Francisco Granell Felis, Carmelita Seglar
- Edad: 46 años
- Nacimiento: Burriana, 21 de diciembre 1889
- Martirio: Castellón, 29 de agosto de 1936
- Sepultura actual: En la Basílica del Salvador de Burriana
Hijo de Juan Bautista y de María Teresa, el SdD Francisco Granell Felis quedó huérfano de madre a los dieciocho meses y huérfano de padre a los cinco años. Al morir su madre fue a vivir a casa de su abuela materna con su padre y los seis hermanos. El ambiente de religiosidad que rodeaba a Francisco dentro de su familia le ayudó mucho a conocer, vivir y practicar las virtudes cristianas.
Contrajo matrimonio con Josefina Vernia Almela, el 24 de abril de 1919 en Burriana. Del matrimonio nacieron dos hijos, Francisco José y Josefina.
Fue un empresario ejemplar que aplicó la Doctrina Social de la Iglesia, siendo muy querido por sus trabajadores. Como Carmelita seglar y miembro de la Acción Católica vivió una intensa vida interior y un compromiso social evangelizador, realizando obras de caridad y propagando la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a Cristo Rey. Al estallar la guerra civil se encontraba veraneando en su casa de Caudiel con toda la familia. El 27 de agosto de 1936 llegaron tres guardias de asalto a su casa veraniega. Traían orden del Gobernador Civil para llevárselo y hacerle unas preguntas, asegurando a los familiares que esa misma noche regresaría a casa. Los miembros del Comité de Caudiel fueron a casa para impedirlo e intentar salvarlo de la muerte, pero al saber que era orden del Gobernador, no pudieron hacer nada. Francisco pasaría esa noche en la cárcel del Gobierno Civil de Castellón. Al día siguiente, fue llevado al barco “Isla de Menorca” donde había otros detenidos. Pocas horas estaría en él. En la madrugada del 29 de agosto unos milicianos asaltaron el barco sacando a todos los detenidos a la carretera del puerto para fusilarlos. Iban todos en fila con las manos atadas con alambres y entre si con una cuerda blanca. Entre los detenidos había un sacerdote que se puso en el puente del barco, y según iban saliendo, a todos les dio la absolución. Antes de ser fusilado, el SdD Francisco Granell exclamó: “Viva Cristo Rey” y todos respondieron: “¡Viva!” Fue enterrado en el cementerio de Castellón. Al finalizar la guerra civil fue trasladado al cementerio de Burriana. Actualmente sus restos descansan en la Basílica del Salvador de Burriana.