es el escrito en el que la persona, mayor de edad, cuya capacidad no haya sido modificada judicialmente en el momento de la inscripción del documento y actúe libremente, manifiesta las instrucciones, que sobre las actuaciones clínicas se deben tener en cuenta, para cuando se encuentre en una situación en la que las circunstancias que concurran no le permitan expresar libremente su voluntad.
Bajo el lema “Apuesta por la vida” quieren extender el conocimiento del Documento, también conocido como Testamento Vital, para garantizar los derechos de la persona en el final de su vida
Los Obispos de las diócesis con territorio en la Comunidad Valenciana (Valencia, Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón) han presentado hoy un modelo propio de Documento de Voluntades Anticipadas, para garantizar los derechos de la persona en el final de su vida.
Bajo el lema “Apuesta por la vida” quieren extender el conocimiento del Documento de Voluntades Anticipadas -también llamado Instrucciones previas o Testamento Vital- para su conocimiento entre los colectivos diocesanos, y en general en la sociedad, a todos aquellos que puedan necesitar tomar decisiones “sobre actuaciones clínicas a tener en cuenta cuando se encuentren en una situación que no le permitan expresar libremente su voluntad”.
Como se indica en este documento, la declaración de voluntades anticipadas podrá manifestar expresamente su decisión de que no se le aplique la prestación de ayuda a morir en ninguna dude sus formas, sea la eutanasia o el suicidio médicamente asistido.
Los obispos del territorio CV señalan que el DVA se ha elaborado «reuniendo todos los requisitos legales, e incluye el texto que ha sido propuesto por la Conferencia Episcopal Española”. Al respecto recuerdan que la CEE invita a firmar este documento que es la expresión escrita de la voluntad de un paciente sobre los tratamientos médicos que desea recibir, o no está dispuesto a aceptar en la fase final de su vida. “El testamento vital también especifica que se administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos, pero que no se aplique la eutanasia. Además se solicita atención espiritual”.
Personal sanitario Respecto a la intervención sanitaria, el documento señala que “el personal sanitario comprobará la existencia de voluntades anticipadas y respetará los valores e instrucciones contenidas en las mismas. Todo el personal sanitario, en atención a la persona que se encuentre en el final de la vida, tendrá la obligación de respetar sus valores, creencias y preferencias en la toma de decisiones clínicas.
Registro Respecto al registro, este “testamento vital” se señala que “será inscrito inmediatamente a su presentación en el Registro de Voluntades Anticipadas de la Comunidad Valenciana, desde el que se incorporará al Registro Nacional de Instrucciones Previas, en los términos establecidos por la normativa vigente”. El Documento de Voluntades Anticipadas “formalizado ante dos testigos, deberá presentarse en los puntos de registro autorizados. Se puede formalizar en forma presencial o telemática”.
Este modelo de Documento de Voluntades Anticipadas se encontrará disponible en los próximos días en las páginas web de las diócesis, en formato autocumplimentable y descargable. Será necesario que lo firmen tanto la persona otorgante como los dos testigos, y su hubiera designada, la persona representante.
El documento se presenta en cualquiera de los puntos de registro autorizados, que son los Servicios de Atención e Información al Paciente (SAIP), que se encuentran en todos los hospitales públicos. Para la presentación telemática se requiere disponer de certificado digital, o bien, puede formalizarse también en escritura pública ante notario -sin necesidad de testigos-.
En caso de representante, el otorgante puede designar a un representante “para que sea interlocutor válido ante el médico responsable o el equipo sanitario, y facultarle para interpretar sus declaraciones o instrucciones cuando no pueda expresar su voluntad por sí mismo, pudiendo así, sustituir su voluntad. Esta designación es opcional, y no es necesaria para la eficacia del documento”.
Sustitución, modificación o revocación El documento indica que “el otorgante podrá sustituir por otro el DVA o modificarlo, siempre que en el momento de hacerlo tenga la capacidad legal suficiente y declare su voluntad libremente”. La sustitución o modificación se formalizará con arreglo “a los requisitos que se exigieron para su primer otorgamiento, pudiendo anular total o parcialmente cualquier documento de voluntades anticipadas anterior”. Asimismo, el otorgante podrá revocar cualquier documento de voluntades anticipadas anterior, dejando constancia por escrito o indubitadamente”.
En cuanto a la eficacia del DVA, se expresa mientras la persona otorgante conserve la capacidad de obrar, su libertad de actuación y la posibilidad de expresar su voluntad, “estas prevalecen ante cualquier actuación clínica, sobre las instrucciones contenidas en el documento de voluntades anticipadas”.
Además, cuando sea necesario “el personal sanitario responsable de la asistencia sanitaria autorizado, podrá consultar el Registro centralizado de voluntades anticipadas de la CV, obteniendo si existe, el documento de voluntades anticipadas que se incorporará a la historia clínica. El DVA deberá ser respetado por los servicios sanitarios y por cuantas personas tengan relación con la persona otorgante”.
En el caso de que en el cumplimiento del DVA surgiera la objeción de conciencia de algún facultativo, la Administración pondrá los recursos suficientes para atender la voluntad anticipada de los pacientes”.
Por último, se señala que no podrán tenerse en cuenta voluntades anticipadas “que incorporen previsiones contrarias al ordenamiento jurídico a a la buena práctica clínica, o que no correspondan exactamente con el supuesto hecho que el sujeto haya previsto en el momento de emitirlas. En estos casos, quedará constancia razonada de ello en la historia clínica del paciente”.
La Ley valenciana define que el DVA es el escrito en el que la persona, mayor de edad, cuya capacidad no haya sido modificada judicialmente en el momento de la inscripción del documento y actúe libremente, manifiesta las instrucciones, que sobre las actuaciones clínicas se deben tener en cuenta, para cuando se encuentre en una situación en la que las circunstancias que concurran no le permitan expresar libremente su voluntad.
El próximo 25 de junio entrará ya en vigor la ley de la eutanasia. Esta ley se ha tramitado por vía de urgencia y sin necesidad social para ello, sin debate ni diálogo público y aprovechando el estado de alarma. Este hecho es especialmente grave, pues instaura una ruptura moral, un cambio en los fines del Estado -que de defensor de la vida pasa a ser responsable de la muerte infligida- y un cambio en el objetivo fundamental de la profesión médica llamada a curar y nunca a provocar intencionadamente la muerte. Esta ley aplica e impone la visión antropológica y cultural de los sistemas de poder dominantes hoy en el mundo.
Recordemos que la eutanasia o el suicidio asistido es siempre una forma de homicidio. En sentido propio, por eutanasia se entiende toda acción u omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte de un ser humano con el fin de evitarle sufrimientos, bien a petición de éste, bien porque otros consideran que su vida ya no merece ser vivida ni mantenida. La Iglesia católica considera ‘como enseñanza definitiva’ que la eutanasia es un crimen, una grave violación de la ley de Dios y un atentado a la dignidad de la persona. Toda cooperación formal o material inmediata a tal acto es un pecado grave contra la vida humana. Cosa distinta a la eutanasia es aquella acción u omisión que no causa la muerte por si misma o por la intención, como son la administración adecuada de calmantes, aunque puedan acortar la vida, o la renuncia a terapias desproporcionadas, que retrasan indebidamente la muerte.
En la eutanasia y en el suicidio asistido están en juego la dignidad de la persona y el don de la vida. Todos tenemos la experiencia de que la vida nos ha sido dada. La vida es un don sagrado e inviolable. Desde su concepción hasta su muerte natural toda vida humana ha de ser acogida, respetada y protegida por todos, incluido el Estado. Tampoco una mayoría de votos legitima para disponer de la vida de las personas. Las leyes que legalizan la eutanasia y el suicidio asistido son, pues, gravemente injustas. Nadie es dueño absoluto de la vida; ni existe un derecho a disponer de la propia vida.
Así pues, no nos puede ser indiferente la entrada en vigor de esta ley. Por ello hemos de seguir rezando por la vida humana, de forma especial los días 17 de cada mes, para que el Señor inspire a nuestros gobernantes medidas que acojan, respeten y promuevan el cuidado de toda vida humana. Frente a una ‘cultura de la muerte’ hemos de seguir trabajando para promover en nuestra sociedad la cultura de la vida.
Además hemos de urgir a nuestros gobernantes que legislen sobre los cuidados paliativos para todos –también para los menos favorecidos- y que pongan los medios humanos y económicos para este fin. No hay enfermos ‘incuidables’. Los cuidados paliativos ayudan a vivir la enfermedad grave con un acompañamiento integral a los enfermos y a sus familias; alivian el dolor, consuelan y ofrecen la esperanza que surge de la fe y da sentido a toda vida humana. No siempre se puede garantizar la curación, pero siempre debemos cuidar al enfermo. Los cuidados paliativos son la expresión más auténtica de la atención humana y cristiana de los enfermos.
En tercer lugar podemos formalizar personalmente el Documento de Voluntades Anticipadas (conocido como Testamento Vital) y difundirlo entre nuestros conocidos. Nuestra Diócesis ha preparado un modelo de Documento que se ha enviado a todas las parroquias, a las que pido que se impliquen en su difusión y que ayuden a formalizarlo.
En este Documento, una persona con capacidad legal suficiente manifiesta libremente las actuaciones médicas que deben tenerse en cuenta cuando se encuentre en una situación en la que no pueda expresar su voluntad debido a la propia enfermedad, a un accidente o a la vejez. En él se especifica que se administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos, pero que no se apliquen medios desproporcionados ni menos aún la eutanasia. Además incluye la voluntad de tener una atención espiritual así como el nombramiento de un representante legal encargado de velar por el cumplimiento de lo dispuesto en el mismo.
Para que tenga valor jurídico hay que rellenar el Documento y firmarlo personalmente ante tres testigos y ha de inscribirse en el registro de voluntades anticipadas de la Generalitat. Así se libera a los familiares del peso de tomar decisiones por el enfermo en situaciones tan difíciles.
Os animo a todos, especialmente a nuestros mayores y enfermos, a hacer el Documento de Voluntades Anticipadas. Se trata de garantizar nuestra voluntad de que no se nos apliquen la eutanasia ni medios desproporcionados, y de que se respete nuestra dignidad personal hasta la muerte natural. La vida humana es digna siempre; tiene su origen y su destino en Dios. Trabajemos por la vida.
Como cada día 17 de mes, hoy celebramos la “Jornada de oración por la vida”, una petición que nos hizo nuestro Obispo, D. Casimiro, ante la aprobación de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, que entrará en vigor en España el próximo 25 de junio, convirtiéndose nuestro país en el cuarto de Europa – tras Holanda, Bélgica, y Luxemburgo – y en el séptimo del mundo que permite poner fin a la vida de las personas.
La nueva norma se consuma en forma de dos modalidades: con la intervención de un profesional de la salud, administrando al paciente una dosis letal (eutanasia), o en forma de suicidio asistido, recetándose un medicamento al paciente para que se lo autoadministre, en su domicilio si así lo estima oportuno.
Desde sus defensores, impulsores y legisladores, se nos ha vendido el drama de la eutanasia como un derecho: “derecho a morir”, “derecho a una muerte digna”, “derecho de toda persona a disponer con libertad de su cuerpo y de su vida”, “derecho a morir sin sufrimientos”… Son derechos inventados, y sin demanda social, pues la realidad es bien distinta, ya que, en lugar de acabar con el sufrimiento de la persona, con esta Ley se permite matar a la persona que está sufriendo.
Aprobada por el Congreso de los Diputados en diciembre del año pasado con gran celeridad, sin debate social, tramitada en mitad de una pandemia y en Estado de alarma, no es la solución al sufrimiento, es parte del problema, porque matar es lo contrario de cuidar, porque el sufrimiento sí se puede aliviar.
Ante ello, los Obispos de España publicaron una Nota que lleva por título `La vida es don, la eutanasia un fracaso´, y convocaron a una Jornada de ayuno y de oración para pedir el Señor que inspire leyes que respeten y promuevan el cuidado de la vida humana. En dicha Nota calificaron este hecho de “especialmente grave, pues instaura una ruptura moral; un cambio en los fines del Estado: de defender la vida a ser responsable de la muerte infringida; y también de la profesión médica, llamada en lo posible a curar o al menos a aliviar, en cualquier caso a consolar, y nunca a provocar intencionadamente la muerte”.
También indicaban la respuesta a la que estamos llamados: “a no abandonar nunca a los que sufren, no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza”. Del mismo modo, D. Casimiro dirigió una carta a toda la comunidad diocesana que llevaba por título `No podemos callar´. “Ante esta tropelía – nos decía- los católicos, los cristianos en general, los creyentes de otras religiones y las personas de buena voluntad no podemos callar. Cada uno verá cómo mostrar su desacuerdo”. Además, ordenó que las banderas de las casas episcopales en Segorbe y en Castellón ondeasen a media asta y con crespón negro, y nos pidió “seguir rezando todos los días, y de forma especial los días 17 de cada mes”.
Asimismo, han sido numerosas las organizaciones, asociaciones y sociedades (médicas y no médicas), que se han posicionado contra esta Ley. Es el caso del Comité de Bioética de España, máximo asesor del Gobierno en el tema, que entre sus conclusiones aclara que “legalizar la eutanasia y/o auxilio al suicidio supone iniciar un camino de desvalor de la protección de la vida humana cuyas fronteras son harto difíciles de prever, como la experiencia de nuestro entorno nos muestra”. Además, estos “no son signos de progreso sino un retroceso de la civilización, ya que en un contexto en que el valor de la vida humana con frecuencia se condiciona a criterios de utilidad social, interés económico, responsabilidades familiares y cargas o gasto público, la legalización de la muerte temprana agregaría un nuevo conjunto de problemas”.
Recientemente, el Dr. Manuel Martínez-Sellés, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid, en una ponencia destinada al clero joven de nuestra Diócesis explicó que con esta norma se vulnera el Juramento Hipocrático Médico (“Velar con el máximo respeto por la vida humana”) y el Código de Deontología Médica (“El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de éste”). No solo eso, sino que también es incompatible con lo que recoge el artículo 15 de la Constitución Española: “Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral”.
Y lo que es más importante. El quinto mandamiento deja claro que sólo Dios es el Señor sobre la vida y la muerte: «No matarás» (Ex. 20, 13). Este mandamiento incluye: el asesinato y la complicidad en el asesinato, los crímenes de guerra, la interrupción voluntaria del embarazo, el suicidio y la eutanasia.
Cuidados paliativos
La Diócesis ha editado un tríptico, disponible en todas las parroquias, sobre los cuidados paliativos que recoge con riguroso detalle cómo conservar el valor y la dignidad de la vida humana en cualquier condición, y con el objetivo de informar respecto a la posibilidad de comprometerse con la «terapia de la dignidad», tal y como asegura el Papa Francisco, alimentando, como cristianos, «el amor y el respeto por la vida».
Los cuidados paliativos son aquellas atenciones y cuidados dirigidos a las personas con enfermedades avanzadas y a sus familias cuando la expectativa médica ya no es la curación. Su objetivo principal es mejorar la calidad de vida, controlando o minimizando el sufrimiento, y proporcionando una atención integral brindada por equipos de trabajo interdisciplinarios.
Cabe recordar que 228.000 personas mueren cada año en España con necesidad de cuidados paliativos. Por ello es necesario reclamar a la Administración sanitaria más inversión para que nadie se pueda ver privado de ellos, y para que nadie se vea forzado a pedir la eutanasia o el suicidio asistido.
También está disponible en las parroquias de la Diócesis un tríptico informativo, y un modelo a cumplimentar, sobre la importancia de formalizar el Documento de Voluntades Anticipadas, también conocido como Testamento Vital. Es la expresión escrita de la voluntad de un paciente sobre los tratamientos médicos que desea recibir, o no está dispuesto a aceptar, en la fase terminal de su vida. También especifica que se administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos, pero que no se aplique la eutanasia.
Entrevistado en «Mediodia COPE Más Castellón con Raúl Puchol»
El Obispo de la Diócesis de Segorbe-Castellón, D. Casimiro López Llorente, ha repasado junto al periodista Raul Puchol, en «Mediodía COPE Más Castellón» los temas más trascendentes y actuales de la Iglesia Diocesana en una entrevista que se ha emitido esta misma semana.
D. Casimiro, a preguntas del periodista, y ante la inminente entrada en vigor de la Ley de la Eutanasia, se ha referido a los cuidados paliativos para vivir de forma natural el desenlace final, pues tal como afirma «quienes trabajamos por la vida debemos proponer medios para que se atienda de forma humana a quien se encuentre en una situación de enfermedad terminal». Los cuidados paliativos, afirma en la entrevista, «ayudan en el dolor y además permiten sentirse acompañado por la familia, los médicos y, en su caso, también por los sacerdotes y contribuyen a vivir los últimos momentos de la vida de una forma totalmente humana».
En este sentido ha anunciado que la Delegación diocesana de Familia y Vida está trabajando en un tríptico sobre el Documento de Voluntades Anticipadas (también conocido como «Testamento Vital») que se va hacer llegar a las parroquias y las entidades eclesiales con un claro objetivo informativo. Con este documento, asegura D. Casimiro, «la persona decide libremente que no se le aplique ningún medio que por acción u omisión pueda atentar contra su vida así como la aplicación de cuidados desproporcionados para que sea la propia persona y no terceros, quien disponga de su vida.»
En la entrevista también se ha referido al compromiso de los cristianos marcando «la X en la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la Renta«, y solicitar la asignatura de religión católica para nuestros hijos en esta próxima campaña de matriculación para el próximo curso escolar que se iniciará en breve.
D. Casimiro también ha confirmado que presidirá la Solemne Eucaristía con motivo de la celebración de San Pascual Bailón, Patrono de la Diócesis, el próximo lunes 17 de mayo en la Basílica, en Vila-real.
Los obispos españoles, entre ellos D. Casimiro López Llorente, han celebrado esta semana la Asamblea Plenaria, en formato online y presencial a causa de la pandemia.
Sesión inaugural
Comenzó el lunes con el discurso del presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella. Apoyándose en tres versículos de san Lucas, el cardenal Omella relató la realidad social que ha dejado la pandemia y señaló algunas claves para superar de manera conjunta esta situación.
“En España existe un creciente y grave problema que se llama desigualdad social”, señaló el presidente de la Conferencia Episcopal. “Este es un reto -añadió- que tenemos que abordar para asegurar la dignidad de todos y la necesaria justicia social que es siempre garantía de paz social. No es momento para disputas inertes entre partidos políticos, no es tiempo para soluciones fáciles y populistas a problemas graves, no es el momento de defender intereses particulares. Ahora es el momento para la verdadera política, que sume a todas las partes y que trabaje para el bien común de toda la sociedad y el fortalecimiento y credibilidad de las instituciones en las que se asienta nuestro sistema democrático”.
Seguidamente intervino el nuncio apostólico en España, Mons. Bernardito C. Auza, quien, entre otros temas, destacó el trabajo “bien realizado” por parte de la Conferencia Episcopal Española, siguiendo los deseos del Santo Padre, en materia de abusos de menores. “Nadie puede interpretar –afirmó- falta de trasparencia o negativa a secundar lo que el Papa pide al respecto. Los animo pues a la necesaria colaboración en este doloroso tema sobre el que, desde la Secretaría General, se ha manifestado justamente, hace pocos días, S.E. Monseñor Luis Arguello ante la opinión pública. Con el espíritu de colaboración y honestidad bien expresado, nadie puede poner en duda la credibilidad de la Iglesia en sus declaraciones y actividades”.
Obispos fallecidos
En la sesión inaugural también se recordó a los obispos fallecidos desde la última Asamblea Plenaria: Mons. Damián Iguacen Borau, obispo emérito de Tenerife; Mons. Alfonso Milián Sorribas, obispo emérito de Barbastro-Monzón; Mons. Juan del Río Martín, arzobispo castrense; y Mons. Rafael Palmero Ramos, obispo emérito de Orihuela-Alicante.
“Fieles al envío misionero”, líneas de acción pastoral 2021-2025
La Asamblea Plenaria ha aprobado las líneas de acción pastoral para el quinquenio 2021-2025 con el título, “Fieles al envío misionero. Claves del contexto actual, marco eclesial y líneas de trabajo”. Unas líneas de acción en las que la llamada del Señor,” Id y anunciad el Evangelio”, se hace pregunta: ¿Cómo evangelizar en la actual sociedad española?.
El marco general de la acción pastoral de la CEE es una invitación a acoger el desafío de una conversión pastoral para una salida misionera. Salir para “hacerse prójimos” a las personas con las que compartimos espacio, trabajo, vocación y misión. Salir al encuentro de la sociedad para hacer presente la presencia de la Iglesia que anuncia, celebra y sirve. Salir al encuentro para la escucha y el diálogo y también acoger y generar ámbitos para realizar un trabajo conjunto con los de dentro. Para ello se propone un trabajo en cuatro líneas: primer anuncio del Evangelio, acompañamiento a las personas, presencia misionera en la vida pública y procesos formativos.
Protección de menores
También se ha aprobado la creación de un servicio de asesoramiento para las oficinas diocesanas para la protección de los menores y la prevención de abusos. Este servicio de comunión y ayuda se presta a las oficinas diocesanas creadas en toda España para apoyar sus trabajos en las diversas áreas de su actividad. Se estará también a disposición de las oficinas creadas por las congregaciones religiosas.
Nuevo texto del Testamento vital
La Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida ha presentado a la Asamblea un informe acerca de la eutanasia y el testamento vital y la propuesta de un nuevo texto de Declaración de Instrucciones previas y voluntades anticipadas, que ha sido aprobado por la Plenaria.
A continuación, el modelo de documento a firmar.
A mi familia, al personal sanitario, a mi párroco o al capellán católico:
Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los tratamientos médicos que se me vayan a aplicar, deseo y pido que esta Declaración sea considerada como expresión formal de mi voluntad, asumida de forma consciente, responsable y libre, y que sea respetada como documento de instrucciones previas, testamento vital, voluntades anticipadas o documento equivalente legalmente reconocido.
Considero que la vida en este mundo es un don y una bendición de Dios, pero no es el valor supremo absoluto. Sé que la muerte es inevitable y pone fin a mi existencia terrena, pero desde la fe creo que me abre el camino a la vida que no se acaba, junto a Dios.
Por ello, yo, el que suscribe …………………………………………………………………………………. (nombre y apellidos), de sexo…………………………….., nacido en………………………… con fecha …………………., con DNI o pasaporte nº……………………………. y tarjeta sanitaria o código de identificación personal nº……………………………………., , de nacionalidad…………………….., con domicilio en……………………………………………… (ciudad, calle, número) y con número de teléfono ……………………………,
MANIFIESTO
Que tengo la capacidad legal necesaria y suficiente para tomar decisiones libremente, actúo de manera libre en este acto concreto y no he sido incapacitado/a legalmente para otorgar el mismo:
Pido que, si llegara a padecer una enfermedad grave e incurable o a sufrir un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o cualquier otra situación crítica; que se me administren los cuidados básicos y los tratamientos adecuados para paliar el dolor y el sufrimiento; que no se me aplique la prestación de ayuda a morir en ninguna de sus formas, sea la eutanasia o el “suicidio médicamente asistido”, ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte.
Pido igualmente ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte y para ello solicito la presencia de un sacerdote católico y que se me administren los sacramentos pertinentes.
Deseo poder prepararme para este acontecimiento final de mi existencia, en paz, con la compañía de mis seres queridos y el consuelo de mi fe cristiana.
Suscribo esta Declaración después de una madura reflexión. Y pido que los que tengáis que cuidarme respetéis mi voluntad.
Designo para velar por el cumplimiento de esta voluntad, cuando yo mismo no pueda hacerlo, a………………………………, DNI ……… , domicilio en ……………………. y teléfono………….. y designo como sustituto de este representante legal para el caso de que éste no pueda o quiera ejercer esta representación a……………………………….., DNI ……… , domicilio en ……………………. y teléfono…………..
Faculto a estas mismas personas para que, en este supuesto, puedan tomar en mi nombre, las decisiones pertinentes.
En caso de estar embarazada, pido que se respete la vida de mi hijo.
Soy consciente de que os pido una grave y difícil responsabilidad. Precisamente para compartirla con vosotros y para atenuaros cualquier posible sentimiento de culpa o de duda, he redactado y firmo esta declaración.
Firma: Fecha: DNI:
Nueva ley educativa
La Comisión Episcopal para la Educación y Cultura ha informado sobre los trabajos realizados en diversos ámbitos en relación a la nueva ley educativa, la LOMLOE. Uno de estos trabajos es la actualización del currículo del área de Religión Católica, desde Educación Infantil hasta Bachillerato, para adaptarlo al marco curricular de la ley.
Mons. Alfonso Carrasco, presidente de la Comisión, ha informado a la Plenaria de la síntesis del foro «Hacia un nuevo currículo de religión», y ha presentado la creación de un departamento de Pastoral del Deporte que haga presente la misión de la Iglesia en este campo importante de la actividad humana.
Otras informaciones
Los obispos españoles también han estudiado estos días la puesta en marcha de la carta del papa Francisco “Spiritus Domini”, para la institución estable de laicos como lectores y acólitos.
Dentro del ámbito de la Comisión Episcopal para la Liturgia, han aprobado el nuevo ritual de exequias, el Misal y al Leccionario para las misas de la Bienaventurada Virgen María; y a la traducción de los textos Litúrgicos de la Memoria libre de la Bienaventurada Virgen María de Loreto.
La Comisión Episcopal para los Laicos, la Familia y la Vida ha informado sobre el Año “Familia Amoris Laetitia” (19 de marzo de 2021-26 de junio de 2022) convocado por el papa Francisco en el 5º aniversario de la publicación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia y sobre la consulta acerca de la “Pastoral de Mayores”, a instancias de Roma. Los obispos han acordado celebrar cada 26 de junio, memoria de S. Joaquín y Sta. Ana, la fiesta de los abuelos.
También han recibido información sobre las implicaciones para la Iglesia en España de la obligación del cumplimiento normativo y de la necesidad de un plan de “Compliance” en las instituciones eclesiales, y han recibido información sobre el estado actual de Ábside (TRECE y COPE).
Los obispos han elegido a Mons. José Manuel Lorca, obispo de Cartagena, nuevo presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales. Sustituye a Mons. Juan del Río, fallecido el pasado 28 de enero.
Como es habitual en la primera Plenaria del año, se han aprobado las Intenciones de la Conferencia Episcopal Española del año 2022 por las que reza el Apostolado de Oración-Red Mundial de Oración del Papa.
Mañana, 25 de marzo, celebraremos la Jornada por la Vida, este año bajo el lema «Custodios de la vida». El objetivo de esta jornada es explicar que la vida es un bien fundamental para el hombre, sin el cual no cabe la existencia ni el disfrute de los demás bienes.
Los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida realizan una atenta mirada a la sociedad actual con el avance de la cultura de la muerte, ante la reciente aprobación de Ley que despenaliza la eutanasia y que regula su procedimiento, la cual entrará en vigor dentro de tres meses.
Sobre la implantación de la cultura del descarte de vidas humanas, algo lamentable y doloroso, explican “como en nuestra actualidad muchos erigen como criterios determinantes para evaluar si una vida merece la pena ser vivida o no la salud, el bienestar o la utilidad. Desde esta mentalidad, se plantea descartar aquellas vidas que no cumplen con estos parámetros”.
Ante esta situación, reflexionan sobre cuál debe ser la respuesta de los cristianos en este momento histórico, que no debe ser caer “en el derrotismo al pensar que esto no tiene solución o que no hay marcha atrás”, ni “vivir con los brazos cruzados en un constante espíritu de queja”. Ante esta cultura de la muerte, «debemos ser custodios de la vida» porque, como afirmaba San Juan Pablo II, «la vida es siempre un bien».
Tal y como explican, para ello nos invitan a fijar nuestra mirada en San José. “En el contexto del Año de San José, convocado por el papa Francisco, queremos poner nuestra mirada en este gran santo para aprender a ser custodios de la vida”, ya que es quien recibe la misión de custodiar y proteger a María y al bebé que lleva en sus entrañas.
El Delegado diocesano de Pastoral Familiar y de la Vida, Luis Oliver, ha indicado que con esta Jornada “se nos alienta a cuidar y a custodiar la vida de todas las personas y en todas sus fases”, como la vida humana naciente, de las madres gestantes, de los niños que sufren, de los jóvenes, de los recién casados, de los matrimonios, de los pobres, de los enfermos y de los mayores. “Cómo lo podemos hacer?, pues dándoles la Vida en mayúsculas”, explica, pues la Iglesia no abandona a nadie, acompaña y reconforta, ilumina y aporta esperanza al que sufre.
Jornada de oración por la Vida
Por otra parte, los obispos también agradecen todas aquellas iniciativas que tienen como objetivo promover la cultura de la vida. Como es el caso de la exhortación de nuestro Obispo, D. Casimiro, a rezar todos los días, pero “de forma especial los días 17 de cada mes, para que el Señor inspire a nuestros gobernantes leyes que respeten y promuevan el cuidado de la vida humana”.
Cuidados paliativos
O del tríptico sobre los cuidados paliativos que ha editado nuestra Diócesis, en colaboración con el Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia, recogiendo con riguroso detalle cómo conservar el valor y la dignidad de la vida humana en cualquier condición, y con el objetivo de informar respecto a la posibilidad de comprometerse con la «terapia de la dignidad», tal y como asegura el Papa Francisco, alimentando, como cristianos, «el amor y el respeto por la vida».
Testamento Vital
Cabe recordar también el documento de Ángel Olmos, colaborador de la Delegación Diocesana de Familia y Vida, sobre la conveniencia de otorgar documento de voluntades anticipadas (conocido como Testamento Vital) ante la aprobación de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia.
COF Domus Familiae
Es importante tener en cuenta el trabajo de todos los profesionales, especialistas y voluntarios del Centro de Orientación Familiar Domus Familiae (COF), siendo una auténtica ayuda efectiva a los matrimonios y a las familias, como un servicio especializado de atención integral a los problemas familiares en todas sus dimensiones.
Son orientadores familiares, psicólogos, sexólogos, médicos, juristas, y sacerdotes, etc… que realizan un trabajo de asesoramiento, consulta, terapia y prevención a nivel personal, matrimonial y familiar en situaciones de dificultad o en crisis. Están en la calle Estatut 2, entresuelo izquierdo, de Castellón, o también es posible contactar con ellos en el teléfono 964723472 o en cofsegorbecastellon@planalfa.es
Hogar Nazareth
Es el proyecto diocesano, gestionado por la Comunidad de las Bienaventuranzas, que desde el año 2017 acoge a jóvenes madres solteras. Es un hogar semi-tutelado con capacidad para tres unidades familiares, en el que se ofrece acompañamiento y los recursos necesarios para aprender a vivir esta nueva etapa creciendo en autonomía y fe. Es posible contactar con ellos en el teléfono 647854915 o en hogarnazareth@obsegorbecastellon.org.
Adoración y Rosario por la vida
La parroquia de Santo Tomás de Benicàssim celebrará una Adoración y Rosario por la vida bajo el título “Cristo te llama, Cristo te espera”. Tiene lugar todos los meses, y en esta ocasión se celebrará en la Capilla del Carmen el próximo sábado, 27 de marzo, a las 18 h.
Retiro de Cuaresma para familias
También este próximo sábado, en el Seminario Mater Dei, a partir de las 11.30. se celebrará un retiro de Cuaresma para familias, organizado por la Delegación Diocesana de Familia y Vida, en el que habrá actividades paralelas para los matrimonios y sus hijos. Para inscribirse es necesario remitir una solicitud a: pastoralfamiliar@obsegorbecastellon.org
ORACIÓN
Padre de la vida, Señor de la historia, que prometiste a tu siervo David una descendencia salida de sus entrañas y que, en José, hombre justo, cumpliste tu palabra.
Te damos gracias por la vida de aquel que pusiste al frente de tu familia para que haciendo las veces de padre cuidara a tu Hijo unigénito, concebido por obra del Espíritu Santo en las entrañas de María Virgen.
Infúndenos tu gracia para que, por intercesión de san José, seamos custodios de la vida humana.
Danos entrañas de misericordia hacia nuestros hermanos más vulnerables que sienten dificultad para afrontar su vida o la de los que tienen a su cuidado.
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