La Universidad CEU Cardenal Herrera acerca a sus alumnos la acción de la Iglesia en nuestra diócesis
La sede de Castellón de la Universidad CEU Cardenal Herrera celebró ayer la I Feria de Pastoral Diocesana con el objetivo de acercar a los universitarios el trabajo que llevan a cabo las distintas delegaciones de nuestro obispado en campos tan diversos como las misiones, la vocación al sacerdocio, la acción social, la catequesis, la educación, la familia, la juventud y la universidad, entre otros.
Esta iniciativa -promovida por el director del centro universitario, José María Mira de Orduña, y que ha contado con la colaboración y codirección del capellán del capítulo castellonense de la Universidad Cardenal Herrera, Pedro Segarra– arrancó a las 10:00 horas de la mañana en el patio de la cafetería con la inauguración de distintos puestos informativos, donde los estudiantes pudieron conocer de primera mano las distintas iniciativas que están presentes en nuestra diócesis a través de las explicaciones de sus respectivos responsables y del material promocional que detalla la gran labor que están llevando a cabo en Segorbe-Castellón.
La I Feria de Pastoral finalizó con una mesa redonda en la que participaron el vicario de Pastoral, Miguel Abril, el delegado de Misiones, Salva Prades, el delegado de Pastoral de la Salud, Eloy Villaescusa, así como José Vicente, voluntario de Cáritas Diocesana y el subdelegado de Infancia y Juventud, Manuel Díaz. El citado director del centro de Castellón, José María Mira, afirmó en la presentación de los ponentes que «cada una de las intervenciones que tendrán lugar a continuación parten de un doble punto de vista: por un lado, van a mostrar cómo la Doctrina Social de la Iglesia ayuda a los católicos a vivir su fe de mejor manera y cómo, por otro, contribuye a generar un estado social y democrático de derecho en el que se puede ejercer la libertad religiosa».
Por su parte, el vicario de Pastoral, Miguel Abril, insistió en que «la centralidad es la dignidad de la persona humana» y que perder la capacidad de humanizar que transmite el evangelio «supone la erosión de la libertad del ser humano, ganada para el bien, la belleza y la verdad del Amor». A continuación, José Vicente, voluntario de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón y responsable del Área de Inclusión, insistió en que su labor es fundamentalmente acompañar a la gente que necesita ayuda de cualquier tipo en el proceso de salida de su situación: «a través del voluntariado de Cáritas, ves realidades que desconocías y que te cambian la perspectiva en la vida».
Manuel Díaz, subdelegado de Infancia y Juventud, centró su intervención en la ingente labor que realizan en esta delegación con los jóvenes a través de las diferentes realidades presentes en la diócesis. También habló a los universitarios de la exhortación apostólica que el Papa Francisco ha escrito para los jóvenes, la «Christus Vivit». Finalmente, informó a los asistentes sobre las vigilias de oración para jóvenes que se celebran en la concatedral de Santa María y a las que suele asistir el obispo de la Diócesis, así como las peregrinaciones y viajes de ayuda social que se realizan en verano.
Un testimonio impactante
Blanca Espinosa, estudiante de 3º de Medicina de la Universidad de Valencia, narró a sus compañeros universitarios de la CEU Cardenal Herrera su experiencia en el viaje que varios jóvenes de nuestra diócesis realizaron este pasado verano a Calcuta (India), donde estuvieron ayudando a las misioneras de la Caridad. La joven de Nules resaltó el impacto que le produjo el contraste entre la pobreza extrema y la burbuja de riqueza que observó en la ciudad. Su tarea consistió en ayudar a las hermanas a lavar la ropa y hacer compañía a las mujeres que recogían de la calle: «tú veías que ellas tenían el trauma de haber estado viviendo a la intemperie. A lo mejor, se quedaban mirando a un punto fijo o -de repente- se ponían a llorar. Con que te supieses su nombre o fueras a verlas, ya se ponían super contentas y, aunque tuviesen necesidad de ese amor, también tenían ganas de darlo. Esas mujeres hicieron más por mí que lo que pude hacer yo por ellas. Materialmente eran más pobres que yo, pero espiritualmente me daban veinte patadas».
Eloy Villaescusa, delegado de Pastoral de la Salud, habló de la labor de su delegación y del sentido que tiene la palabra voluntarios, que significa estar llamados «a hacer el bien y honrar a Jesucristo, acercándole al enfermo para que sepa amado por Él». Finalmente, Salvador Prades, delegado de Misiones, afirmó que su tarea consiste en hacer sentir al pueblo de Dios de la Diócesis de Segorbe-Castellón la tarea que Jesús encomendó a sus discípulos como algo propio. También se refirió al Mes Misionero Extraordinario que acabamos de celebrar el pasado octubre, cuyo lema era: «Bautizados y enviados«: «No tiene que ser misionero el que se va a América, África, Asia… sino todos como bautizados tenemos que sentirnos misioneros, comprometidos con la evangelización. Esa es la tarea que a través de las distintas campañas, como el Domund o la infancia misionera, animamos en el pueblo cristiano».
También hizo una importante distinción entre las misiones y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s): «La misión en la Iglesia es fundamentalmente la de anunciar el evangelio, aunque los misioneros sean muchas veces el punto de enlace para que ONG’s y pongan a disposición su infraestructura para que éstas realicen su labor humanitaria». Finalmente, relató su experiencia como misionero en Burkina Faso,donde descubrió la sencillez y entrega de tantos sacerdotes, y ofreció la experiencia de su delegación para ponerla al servicio de los universitarios que tengan inquietudes para informarles sobre asociaciones, congregaciones, asociaciones eclesiásticas, que ofrecen la posibilidad de pasar algunos meses de verano en países misioneros. «Os aseguró que será una de las mayores experiencias de vuestra vida».
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